En pocas palabras. Javier J. Jaspe
Washington D.C.
La serie que continuamos hoy ha sido inspirada por un importante libro del renombrado autor mexicano, Carlos Fuentes, fallecido en 2012, considerado por muchos como una obra capital para el conocimiento de la historia y cultura latinoamericanas. Me refiero a El espejo enterrado, con el cual Fuentes aporta su luminosa y aleccionadora visión de los primeros 500 años transcurridos desde el descubrimiento de América por Cristobal Colón en 1492. Esta obra fue publicada en su primera edición en México en 1998 y la que utilizamos corresponde a la décimacuarta reimpresión (Taurus bolsillo), junio 2005, 590 páginas.
El objetivo de la serie no es realizar un análisis
de este libro, sino el de aportar breves textos adicionales encontrados en
Intenet, sobre temas y personajes mencionados en el mismo, en las páginas que se
indican entre paréntesis al lado de cada tema o personaje. Otros temas y
personajes podrán agregarse, caso en el cual se mencionará al lado: (jjj). Los
textos de Internet se transcriben en itálicas, en español o inglés, según sea
el caso, con indicación de su fuente. Este nonagésimo quinto artículo se
refiere a temas y personajes que van desde Vicente Guerrero (1782-1831) hasta
Antonio López de Santa Anna (1794-1876). Veamos:
Vicente Guerrero (México) (387, 388) – “…Nacido en Tixtla –actual
estado de Guerrero– el 10 de agosto de 1782 y fusilado
en Cuilapan –Oaxaca– en 1831. Siendo aún muy
joven, Vicente Guerrero se
dedica a la armería y al movimiento de la Independencia. Desde el
principio destaca como militar en 1812 en la batalla de Izúcar (Puebla)…..
Luego
acompaña a José María Morelos en la toma de Oaxaca y recibe de
éste la encomienda de organizar la rebelión en el sur de Puebla. Fabrica pólvora, funde
artillería y engrosa sus tropas, lo que le vale sonados triunfos militares…..
En 1815
conduce y resguarda al Congreso de Chilpancingo a Tehuacán. Después de la
muerte y la prisión de los principales caudillos, Vicente Guerrero continúa
atacando a los realistas. En 1818 derrota a Armijo y
obtiene un cuantioso botín de guerra que le permite armar un ejército para
reinstalar el gobierno creado por Morelos. En 1819,
el virrey Apodaca envía al padre de Guerrero a convencerlo de deponer las armas
a cambio de grandes privilegios, pero el caudillo se niega….
Es
entonces cuando el virrey pide a Agustín de Iturbide, entonces realista, que vaya a ofrecerle el
indulto. Sin embargo, éste propone a Vicente Guerrero reconocer
la independencia de México. Esto a cambio de instaurar una monarquía
constitutiva con el reconocimiento de la igualdad entre todos los mexicanos y
la declaración de la fe católica como única religión….
Vicente
Guerrero e Iturbide se entrevistan y luego proclaman el Plan de Iguala quedando Iturbide como jefe del Ejército Trigarante. En
1823, al ser depuesto Iturbide, Guerrero forma parte como suplente del Triunvirato que asume el poder
ejecutivo. Se convierte en cabeza del Rito Yorkino y en
1828 se suma al Plan de la Acordada para destituir al presidente Manuel Gómez
Pedraza……
El
congreso lo nombra Presidente de México en enero de 1829. Este cargo solo lo
ocupa durante ocho meses. Sin embargo, en este lapso afronta graves problemas
como el suscitado por la expulsión de los españoles de México. Otros fueron el
ofrecimiento de Estados Unidos para comprar Texas –el cual rechazó– y la guerra
civil de Yucatán……
En 1830 el congreso lo declara “imposibilitado para gobernar la
República”, por lo que Guerrero se marcha al sur. El 15 de
enero de 1831 es invitado a comer abordo del bergantín El Colombo,
anclado en Acapulco. Ahí, el marino genovés Francisco Picaluga lo
toma prisionero y lo lleva a Huatulco (Oaxaca) para entregarlo.
Es conducido a la Capital del estado donde se le forma consejo de guerra y se le condena a muerte. La frase “la Patria es primero” respuesta de Vicente Guerrero a su padre ha pasado a la historia al igual que este destacado héroe de la consumación de la Independencia…..” (https://www.mexicodesconocido.com.mx/vicente-guerrero.html). También puede verse:
(https://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/guerrero_vicente.htm);
(https://www.youtube.com/watch?v=16aJ5LnZFXw, Imagen
Noticias);
(https://www.britannica.com/biography/Vicente-Guerrero);
(https://www.historiademexicobreve.com/2018/05/quien-fue-vicente-guerrero-biografia-corta.html);
(https://relatosehistorias.mx/nuestras-historias/vicente-guerrero-es-fusilado);
(https://www.mexicodesconocido.com.mx/vicente-guerrero-biografia.html);
(https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/660/Vicente%20Guerrero).
Robespierre (385) – “….Maximilien Robespierre fue uno de los políticos más destacados de la Revolución Francesa de 1789. Al principio de su carrera se caracterizó por su postura democrática y tolerante pero siendo el líder de los jacobinos consiguió alzarse con el poder en Francia y establecer una dictadura del Terror, donde mandaba de forma intransigente sobre todos sus compañeros. Al final, la justicia de la Convención quiso que muriera guillotinado, de la misma forma que, años antes, él había terminado con aquellos que se habían alzado contra su reinado de terror.
Robespierre nació el 6
de mayo de 1758 en Arras (Francia) en el seno de una familia acomodada. Esto le
permitió realizar los estudios de Derecho y convertirse en jurista. Su primer
cargo fue el de Juez Criminal de la Diócesis de Arras, aunque también ejerció
de defensor legal de aquellos que menos recursos tenían. Esto, junto a la
oposición que sentía frente a la pena de muerte y la notoriedad que empezó a
acumular como escritor, le colocó como uno de los abogados más prominentes de
Arras.
Viendo que tenía
un gran respaldo popular, se presentó a las elecciones de los Estados
Generales en abril de 1789 y consiguió ser elegido como quinto
diputado del Tercer Estado en Artois. Su primera etapa
como político se caracterizó por ser un orador convencido y llegó a realizar
más de 150 discursos. No obstante, no logró imponerse a la asamblea
constituyente, de la que fue uno de los pocos miembros demócratas.
Con el paso de los
días, fue tomando una postura cada vez más extremista. Se vio que
tenía grandes influencias del pensamiento de Rousseau y que estaba convencido
de que lo primordial era proteger las necesidades del pueblo y luchar contra el
Partido aristocrático. Esto le permitió animar el “club de los jacobinos”,
grupo que acabaría liderando a partir del verano de 1792.
Debido a su vida
sencilla, fue calificado de “incorruptible” por muchos de sus rivales.
Denunció el conflicto de Francia con Austria de 1792 y se declaró “enemigo
de la guerra”.
En las
elecciones a la Convención Nacional que se
realizaron por sufragio universal en septiembre de 1792, fue elegido diputado
por París y perteneció a los llamados “montañeses”, que se llamaban
así por tener los escaños en la parte alta del hemiciclo. Los montañeses
votaron a favor de la ejecución del rey y empezaron a realizar una campaña de
desprestigio contra los girondinos.
Robespierre adoptó
como objetivo principal luchar contra el girondino Brissot y aquellos que les
apoyaban. Gracias al apoyo de la Comuna de París y
de las asambleas de sans-culottes de los distritos de la capital francesa,
consiguió que fueran excluidos en mayo de 1793.
Sin embargo, la
situación de la República en 1783 era extremadamente
grave: acosada desde el extranjero y con revueltas en el interior. Para
combatir este escenario, Robespierre declaró la necesidad de tener
un poder dictatorial centralizador, basado en la virtud y
en el terror. La Asamblea decidió entonces la creación del llamado
Comité de Salvación pública, un organismo dotado de poderes especiales para
luchar contra todas las amenazas que se le presentaban.
El 27 de julio
de 1793, Robespierre entró a formar parte del Comité y
mostró sus cualidades de estadista. Sembrando el terror y el miedo a que los
extremistas fueran agentes enemigos, convenció a la Convención de que les
concedieran el poder ejecutivo. A partir de aquí comenzaría la etapa más negra
de la Revolución Francesa. Primero se produjo la eliminación de los exaltados
(o hebertistas) en marzo de 1794, y después de los moderados (o dantonistas) en
abril de ese mismo año.
A finales de
1794, Robespierre ya ejercía como portavoz del poder
ejecutivo triunfador y se convirtió en el dueño de Francia. Durante su
dictadura reforzó el régimen del Terror e impuso a los franceses el culto del
Ser supremo. Después de la victoria de Fleurus el 26 de junio de 1794, que alzó
nuevamente a la Francia revolucionaria, su duro régimen se hizo intolerable por
la ciudadanía.
El 27 de julio
de 1794, Robespierre, su hermano Agustín y sus amigos,
entre los que se encontraba Saint-Just, fueron arrestados
por la Asamblea en el llamado “Golpe de estado termidoriano”. Aunque
la Comuna se sublevó a favor de Robespierre, la
Convención fue implacable: le detuvo y fue guillotinado…..”
(https://redhistoria.com/robespierre-y-su-dictadura-del-terror/, por Víctor
Muñoz Fernández). También puede verse:
(https://www.biografiasyvidas.com/biografia/r/robespierre.htm);
(https://okdiario.com/curiosidades/robespierre-biografia-del-lider-instauro-terror-francia);-1668046
(https://www.elviejotopo.com/autor/maximilien-robespierre/);
(https://elpais.com/cultura/2012/11/21/actualidad/1353527310_172046.html, por Jesús Ruiz
Mantilla);
(https://www.youtube.com/watch?v=MtBMspnrQHk&list=PLPtSy4kHqJ-lD5mf56-crSxxMmgonQzGY&index=21&t=0s&app=desktop, por Anthony
Pascal).
Gobiernos librales centralistas vs caudillos provincianos (387) - “….La figura de los caudillos puebla la historia, la leyenda y el imaginario político latinoamericano. El siglo XIX es pródigo en este tipo de dirigentes: Antonio López de Santa Anna, José Manuel de Rosas, Francisco Solano López, José Gaspar Rodríguez de Francia... El siglo XX tiene también una galería nutrida de caudillos: Porfirio Díaz y Álvaro Obregón en México; José Domingo Perón, "El Conductor de Argentina"; Getúlio Vargas, fundador del Estado Novo en Brasil, y hasta Rafael Trujillo, "El Benefactor" de los dominicanos; y la lista no se agota. El siglo XXI cuenta con Hugo Chávez, quien ha puesto al día el caudillismo latinoamericano, y de quien hoy, pese a muchos, solamente se puede hacer un balance provisional. Cada uno de los caudillos tiene su propio estilo, y no todos deben ser medidos con el mismo rasero. Algunos han sido dictadores a secas, como Santa Anna y Díaz; otros, razonablemente democráticos, como Hipólito Irigoyen –la figura sobresaliente en la Unión Cívica Radical durante el primer tercio del siglo XX, y derrocada por el general José F. Iraburu.1
El origen de la
palabra caudillo viene del diminutivo latino caput, que significa
"cabeza", "cabecilla", y aunque no existe una definición
actual única e incontrovertible, tanto en términos académicos como populares el
término evoca al hombre fuerte de la política, el más eminente de todos,
situado por encima de las instituciones de la democracia formal cuando ellas
son apenas embrionarias, raquíticas o en plena decadencia. Caudillismo e
institución democrática son elementos situados en los extremos de una línea
ascendente de la evolución política en donde el primero sería el "más
primitivo" y el segundo el "más desarrollado".
El término
"caudillo" es tan elástico a la hora de su uso, que se refiere a una
cantidad de personalidades similares pero con grandes diferencias. En este
sentido, "caudillos" han sido Villa y Zapata; Morazán y Sandino; Páez
y Moreno; Santa Anna, Obregón y Díaz; De Rosas y Rodríguez de Francia; Perón y
Vargas; Trujillo y Stroessner, y tantos otros que no escaparon al título –que
parecía agradarles– y que a ojos de seguidores y detractores adquiría
características que los enaltecía o los denostaba, según el caso. Aunque tal
elasticidad del término podría dar lugar a discusiones interminables sobre lo
que exactamente es y no es un caudillo, ello es un obstáculo menor en el
abordaje del tema, como si habláramos de otros temas poliédricos como la
democracia o el nacionalismo. Baste decir, entonces, que cuando nos referimos
al caudillo, señalamos a quienes ejercen un liderazgo especial por sus
condiciones personales; que surge cuando la sociedad deja de tener confianza en
las instituciones. Pesa más que sus propios partidos, tanto que a veces los
aplastan…..
(http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-77422007000100002, por Pedro Castro)…..
…..Todo
parece indicar que en América Latina ni los procesos independentistas, ni las
"revoluciones" posteriores lideradas por fuertes caudillos militares,
generaron cambios sustantivos en las sociedades. En otros términos, las
transferencias de autoridad política nunca lograron superar la formalidad y -en
este sentido- no supusieron rupturas con regímenes anteriores. La separación de
la Corona Española en ningún momento logró que los territorios americanos que
estaban a su cargo lograran pensarse como comunidades políticas autónomas,
capaces de fundar nuevamente sus destinos. La continuidad de las prácticas
sociales y de muchas de las dinámicas de funcionamiento económico, estuvo
acompañada de la permanencia de prácticas políticas que aunque en cada proceso
de transferencia formal de la autoridad adquirieron nuevos sentidos, nunca
dejaron de tener los mismos supuestos e implicaciones…..
La permanencia de estas y otras prácticas, en su mayoría asociadas a situaciones y actitudes personalistas, excluyentes, jerárquicas y corporativas, va a estar en contraposición directa con las iniciativas y deseos del proyecto político de las elites decimonónicas con una orientación ideológica liberal. Durante la segunda mitad del siglo XIX, una buena parte de los intelectuales de América Latina le apostó a la construcción de un modelo político inspirado en las ideas de la democracia, del imperio de la ley, de la ciudadanía, de la competencia y, por tanto, de la participación. Estas elites liberales encontraron en la organización política de los países "civilizados" la representación perfecta de un régimen caracterizado por el pluralismo y promisorio del progreso, e introdujeron con fuerza en Latinoamérica las ideas del constitucionalismo y del gobierno representativo. Así mismo, se presentaron en la escena política de los estados en construcción, defendiendo el ejercicio de la ciudadanía como el único principio capaz de sustentar la existencia de un gobierno legítimo…. Sin embargo, más allá de las confrontaciones permanentes con sectores conservadores defensores de los principios políticos rectores de una "España imaginaria también, modelo de orden y estabilidad, de vida católica y tradicionalista", la propuesta liberal no logró contar con márgenes reales de aplicabilidad…. Generalmente, después de un experimento más o menos extendido de gobiernos populares, diferentes formas de autoritarismo reemplazaron al liberalismo como forma de gobierno….” (https://journals.openedition.org/revestudsoc/28633, por Laura Pizano). También puede verse:
(https://adhilac.com.ar/?p=2052, por Luis Vitale); (https://www.britannica.com/place/Latin-America/Disorder-and-caudillismo); (https://www.scielo.br/scielo.php?pid=S2236-46332018000200041&script=sci_arttext, por Eduardo Hodge Dupré); (https://www.jstor.org/stable/41390979?seq=1, por Claudio Véliz); (https://www.redalyc.org/pdf/2739/273957284008.pdf, por Jorge Chaires Zaragoza); (http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-91932018000100003, por Raúl Zamorano Farías); (http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1794-88862015000300002, por Mu-Kien Adriana Sang Ben); https://nexus.univalle.edu.co/index.php/nexus/article/view/8191/11196, por Alejandro Alzate Méndez).
Las estancias…el sistema estanciero….latifundista….(388) - “…..La palabra estancia se usa en Argentina, Uruguay, Paraguay y en el sur de Chile para designar una vasta explotación agrícola, bastante similar a la noción de rancho en America del Norte. En el resto de America del Sur se habla de hacienda, o fazenda en Brazil.
Las primeras estancias, como las chacras, aparecieron en Argentina en el
siglo XVI durante la colonización española. Los conquistadores y
exploradores se veían recompensados por el rey con mercedes de grandes
cantidades de tierras llamadas suertes. Tomaban esas tierras como premio o
pago por sus esfuerzos ; de allí proviene el termino « pagos »
comúnmente utilizado hoy en día, para indicar su ubicación o su lugar de
origen. En San Antonio de Areco por ejemplo, a los aldeanos les gusta hablar de
sus Pagos de Areco para designar a su tierra natal.
Las suertes de chacras eran destinadas a la agricultura,
mientras que las suertes de estancias se especializaban en la
ganadería. Una suerte de estancia tenia que tener, como mínimo,
medidas de una media legua de frente por legua y media de fondo, es decir
alrededor de 2025 hectáreas. Esta superficie estaba calculada para alimentar
con pasto natural de 800 a 1.000 cabezas de ganado vacuno de cría o sea un
promedio de 2 a 2,5 hectáreas por cabeza. Pero algunas estancias tenían hasta
250 000 hectáreas !
Originalmente, las estancias criaban principalmente ovejas,
para la lana, pero también vacas con el fin de explotar la carne, la grasa y el
sebo. Este ultimo, producto residual obtenido por fusión de la grasa
animal, servía en la preparación de jabón, que además de su función para la
limpieza, se utilizaba para suavizar y impermeabilizar el cuero.
La asignación de estos territorios a unos pocos afortunados, y luego,
pasados de generación en generación dentro de la misma familia por el juego de
la herencia, contribuyó a la aparición en Argentina de una gran
aristocracia de terratenientes. Esta aristocracia existe todavía,
tales como por ejemplo las familias Echagüe, Andía, Fernández Montiel, Arias
Montiel, Vera Mujica y Maciel en la provincia de Santa Fe.
Estas tierras recientemente ocupadas por los criollos en el siglo XVIII,
todavía estaban pobladas por diversas tribus indias como
los tehuelches, los mapuches o los araucanas. La resistencia indígena no fue pacífica
y los estancieros tenían que organizarse contra sus regulares ataques,
construyendo enormes fosas alrededor de sus propiedades y colocando cañones.
Durante todo el periodo colonial, las chacras superaban en número a las
estancias, pero a partir de 1820 la tendencia se invierte. De hecho, es en esta
época que las grandes explotaciones exportadoras crecen en el país. En
1850, las estancias ganaderas habían adquirido la totalidad del campo argentino,
mediante la modernización: instalación de alambrado, compra de maquinaria para
esquilar ovejas, construcción de corrales establos.…
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, el fenómeno se
invierte de nuevo. A través de la venta de parcelas de terrenos y de sucesivas
herencias, las propiedades se dividen y el tamaño de las estancias se
reduce. Los grandes terratenientes, con el fin de aprovechar mejor
sus explotaciones, también van a arreglar contratos de aparcería con los
gauchos que poco a poco se convirtieron en sedentarios, dejándoles parcelas de
tierra. El estanciero estaba a cargo de la comercialización, mientras
que el gaucho se ocupaba de la producción para luego recibir parte de los
beneficios; la mitad, la tercera o la cuarta parte de acuerdo con los
contratos. Este es también el momento en que la producción de las
estancias empieza a ser mixta, combinando, en las Pampas, la
producción de granos con el ganado, mientras que al mismo tiempo la cría de
ovejas crece en Patagonia.
Hoy muchas estancias siguen funcionando en todo Argentina. Cerca
de San Antonio de Areco se encuentran algunas de las estancias mas antiguas del
pais. Algunas de ellas, desde hace unos años, abren sus puertas a los
viajeros, ofreciendo la posibilidad, durante un dia o una corta estadía, de
descubrir las ricas costumbres y tradiciones del campo Argentino….”
(https://arecotradicion.com/noticias/historia-de-las-estancias/). También puede
verse:
(https://www.jstor.org/stable/2503579?seq=1, por Jorge
Gelman);
(https://sites.google.com/site/historiaconcreta/5o/el-latifundio-y-sus-problemas-en-la-banda-oriental);
Santa Anna (México) (387, 396, 397, 401, 402, 422) – “…Antonio López de Santa Anna, nace en 1794 en Jalapa, Veracruz. Muy joven ingresa a las tropas realistas destacándose por su valor. En 1821 Santa Anna se une a los insurgentes del Plan de Iguala. Derroca a Iturbide en 1823 con el Plan de Casamata. A partir de entonces toma parte en todos los acontecimientos políticos de la caótica vida independiente de México. Se une sucesivamente a liberales y conservadores, en elogiado perseguido y sufre el destierro en varias ocasiones. En 1835 interviene en la guerra con Estados Unidos al mando del ejército mexicano, pero es hecho prisionero en San Jacinto después de haber obtenido algunos triunfos militares (toma de El Álamo).
Antonio López de Santa Anna es remitido a México donde lo
reciben con entusiasmo. En 1838 de nuevo encabeza el ejército contra los
franceses en la Guerra de los Pasteles.
Ocupa la presidencia de México en 11 ocasiones y se autonombra dictador en 1853
con el título de Alteza Serenísima y Dictador
Vitalicio, pero el alza desmedida de impuestos y la venta a Estados Unidos de La Mesilla (un millón de kilómetros
cuadrados entre Sonora y Chihuahua) le ganan en
impopularidad y marcan su decadencia. Un grupo de adversarios políticos lanza
el Plan de Ayutla en 1854 por lo que Santa Anna
renuncia y se refugia en La Habana….”
https://www.mexicodesconocido.com.mx/antonio-lopez-de-santa-anna.html....Al estallar la
guerra entre México y Estados Unidos por la anexión a este país de la antigua
provincia mexicana de Texas (independiente desde 1836), Antonio López de Santa
Anna fue llamado por el presidente Valentín Gómez Farías y regresó de su exilio
en Cuba para dirigir las hostilidades; durante la Guerra
Mexicano-Estadounidense (1846-1848) volvería a ostentar la presidencia en 1847,
en dos breves periodos.
Santa Anna, que se veía a sí mismo como el Napoleón de América, se negó desde el principio a negociar con Estados Unidos a pesar de su situación de inferioridad; los medios y organización del ejército mexicano eran obsoletos comparados con el estadounidense. Incapaz de frenar los avances norteamericanos, y perdiendo una batalla tras otra, provocó así la invasión estadounidense de Veracruz, Jalapa y Puebla (1846). En septiembre de 1847 evacuó la capital y, completamente derrotado, tuvo que aceptar el Tratado de Guadalupe-Hidalgo (1848), por el que México perdió casi la mitad de su territorio: a la definitiva pérdida de Texas hubo que sumar la de California, Arizona, Nuevo México, Nevada, Colorado y Utah….. https://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/santa_anna.htm).....
La noche del 20 de julio de 1876, Antonio López de Santa Anna murió…En ese año moría el emblema de un México que estuvo a punto de desaparecer y un México que nacía. En 1876 termina lo que se conoció como República Restaurada. Empezaba el Porfiriato y en la Ciudad de México el sueño de París, las grandes avenidas, las nuevas colonias a donde mudaron sus posibles las familias porfirianas. Algo de todo ese viento de cambio terminó en la casa en la cual murió Antonio López de Santa Anna….” (https://www.cdmx200lugares.com/casa-donde-murio-antonio-lopez-de-santa-anna/#.YcyW5mjMJpk).
También puede verse:
(https://www.history.com/this-day-in-history/general-santa-anna-dies-in-mexico-city);
(https://www.britannica.com/biography/Antonio-Lopez-de-Santa-Anna);
(http://www.sonsofdewittcolony.org//santaanna.htm);
(https://sites.google.com/site/gobiernodesantaanna/);
(https://www.cah.utexas.edu/exhibits/Pena/spanish/exhibit7.html);
(https://www.elfinanciero.com.mx/culturas/santa-anna-no-fue-un-traidor-y-el-explica-por-que);
(https://www.pbs.org/weta/thewest/people/s_z/santaanna.htm);
(https://www.tshaonline.org/handbook/entries/santa-anna-antonio-lopez-de, por Wilfred H.
Calleol);
(https://www.milenio.com/cultura/169-anos-mexico-cedio-mitad-territorio-eu).
Apéndice
Latinoamérica es una región de caudillos más que de líderes, por Manuel Alcántara
25 de noviembre de 2020
“…En una entrevista concedida a un diario madrileño el pasado 9 de octubre Lula da Silva manifestaba con énfasis: “Mira, en España, el presidente puede permanecer lo que quiera, Felipe González estuvo 12 años. O mire a [Ángela] Merkel o Margaret Thatcher. ¿Por qué en el sistema presidencialista no se puede estar más de ocho años?” Se trata de un argumento cuanto menos ingenuo que se ha venido repitiendo en los últimos años incorporando los mismos ejemplos del parlamentarismo europeo y que se enraíza en un asunto añejo en la política latinoamericana en torno a la cuestión de la reelección presidencial y al consiguiente estilo caudillista. Algo tan señero que estuvo en gran medida en la base de la Revolución mexicana en 1910 cuando el grito de “sufragio efectivo y no reelección” movilizó a la sociedad mexicana para poner punto final al régimen de 35 años liderado por Porfirio Díaz.
La
cuestión de la reelección en cualquier tipo de régimen, y con relación a no
importa qué cargo, tiene que ver fundamentalmente con dos aspectos de
naturaleza diferente. El primero se refiere al hecho de que la elección se
realice de manera directa o no por parte del electorado, mientras que el
segundo concierne al carácter y a la forma de conducción de las personas que se
someten a la renovación de su cargo.
Una
elección directa del electorado, como sucede en los regímenes presidenciales,
confiere a la persona electa una enorme dosis de legitimidad que se concentra
estrictamente en su persona. Solo mecanismos extraordinarios pueden abrir un
juicio político antes causales muy concretas por parte del legislativo -para lo
cual se requiere una mayoría claramente opositora de la jefatura del Estado-
como aconteció en Brasil con Dilma Rousseff en 2016 o hace unos días en Perú.
También, en muy pocos países, un complejo proceso de revocatoria popular puede
poner fin a la carrera política presidencial como se intentó en Venezuela
cuando se interpuso este mecanismo sin éxito para deponer a Hugo Chávez en
2004.
Sin
embargo, en una elección indirecta, como es el caso de los regímenes
parlamentarios, el electorado elige a una cámara que, sucesivamente y en
función de las mayorías que allí se articulen, vota a la persona que ocupará la
presidencia del gobierno. En este caso, aunque pudiera llegar a tener un poder
similar al que gozan quienes tienen su rango bajo el presidencialismo, su
futuro no está garantizado.
En
efecto, puede ser derrocada durante su mandato por decisión de su propio
partido, como ocurrió con la propia Margaret Thatcher cuando el partido
Conservador la reemplazó en medio de su mandato por John Major en 1990. O
porque triunfase una moción de censura gestada en el propio Parlamento como
acaeció en España en 2018 cuando Mariano Rajoy debió ceder ante Pedro Sánchez.
Con
independencia del mecanismo institucional diferente que hay en ambos tipos de
regímenes, un elemento complementario que ha venido teniendo una relevancia
notable es el sistema de partidos existente en lo que se refiere su grado de
institucionalización. Así como a otra dimensión como es la cohesión interna que
tienen que se refleja en la disciplina de sus miembros y en la solidez
compartida de sus ideas. Normalmente, la evidencia muestra que los regímenes
presidencialistas tienden a tener partidos menos institucionalizados y poco
cohesionados que en los de naturaleza parlamentaria (aunque Uruguay sea una
excepción a esta relación).
El
segundo aspecto que hay que tener en cuenta se refiere al perfil y al talante
de quienes buscan la reelección, algo muy vinculado a un aspecto de la
naturaleza humana muy presente en la figura del personal político como es la
ambición. Una pulsión que en el ámbito de la dominación Max Weber teorizó con
precisión al referirse a tres modelos. Dejando de lado el concerniente a la
dominación tradicional, la cuestión se centra en la contraposición entre la de
carácter carismático frente a la de signo legal-racional. Mientras que la
primera se relaciona con una relación afectiva entre la gente y el liderazgo y
la consideración por parte de este de su potencial salvífico e imprescindible,
la segunda atiende a unas reglas acordadas y aceptadas por la comunidad.
Este
aspecto toca, por tanto, la línea medular del poder y el papel que desempeña en
su seno el liderazgo. Los últimos veinte años en América Latina han
testimoniado una profusión de líderes inasequibles a dejar el poder convencidos
de ser irremplazables en la conducción de distintos procesos en los que
tuvieron un papel protagónico sobresaliente en sus inicios. Los casos de Daniel
Ortega, Hugo Chávez, Néstor Kirchner, Uribe, Leonel Fernández, Lula da Silva,
Cristina Fernández, Juan Orlando Hernández y Evo Morales son paradigmáticos. Este
último violentó la decisión popular que le negó en un referéndum celebrado en
2016 la posibilidad de presentarse a la reelección, su temerario empecinamiento
contribuyó a provocar un año de parálisis institucional en Bolivia.
No
todas las experiencias presidenciales del último cuarto de siglo tienen ese
carácter megalómano, hay excepciones que conviene resaltar como las
testimoniadas por las recientes palabras de Julio Mª Sanguinetti, expresidente
uruguayo en dos ocasiones, quien afirmaba: “En la democracia es más importante
salir que entrar y bajar que subir, porque en definitiva la democracia se basa
en una ética de la derrota, en asumir en tu interior la verdad del voto
popular”.
La
combinación del presidencialismo y de la ambición política confluyen en una
vieja figura de raíz hispanoárabe como es la del caudillismo. Si el siglo XIX
es por antonomasia el siglo de los caudillos, en afortunada expresión del
historiador John Lynch, aquella añagaza parece no haber desaparecido del
panorama político actual en América Latina. Los profundos efectos de la
pandemia en el orden socioeconómico, que traen consigo sociedades más pobres y
desiguales, así como las democracias fatigadas acosadas por la corrupción y el
alejamiento de la gente de la política, dan alas a quienes llegan al poder y
piensan mantenerse en él a toda costa….” También puede verse:
(http://www.bitacora.com.uy/auc.aspx?5164,7, por Marcos Roitman Rosenmann)
(https://www.abc.es/internacional/abci-caudillismo-latinoamericano-persiste-201701090910_noticia.html, por Emili J. Blasco);
(https://www.abc.com.py/articulos/el-caudillismo-8049.html).
El día que México perdió la mitad de su territorio, por Infobae
:
….Fue hace más de 150 años, pero los efectos de lo que pasó ese día cambiaron
para siempre la historia de México. El 2 de febrero de 1848 se
firmó el Tratado de Guadalupe Hidalgo, por el que México "vendió" la mitad
de su territorio a Estados Unidos.
Con
ese acuerdo los actuales estados de California, Arizona, Nevada,
Utah, así como parte de Colorado, Nuevo México y Wyoming pasaron a formar parte
de EE.UU.
La
firma de ese tratado también significó el fin de la Intervención
de Estados Unidos en nuestro país y el término de uno de los
capítulos más dolorosos en la historia de México.
"México
fue obligado a ceder a Estados Unidos 2 400 000 kilómetros cuadrados – poco más
de la mitad de su territorio- a cambio de 15 millones de pesos. Pero
las tropas de ocupación no abandonaron la ciudad en esa fecha: el canje de
ratificación tardó en llegar y no fue sino hasta el 12 de junio cuando los
norteamericanos salieron definitivamente de la Ciudad de México", se lee
en el libro "Érase una vez México", de Alejandro Rosas.
La
historia de esa pérdida fue solo el punto final de una serie de problemas
relacionados con el abandono de los territorios del norte de México tras la
Independencia del país y los constantes conflictos políticos que sumieron a la
nación en un caos.
A
diferencia de lo que se piensa, no fue Antonio López de Santa Anna
quien firmó ese tratado, sino el entonces presidente de México, Manuel de la
Peña y Peña….
El
presidente de la Peña no hizo público el tratado hasta la nueva reunión del
congreso mexicano el y 7 de mayo de 1848. La tragedia era ya inevitable.
Uno
de los conflictos fue, por ejemplo, la unión de Coahuila a Texas
en 1824. Aunque una década después se habían resuelto en su
mayoría, quedaban pendientes los temas como la esclavitud y la
instalación de aduanas.
A
ciudadanos estadounidenses se les había permitido instalarse en los territorios
de Texas con comodidades y se les dejaba mantener esclavos, algo que no podían
hacer los mexicanos.
Desde
entonces, miles de personas en Texas comenzaron un movimiento para que el
estado se anexara a Estados Unidos.
"La
fiebre texana se había apoderado de los ánimos de los norteamericanos y
se habían formado clubes texanos para enganchar voluntarios, reunir dinero y comprar
armas para la lucha por la libertad", dice el libro "México frente a
Estados Unidos: un ensayo histórico"….
En
1836 Texas declaró su independencia de México, pero los rebeldes fueron
reprimidos por Santa Anna. En años siguientes los
deseos expansionistas de EEUU se hicieron evidentes y en debido a la tensión en
la frontera, el presidente James Folk declaró la guerra contra
México en 1846.
El
resultado final fue la invasión norteamericana en México, con la bandera de
Estados Unidos ondeando en la capital y la pérdida de la mitad del territorio.
"La
bandera de Estados Unidos fue izada sobre Palacio Nacional. Su ejército ocupó
la Ciudad de México del 14 de septiembre de 1847 al 12 de junio de
1848... Con la presencia del ejército invasor, el paisaje urbano de la
capital del país cambió radicalmente", se lee en el libro de Rosas…..”
También puede verse:
(https://www.nytimes.com/es/2017/04/06/espanol/opinion/krauze-mexico-territorio.html, por Enrique Krauze);
(https://tucson.com/staff/mariana-alvarado/gran-p-rdida-para-m-xico-ganancia-para-eu/article_ad411756-e2f7-5c77-8359-d6170efc4168.html, por Mariana Alvarado);
(https://www.youtube.com/watch?v=TgMwHeo4DB0, France 24 Español);
(https://www.france24.com/es/20190613-mexico-pierde-territorio-estados-unidos);
(https://www.youtube.com/watch?v=eKfZC9V6vo4, Comunicreeando);
(https://wradio.com.mx/programa/2017/08/24/martha_debayle/1503599506_313985.html, Martha Debayle en W);
(https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-37294814);
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