Wednesday, September 15, 2021

Temas y personajes (80) en “El espejo enterrado” de Carlos Fuentes: Desde Gottfried Leibniz hasta el marqués de Croix, por Javier J. Jaspe

En pocas palabras. Javier J. Jaspe

Washington D.C.  

La serie que continuamos hoy ha sido inspirada por un importante libro del renombrado autor mexicano, Carlos Fuentes, fallecido en 2012, considerado por muchos como una obra capital para el conocimiento de la historia y cultura latinoamericanas. Me refiero a El espejo enterrado, con el cual Fuentes aporta su luminosa y aleccionadora visión de los primeros 500 años transcurridos desde el  descubrimiento de América por Cristobal Colón en 1492. Esta obra fue publicada en su primera edición en México en 1998 y la que utilizamos corresponde a la décimacuarta reimpresión (Taurus bolsillo), junio 2005, 590 páginas.

El objetivo de la serie no es realizar un análisis de este libro, sino el de aportar breves textos adicionales encontrados en Intenet, sobre temas y personajes mencionados en el mismo, en las páginas que se indican entre paréntesis al lado de cada tema o personaje. Otros temas y personajes podrán agregarse, caso en el cual se mencionará al lado: (jjj). Los textos de Internet se transcriben en itálicas, en español o inglés, según sea el caso, con indicación de su fuente. Este octogésimo artículo se refiere a temas y personajes que van desde Gottfried Leibniz (1646 – 1716) hasta el marqués de Croix (1703 – 1778). Veamos:

Leibniz (339) – “….Gottfried Leibniz (1646 - 1716) fue un filósofo, físico y matemático que influyó de manera importante el desarrollo de la ciencia moderna. Además, es reconocido como uno de los representantes de la tradición racionalista de la modernidad, ya que utilizo de manera importante sus conocimientos en matemáticas y física para explicar fenómenos tanto naturales como humanos…..

Gottfried Leibniz nació el 01 de julio de 1646 en Leipzig, Alemania. Hijo de Friedrich Leibnütz and Catherina Schmuck, Leibniz creció en el seno de una devota familia luterana hacia el final de la guerra de los treinta años, que había dejado al país en ruinas.

Durante la infancia fue educado en la escuela Nicolai, siempre acompañado de un aprendizaje autodidacta en la biblioteca personal de su padre, que a su vez había sido heredada de un profesor de filosofía moral de la universidad de Leipzig. De hecho, para la edad de 12 años Leibniz había aprendido por sí solo latín, y al mismo tiempo estudiaba griego.

En el año de 1661 comenzó a formarse en derechos en la Universidad de Leipzig, donde se interesó especialmente por los hombres que habían protagonizado las primeras revoluciones cientificas y filosoficas de Europa moderna. Estos últimos eran Galileo, Thomas Hobbes, Francis Bacon y René Descartes, e incluso recuperó el pensamiento de los escolásticos y de Aristóteles.

Una vez concluidos sus estudios en derecho, Leibniz pasó varios años en París, donde se formó en matemáticas y física. Allí conoció a los principales filósofos franceses de la época y estudió con mayor detenimiento a los que ya le interesaban anteriormente. Finalmente se formó con Christiaan Huygens, quien resultó ser fundamental para el posterior desarrollo de teorías sobre cálculo diferencial e integral de Leibniz.

Después de realizar varios viajes por distintos lugares de Europa, y de haber conocido a los filósofos más representativos de la época, Leibniz establece una Academia de las Ciencias en Berlín, donde tuvo una actividad constante. Pasó sus últimos años tratando de compilar las mayores expresiones de su filosofía. Y sin que esto último tuviera éxito, murió en Hannover en noviembre de 1716…..

Por poner algunos ejemplos veremos a continuación tres de las principales contribuciones de Leibniz, tanto en las matemáticas y la lógica como en la filosofía.

1. Matemáticas: el cálculo infinitesimal

Junto con Isaac Newton, Gottfried Leibniz es reconocido como uno de los creadores del cálculo. En los cuadernos de Leibniz se reporta el primer empleo de cálculo integral en el año de 1675. Lo había utilizado para encontrar el área bajo la función y = x. Así mismo introdujo notaciones como el signo integral (“S” alargada del latín “suma”), y la d (de la palabra latina “differencia”) que se utiliza para los cálculos diferenciales. Esto dio origen a la Regla de Leibniz, que es precisamente la regla del producto de calculo diferencial.

De igual manera contribuyó a la definición de las entidades matemáticas que llamamos “infinitesimales” y a definir sus propiedades algebraicas, aunque con muchas paradojas para el momento. Esto último se revisó y reformuló a partir del siglo XIX, con el desarrollo del cálculo moderno.

2. Lógica: bases para la lógica epistemología y modal

Fiel a su formación matemática, Gottfried Leibniz defendió que la complejidad del razonamiento humano podría traducirse al lenguaje de los cálculos, y que, una vez comprendiendo los, podían ser la solución para resolver diferencias de opinión y argumentaciones.

Por lo mismo es reconocido como el lógico más significativo de su época, al menos desde aristóteles. Entre otras cosas describió las propiedades y el método de recursos lingüísticos como la conjunción, la disyunción, la negación, el conjunto, la inclusión, la identidad y el conjunto vacío. Todos ellos útiles para comprender y realizar razonamientos válidos y diferenciarlos de otros no válidos. Esto constituye una de las principales bases para el desarrollo de la lógica de tipo epistémico y también la lógica modal.

3. Filosofía: el principio de individuación

En su tesis “Sobre el principio de individuación”, que realizó en la década de 1660, Leibniz defiende la existencia de un valor individual que constituye un todo en sí mismo, pero que es posible diferencial del conjunto. Está fue la primera aproximacion a la teoría alemana de las mónadas.

En analogía con la física, Leibniz sostenía que las mónadas son en el terreno de lo mental lo que los átomos en el terreno físico. Se trata de los elementos últimos del universo y lo que da forma sustancial al ser, a través de propiedades como las siguientes: son eternas, no se descomponen en otras partículas más simples, son dividuales, activas y sujetas a sus propias leyes, además de independientes entre sí y funcionan como una representación individual del universo en sí mismo…..” (https://psicologiaymente.com/biografias/gottfried-leibniz, por Grecia Guzmán Martínez). También puede verse:

(https://journals.openedition.org/cultura/2073, por Manuel Sánchez Rodríguez);

(https://virtual.uptc.edu.co/ova/estadistica/docs/autores/pag/mat/Leibniz-2.asp.htm);

(https://elpais.com/noticias/gottfried-wilhelm-leibniz/);

(https://journals.openedition.org/cultura/1998, por Laura Herrera Castillo);

(https://www.biografiasyvidas.com/biografia/l/leibniz.htm#:~:text=(Gottfried%20Wilhelm%20von%20Leibniz%3B%20Leipzig,cuando%20Leibniz%20contaba%20seis%20a%C3%B1os.);

(https://www.britannica.com/biography/Gottfried-Wilhelm-Leibniz);

(https://historia-biografia.com/gottfried-leibniz/):

(https://mathshistory.st-andrews.ac.uk/Biographies/Leibniz/);

(http://sauce.pntic.mec.es/~rmarti9/WebBabilonia/Biografias/Leibnitz.htm).

La maja vestida (325) – “….La maja vestida1800 - 1807. Óleo sobre lienzo, 94,7 x 188 cm. Sala 036….Se menciona por primera vez a fines de enero de 1808, junto a La maja desnuda (P00742), en el inventario de los bienes de Manuel Godoy realizado por Frédéric Quilliet, que registra estas obras como "Gitanas", seguramente por el atuendo de la vestida. En el inventario de los bienes incautados a Godoy efectuado en 1813 se describe una Venus vestida en el inventario de 1813, con las pinturas aún en el palacio contiguo al convento de Doña María de Aragón, se describe como una "Venus" vestida. En el posterior inventario de 1814, cuando los bienes incautados ya se hallaban en el Depósito General de Secuestros, ubicado en el "almacén de cristales de la calle Alcalá se menciona como "una mujer vestida de maja", siendo la primera vez que recibe este nombre. En noviembre de 1814 son reclamadas por el Tribunal de la Inquisición al considerarse ambas como "pinturas obscenas". La vestida se describe también entonces como "la mujer vestida de maja sobre una cama es tambien del sitado Goya". El rostro de la Maja vestida, no dio pie, sin embargo, a pensar que fuera un retrato, como sucedió con la desnuda, ya que sus rasgos genéricos son aquí aún más evidentes que en su compañera……(https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/la-maja-vestida/a3121efc-6924-454c-8a9f-e4320f26d3d0)..... Este lienzo, vinculado a La maja desnuda, se cree que pudo ser pintado unos años después que ésta.

La primera mención que se hace a este cuadro se remonta al año 1808 en el inventario que Frédéric Quilliet, agente de José Bonaparte, confeccionó sobre las propiedades de Manuel Godoy (Badajoz, 1767-París, 1851). En 1813, en el inventario de la incautación de los bienes de Godoy por el rey Fernando VII, se hace una referencia a las majas como gitanas.

La maja está tumbada sobre un costado en un sofá verde cubierto en parte con una colcha blanca y almohadones. Tiene las piernas ligeramente flexionadas y los brazos tras la cabeza. Está vestida con transparencias que se ajustan bajo el seno con un fajín de seda rosa y sobre los hombros lleva una chaquetilla amarilla con borlas negras. Calza unos chapines del mismo tono que la chaqueta. Bajo la cadera de la dama sobresale un objeto rojizo que algunos autores han interpretado como la empuñadura de una daga o puñal, aunque otros estudiosos creen que se podría tratar simplemente de abanico cerrado.

El artista hace uso de una mayor libertad pictórica en este cuadro con respecto a La maja desnuda, mucho más académica. Utiliza pinceladas sueltas y pastosas con las que se recrea en las vestiduras de la maja. Capta con habilidad las veladuras del tejido blanco que cubre su cuerpo y el brillo del fajín rosado y de los chapines. Se detiene en el encarnado del rostro y en los cabellos negros.

La postura de la maja delata ciertas concomitancias con otro retrato femenino de Goya, el de Joaquina Téllez-Girón y Pimentel, marquesa de Santa Cruz (1805, Museo Nacional del Prado, Madrid). Ambas están vestidas, casi caracterizadas, con los ropajes que quizá mejor podrían adaptarse a sus personalidades. La que aquí nos ocupa de maja y la marquesa de Santa Cruz de Erato, musa de la poesía amorosa. Ambas resultan seductoras por su postura y por su actitud que desafía al tradicional recato femenino, así como por la inteligencia y la intencionalidad de su mirada, que delata la personalidad decidida y activa de estas mujeres. En estos cuadros Goya demuestra que tanto o más seductora puede ser la inteligencia y la actitud de una mujer que su desnudez…..” (https://fundaciongoyaenaragon.es/obra/la-maja-vestida/581 ). También puede verse:

(https://www.rtve.es/alacarta/videos/mirar-un-cuadro/mirar-cuadro-maja-vestida-goya/1877190/);

(https://www.youtube.com/watch?v=jFJlQ6a_QvI, Manuela Mena. Fundación Amigos Museo del Prado)

La maja desnuda (325) – “….La primera mención que se tiene de su existencia es la cita del diario del grabador y académico Pedro González de Sepúlveda, de 1800, que la menciona en la colección de Godoy. En 1808, a raíz del Motín de Aranjuez y la abdicación de Carlos IV, el nuevo rey Fernando VII ordenó secuestrar los bienes del favorito. La sucesiva invasión francesa impidió llevar a cabo el inventario de los bienes y todo permaneció depositado en el «almacén de cristales» de la Real Academia de San Fernando de Madrid. Restablecida la Inquisición por el monarca al recuperarse la libertad, aquella confiscó el cuadro que seguramente estuvo en poder del Santo Oficio, hasta su definitiva desaparición. De nuevo fue llevado a la Academia y se colocó en una sala oscura, cerrada al público hasta fines del XIX. Ingresó en el Prado en 1901 y aparece citado en el catálogo de 1910 por primera vez.

Las famosas «majas» de Goya son obras míticas y polémicas, tanto por la fecha de su realización y la figura que reflejan, como por su primer propietario conocido, el destino que tuvieron y las críticas que han suscitado. Se han relacionado tradicionalmente con la duquesa de Alba, aspecto muy discutido también. En efecto, ni el rostro del personaje ni la actitud ni las fechas posibles parecen concordar, pero el enigma se mantendrá en tanto no aparezca una prueba fehaciente a favor o en contra de los orígenes de su creación y de los personajes que las suscitaron en todos los sentidos.

En ambas figuras sorprende la extraña cabeza, casi de maniquí, inexpresiva y pegada de manera ilógica a un tronco, con el que no parece tenga mucho que ver (las radiografías no indican que exista otra debajo del rostro). La fecha de realización parece que está entre 1797 y 1800. La técnica de la presente pintura recuerda obras goyescas anteriores a 1795 e incluso, precisando más, hacia 1790; en cambio la de la «vestida» parece algo posterior a 1800, entre 1802 y 1805. En ambos casos la datación se basa en el análisis de pinceladas, colores y modelado. ¿Acaso se encargó la segunda para ocultar a la primera? ¿Es el cuerpo de la desnuda el de la duquesa Cayetana? ¿Estuvo inicialmente en la colección de los Alba y al obtener Godoy la pintura ordenó éste al artista hacer la vestida? Las incógnitas no harán más que aumentar el interés por tan peculiares piezas. Tal vez se trate de una representación de la célebre Pepita Tudó, amante del valido con quien mantuvo peculiares relaciones, que llevaron a la dama incluso a ser ennoblecida años después: en 1807 recibió el condado de Castillofiel y contrajo matrimonio con Godoy en 1829, a la muerte de la condesa de Chinchón, esposa de éste.

Una cuestión que no se descarta es el hecho probado de que Goya buscase inspiración en el cuerpo de la duquesa de Alba para hacer desnudos femeninos tal y como cabe observar en el Álbum A ejecutado en Sanlúcar de Barrameda en la finca de la famosa dama; de hecho el cuerpo de la desnuda no se encuentra lejos del ideal de belleza femenina que la aristócrata encarnaba: tipo fino y elegante, huesos menudos, cintura breve y senos turgentes y distanciados.

Curiosamente Goya fue convocado por la Cámara Secreta de la Inquisición de Madrid para reconocer ambas obras, declarar si eran suyas, indicar el motivo de su creación y por cuenta de quién. Aquello ocurrió en 1815 pero nunca se ha sabido si Goya llegó a precisar todos estos extremos o no; sea lo que fuere, las incógnitas no han dejado de plantearse al respecto.

Posee una calidad tersa y aporcelanada, casi de esmalte; su concepto de perfección anatómica tiene más de obra académica que de mujer de carne y hueso. Nacarada y casi transparente, contrasta con el lugar tan exquisito donde se halla tendida, en el que brillan los blancos y azules con fina intensidad. Es casi neoclásica por su sentido escultórico y aunque responde al tipo femenino habitual en la producción de grabados y dibujos del maestro, es lo menos «goyesco» que pintó. Juan J. Luna…..” (https://www.almendron.com/artehistoria/arte/pintura/goya-realidad-e-imagen/la-maja-desnuda/, por Juan J. Luna). También puede verse:

(https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/la-maja-desnuda/65953b93-323e-48fe-98cb-9d4b15852b18);  (https://fundaciongoyaenaragon.es/obra/la-maja-desnuda/582);

(http://www.historiaespanaymundo.com/secciones/historia-moderna/quien-era-maja-desnuda);

(https://es.qwe.wiki/wiki/La_maja_desnuda);

Los caprichos (325) –  “….Los Caprichos de Goya ejemplifican un mundo en crisis, entendida esta idea en el sentido de cambio. Conceptualmente revelan las fisuras de una estructura sociopolítica basada en una anquilosada estratificación estamental, y de un sistema de valores fundamentado en el inmovilismo de las costumbres y la tiránica opresión religiosa de las conciencias. 

Estéticamente anticipan la sensibilidad moderna y el desplazamiento hacia un arte dominado por la subjetividad y la libertad creativa. Biográficamente, los Caprichos aparecen en una de las décadas más decisivas en la trayectoria vital y en la producción artística de Goya. Es por ello que las sucesivas generaciones de escritores, artistas e intelectuales de los dos últimos siglos no han podido sustraerse a su condición de símbolo: símbolo del fin del Antiguo Régimen, del cambio de gusto entre las estéticas clasicista y romántica, y de la crisis producida en la biografía y el arte de un creador universal.
La historiografía especializada en Goya ha establecido una secuencia de acontecimientos supuestamente determinantes de la creación de los Caprichos. Tal secuencia aparece caracterizada por un progresivo apartamiento del arte normativo con el consecuente acercamiento al dominio de la invención, unida esta nueva concepción del arte a los episodios biográficos de la grave enfermedad que le deja sordo, las relaciones íntimas con la duquesa de Alba y los vínculos de amistad con el círculo de intelectuales ilustrados. La conclusión es que Goya tenía necesidad de una serie de estampas satíricas que dieran respuesta múltiple a su percepción inventiva del arte, su progresivo aislamiento, su desconfianza del ser humano y sus inquietudes sociales de raíz ilustrada.
Se ha generalizado la deuda de Goya con el ambiente reformista de finales del Setecientos, aunque penetrada la actitud racionalista del autor por una profunda crisis física y emocional. La versión del artista filósofo ha tenido una enorme vigencia en la fortuna crítica de los Caprichos. De hecho, las estampas han sido entendidas como expresión ideológica del siglo de la razón, situándolas en el nivel de representación visual de un movimiento de índole filosófica, política y cultural.
El ideario de la serie se contextualiza dentro de una específica visión de la historia, según la cual el entorno cada vez más degradado de Carlos IV, María Luisa y Godoy generó una violenta contestación dentro y fuera de la corte por parte de los reformistas. La monarquía es colocada en la misma diana de los estamentos privilegiados y el pueblo, contra quienes supuestamente dirigen sus críticas Goya y la minoría ilustrada. Acorde con este discurso ideológico, el artista pudo idear su colección de estampas satíricas coincidiendo con un momento políticamente favorable, caracterizado por la constitución de un gabinete progresista con Jovellanos como Secretario de Gracia y Justicia, y Francisco Saavedra como responsable de Hacienda…..”
(http://www.realacademiabellasartessanfernando.com/es/goya/goya-en-la-calcografia-nacional/caprichos). También puede verse:

(https://ar.pinterest.com/secard101/los-caprichos-de-goya/);

(https://www.goyaenelprado.es/obras/lista/?tx_gbgonline_pi1%5Bgocollectionids%5D=26, J.M. Matilla);

(https://www.metmuseum.org/art/collection/search/380460);

(https://www.youtube.com/watch?v=Jv8uGe4z5QE, Telemadrid);

(https://www.youtube.com/watch?v=ZepGo-Do-2I, inesvigo):

https://www.youtube.com/watch?v=6OUmg_w0P_E, Ars District/Rocky Mountain PBS).

El marqués de Croix, Virrey de México (340) – “….Croix, Carlos Francisco de. Marqués de Croix. Lille (Francia), 1.I.1703 – Valencia, 28.X.1778. Capitán general, virrey de Nueva España. Nació en el seno de una familia de gran tradición militar y de servicio continuado a la Monarquía española. A los veintiún años entró en el Ejército y sirvió primeramente, gracias a su estatus nobiliario, en el Regimiento de Guardias Valonas, del cual pasó seguidamente a la Compañía Flamenca de Guardias de Corps, en el seno de la cual tuvo el privilegio de ser uno de los tres oficiales que quedaron exentos y acompañaron al infante Carlos —futuro Carlos III— desde España a su jornada en Parma, en el año de 1731. De Italia fue trasladado a Sevilla, donde se encontraba la Corte a dar la noticia el rey Felipe V de que el infante Carlos había quedado perfectamente instalado en el trono italiano. Ascendido a brigadier, ya como coronel comandó el Regimiento de Infantería de Flandes. Durante las dos guerras de Italia, entre 1740 y 1746, fue ascendido nuevamente a mariscal de campo y a teniente general. participó activamente en las jornadas de Pavía, sitio de Tortosa y Campo Santo. Al concluir esta contienda fue destinado al gobierno político y militar de Ceuta, para posteriormente asumir las comandancias militares de Andalucía y Galicia. Se encontraba en su destino de Galicia cuando recibió notificación del bailío Julián de Arriaga, a la sazón ministro de Indias, con fecha 5 de noviembre de 1765, por la que que se le notificaba el nombramiento como virrey de Nueva España en sustitución del marqués de Cruillas. Se procuró que partiera lo más rápidamente posible a su nuevo destino, ya que la sucesión del anterior virrey corría prisa ante el vacío de poder y las grandes dificultades, especialmente en el aspecto militar, que esperaban al nuevo virrey. Así, se trasladó a Cádiz ya en marzo de 1766, aunque no pudo partir hasta el 3 de mayo a bordo de El Dragón. Alcanzó finalmente el puerto de destino, Veracruz, el 10 de julio de 1766. Recibió instrucciones muy precisas del ministro de Indias para su gobierno, entre las que destacaban: promover el ramo de guerra, y en especial la fábrica de pólvora y fundición de artillería; establecer tropa reglada reformando las ya existentes según la disposición del visitador Juan de Villalba; formar un número apropiado de tropas de milicias que permitieran su extensión por todo el virreinato; aumentar la fortificación del puerto de San Juan de Ullúa; aumentar las rentas del erario público con las pertinentes órdenes de arreglo de los diferentes ramos de la hacienda, y mejorar la administración de los diferentes ramos fiscales. El comienzo de su mandato coincidió con la visita de José de Gálvez al virreinato, con quien en un principio no pareció llevarse muy bien, dado que se recibieron noticias en España acerca de la poca coordinación entre ambos. El Rey les ordenó llevar la armonía a sus relaciones para lograr los máximos beneficios de los diferentes objetivos. Coincidió su gobierno, pues, con una de las etapas más difíciles e interesantes del virreinato novohispano, ya que Carlos III estaba deseoso de evitar un nuevo enfrentamiento con Inglaterra, lo que no evitaba que ordenara mantener listas y dispuestas las fuerzas armadas en todo el Caribe español ante cualquier eventualidad.…..Desde agosto de 1766 a septiembre de 1771, se llevan a cabo en Nueva España cinco empresas de particular interés y que sitúan en lugar muy destacado la época del gobierno del marqués de Croix. Éstas son la culminación de la visita de José de Gálvez, la expulsión de los miembros de la Compañía de Jesús, la ejecución de la expedición militar de Sonora, la ocupación de la Alta California y el IV Concilio Mexicano….

Diez días después de publicarse la expulsión general de los jesuitas del virreinato, se tenían en México claras noticias de la resistencia con que para la ejecución de esta orden se tropezaba en determinados lugares de Nueva España. Sin mayor demora, Croix dispuso con Gálvez la salida de este último de la capital con setecientos hombres de tropa para apoyar con las armas la ejecución de las decisiones del Rey…..

 A principios de 1771, tanto Gálvez como Croix se preparaban ya para acabar sus misiones en el virreinato, en espera el primero de un buen recibimiento en la corte, y el segundo de un incierto destino, ya que los problemas que había tenido que lidiar le habían puesto ante uno de los retos más difíciles del virreinato en el siglo xviii. En agosto del mismo año le hizo entrega al virrey entrante, Bucareli, del mando del virreinato, él salió de México el 21 de septiembre de 1771. Después de ciertas demoras, llegó a Cádiz el 20 de mayo de 1772. Como era costumbre, se le abrió juicio de residencia, al tiempo que entregaba al Rey un amplio memorial sobre los acuciantes problemas de la hacienda y los aspectos más destacados de su gobierno. Carlos III consideró que, pese a algunos aspectos manifiestamente mejorables, había cumplido con creces su difícil mandato. En septiembre de 1774, mientras aún esperaba el dictamen del Consejo de Indias sobre su gobierno, recibió, en atención a sus servicios, un abono de doce mil pesos. Fue nombrado mientras tanto como máximo responsable de la Capitanía General de Valencia, en cuyo ejercicio murió el 28 de octubre de 1778…..” (http://dbe.rah.es/biografias/15135/carlos-francisco-de-croix). También puede verse:

 

 (http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=croix-carlos-francisco-de);

(https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1870906014724495, por Antonio Rubial García);

(https://www.pinterest.com/framefocusandcl/virreyes-de-nueva-espa%C3%B1a/);

(https://www.pinterest.es/pin/496592296404473143/);

Apéndice

Quiénes eran los hispanoamericanos? (335, 336, 344, 345) –

La sociedad colonial hispanoamericana

EN: https://sites.google.com/view/pensamientogeografico/segundo/historia/am%C3%A9rica/la-colonizaci%C3%B3n-espa%C3%B1ola-en-am%C3%A9rica/la-sociedad-colonial-hispanoamericana

"….La sociedad colonial hispanoamericana estaba integrada por tres diferentes grupos: los que estaban en América (los indígenas), los que llegaron voluntariamente (los españoles) y los que fueron obligados a venir (los africanos). Cada uno de estos grupos aportó diversas vivencias culturales, tenía distintos objetivos económicos y fue considerado diferente del punto de vista jurídico. Además de los tres grupos originales, pronto se desarrolló en América un cuarto grupo producto de las uniones legales o ilegales entre ellos: los mestizos.

Una caracteristica que debemos destacar de esta sociedad es su gran heterogeneidad: entre los grupos, porque cada uno estaba sometido a distintas leyes y obligaciones; entre regiones, porque algunas estaban más densamente pobladas y otras prácticamente deshabitadas; y también del punto de vista económico, ya que cada zona era considerada de modo diferente, de acuerdo a su producción, a la importancia que ésta tenía para la Corona española y a la riqueza que generaba.

Se ha calculado que la población indígena americana a fines del siglo XV oscilaba entre los 40 y 50 millones de personas, distribuidos en forma desigual. Las zonas más densamente pobladas correspondían a las regiones de Mesoamérica y los Andes Centrales. Las áreas de escasa densidad de población correspondían a los territorios que hoy conforman Paraguay, Venezuela y las Antillas. Por último las zonas con menor cantidad de población se encontraban en el Río de la Plata y el sur del continente.

El número de indígenas descendió drásticamente desde los primeros momentos de la conquista. Las enfermedades, las guerras de conquista, los duros sistemas de trabajo y hasta los abortos y suicidios provocaron esta crisis demográfica.

Por otra parte, el número de españoles y criollos, muy pequeño en el siglo XV, apenas cien mil personas, aumentó significativamente hasta superar los tres millones de personas a fines del período colonial. Más específicamente fue el aumento de mestizos. En 1650 se calcula que había casi 600.000 mestizos y llegaron a ser más de cinco millones en 1825. Los africanos, ya fueran esclavos o libres, eran muy pocos en el siglo XV; en 1650, 715.000 aproximadamente y en 1825, casi dos millones"……” https://sites.google.com/view/pensamientogeografico/segundo/historia/am%C3%A9rica/la-colonizaci%C3%B3n-espa%C3%B1ola-en-am%C3%A9rica/la-sociedad-colonial-hispanoamericana

La sociead colonial

EN: http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-545651.html

“…La sociedad colonial en Chile era estamental, es decir, presentaba una escasa movilidad social y estaba conformada en orden jerárquico por los conquistadores españoles, sus descendientes (criollos), las y los mestizos, la población indígena y los esclavos.

Los españoles, con el pasar del tiempo, se transformaron en una elite militar que traspasó su poder mediante las encomiendas. En la zona norte se dedicaban principalmente a las encomiendas y las actividades mineras, mientras que en la zona centro sur conformaron una elite encomendera de rasgo ganadero y agrícola.

El sector intermedio de la escala social fue más heterogéneo. En él se agruparon principalmente mestizos (descendiente de españoles e indígenas) que se dedicaron a la minería en el Norte Chico, a la artesanía, al comercio o bien eran dueños de haciendas de menor tamaño en la zona centro sur.

El estamento inferior de la pirámide social estaba formado por los indígenas, negros, mulatos (hijos de progenitores de raza blanca y negra) y zambos (de padres indígenas y negro).

Para que este orden social se mantuviera fue fundamental que cada individuo ocupara el lugar que le estaba asignado, por lo que las uniones interestamentales se prohibieron a través de diversas normativas y discursos que regularon el comportamiento y aseguraron que mantuvieran los roles designados. Sin embargo, este empecinamiento por ordenar las castas en categorías estáticas se enfrentaba con una realidad social heterogénea y con ciertas fronteras más bien difusas. Así, los individuos transitaron entre los estamentos a través de distintos mecanismos como el uso de vestimentas de otros estamentos, el matrimonio con mujeres criollas, el avance en carreras burocráticas o la solicitud formal de reconocimiento del vínculo como hijo o descendiente de españoles.

A su vez, mujeres y hombres de la nobleza intentaron sortear las múltiples normas que estructuraban su estamento, vistiéndose como indígenas para poder salir en las noches o acceder a lugares que no estaría bien visto que asistieran…..” (http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-545651.html). También puede verse: https://www.mtholyoke.edu/acad/latam/castas25.html);

(https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-45439574, por Luis Barrucho)

(https://www.elsevier.es/es-revista-peninsula-108-resumen-el-mundo-hispanoamericano-colonial-en-S1870576617300168, por Cristina Beatriz Fernández)

 

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