En pocas palabras. Javier J. Jaspe
Washington
D.C.
La serie que continuamos hoy ha sido inspirada por un importante libro del renombrado autor mexicano, Carlos Fuentes, fallecido en 2012, considerado por muchos como una obra capital para el conocimiento de la historia y cultura latinoamericanas. Me refiero a El espejo enterrado, con el cual Fuentes aporta su luminosa y aleccionadora visión de los primeros 500 años transcurridos desde el descubrimiento de América por Cristobal Colón en 1492. Esta obra fue publicada en su primera edición en México en 1998 y la que utilizamos corresponde a la décimacuarta reimpresión (Taurus bolsillo), junio 2005, 590 páginas.
El objetivo
de la serie no es realizar un análisis de este libro, sino el de aportar breves
textos adicionales encontrados en Internet, sobre temas y personajes
mencionados en el mismo, en las páginas que se indican entre paréntesis al lado
de cada tema o personaje. Otros temas y personajes podrán agregarse, caso en el
cual se mencionará al lado: (jjj). Los textos de Internet se transcriben en
itálicas, en español o inglés, según sea el caso, con indicación de su fuente.
Este centésimo séptimo artículo se refiere a temas y personajes que van desde Juan
Cordero (1822-1884) hasta Hermenegildo Bustos (1832-1907). Veamos:
Juan
Cordero (México) (420) – “….Nació en Teziutlán del
Carmen, Puebla el 10 de junio de 1822. Fue un pintor mexicano perteneciente a
la Escuela Clásica que obtuvo amplio reconocimiento en Roma y Florencia. Fue
también el primer pintor decimonónico que abordó en la pintura un tema de
historia americana; “Colón ante los Reyes Católicos” y quien
hiciera la primera afirmación del muralismo laico, cívico y con sentido social
en el siglo XIX.
Fue hijo de padre español, comerciante y de madre mexicana.
En su infancia, fue vendedor ambulante, pero al notar sus padres su gran
talento para el dibujo lo alentaron a estudiar en la Academia de San Carlos donde
tuvo como primer maestro a Miguel Mata quien lo convence de marchar a Roma a
formarse. En 1844 ya era un buen dibujante y el 1° de junio viajó a Europa con
la meta de ingresar a la Academia de San Lucas en Roma, lugar al que todos los
jóvenes artistas, no sólo de México, sino de Europa, deseaban acudir para
perfeccionarse. Fue discípulo del maestro italiano Natal de Carta y del catalán
Pelegrín Clavé (quien más tarde fuera su rival artístico).
En dicho periodo, conoció al expresidente de México,
Anastasio Bustamante, quien se encontraba justamente en Roma, y reconociendo
las notables habilidades artísticas de Cordero, lo ayudó en ése mismo año de su
llegada a Europa, a que el Gobierno Mexicano lo nombrara Agregado a la Legación
Mexicana y más tarde en 1846 la Academia de San Carlos le concedió una pensión
destinada a los alumnos más aventajados para apoyarlo en sus estudios.
En el año de 1847, realizó una de sus obras más
importantes, El “Retrato de los escultores Tomás Pérez y Felipe
Valero”. De ese mismo año, son un par de cuadros que se convertirían
en obras representativas del neoclasicismo mexicano: su autorretrato y el de
los Hermanos Agea. También realizó obras religiosas como “Anunciación
Angélica” en 1849, “El redentor y la mujer adúltera” en
1853 y “Stella Matutina” en 1875.
A los 29 años, regresó a México y buscó ser Director de la
sección de Pintura de la Academia de San Carlos, cargo que en ese momento le
pertenecía a Pelegrín Clavé (viejo conocido de Cordero), por lo que se le
ofreció el cargo de Subdirector, el cual rechazó. Cordero acudió entonces al
entonces presidente Antonio López de Santa Anna, quien emitió un decreto para
que se le diera el puesto, sin embargo, el Director General de la Academia en
ése entonces Don Bernardo Couto no permitió que se atropellaran a las
autoridades de San Carlos, negándole el puesto a Cordero.
Entre 1860 y 1867, realizó retratos por encargo en diversos
sitios de la República, teniendo una gran acogida sobre todo en la península de
Yucatán. En 1874, concluyó el primer mural de carácter laico pintado en la
Escuela Nacional Preparatoria de la Ciudad de México (Actual Colegio de San
Ildefonso), titulado “Triunfos de la ciencia y el trabajo sobre la envidia y la
ignorancia”. Lamentablemente después de su muerte, sus murales fueron borrados
para colocar un vitral donde figuraron las nuevas palabras del maestro Justo
Sierra: “Amor, Orden y Progreso”.
El retrato fue el género predilecto de Juan Cordero y por
el que alcanzó reconocimiento nacional e internacional. Sus composiciones
basadas en modelos clásicos condensan los elementos estilísticos que
caracterizan la producción del pintor, como es el caso del “Retrato de
Francisca Ramírez de Arellano”, perteneciente a la Colección Andrés Blaisten y
en el cual se evidencia la armonía, la elegancia y el atildamiento en el
vestido de la retratada.
Sus obras de mayor reconocimiento son quizás el “Moisés” pintado
en 1850 que fue muy alabado, y su “Colón ante los Reyes Católicos” (Colección
Museo Nacional de Arte), que fue pedido de Florencia para ser admirado. Esta
última obra ocupó toda la prensa italiana y la prensa mexicana replicó los
elogios. Ambas obras se reprodujeron en grabado por toda Italia, y Florencia
recibió con honores a su autor cuando fue a visitar y a estudiar las galerías
de los Oficios y el Palacio Pitti. Juan Cordero murió el 28 de mayo de 1884 en
el pueblo de Popotla, Ciudad de México, no sin antes haber sido admitido en la
Congregación de Pintores Virtuosi de Roma.”
(https://museoblaisten.com/Artista/625/Juan-Cordero#:~:text=Juan%20Cordero%2C%201822%2D1884,reconocimiento%20en%20Roma%20y%20Florencia.). También puede verse:
(https://www.youtube.com/watch?v=tUBQrAVtTVs, 3museosNL);
(https://kbsisters.com/journal/juan-cordero-biograf%C3%ADa-4208f8);
(http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1020081915/1020081915.PDF, por Salvador Toscano);
(https://www.sutori.com/story/juan-cordero--6iAz2Etu6go541YtFTnz7cWw).
La nueva clase media urbana (419, 420) – “….Durante la primera mitad del siglo XIX la clase media urbana, compuesta por algunos profesionistas, burócratas, artesanos y empleados, era todavia muy reducida.
La industrializacion y el aumento del comercio durante el Porfiriato
promovieron el crecimiento de esa insipiente clase media.
Los grandes almacenes demandaban vendedores; los bancos, cajeros y contadores;
las fabricas, técnicos especializados. los tres niveles de gobierno: federal,
estatal y municipal, requerian del personal para cumplir con sus funciones.
Los gobiernos liberales de la segunda mitad del siglo impulsaron, la educacion
pública y así un mayor número de niños y jovenes pudieron estudiar y acceder
incluso a la educacion….
Al mismo tiempo que son responsables en
buena parte del freno al desarrollo del país, la actitud y actividad de algunos
grupos provoca lentos cambios que, en ocasiones, se aceleran (1833-35;
1854-1855; 1868). Por todo ello, el análisis de esta clase social es clave para
entender la evolución de la historia española del siglo XIX.
La administración pública no sólo experimentó los cambios de organización y
estructura que acompañaron a la implantación del sistema liberal, sino que sus
funciones aumentaron de tal manera que el Estado fue asumiendo cada vez más
parcelas de servicios. Los empleados públicos, en términos absolutos, se
multiplicaron por tres entre 1797 y 1877. El Estado actuaba directamente o a
través de las diputaciones y ayuntamientos. En 1860, los empleados civiles del
gobierno, en su mayoría distribuidos por las delegaciones provinciales, eran
unos 30.000. Otro tanto los empleados de los municipios. La administración
provincial, a cargo de las diputaciones que se encontraban en fase de
expansión, tenía solamente unos 5.000 funcionarios…..
(https://www.monografias.com/docs/Surgimiento-De-Las-Clases-Medias-Urbanas-P3LGQYUPJDG2Y)....El surgimiento
de la clase obrera y la nueva clase media urbana durante el siglo XIX fue
un proceso que comenzó tras la Revolución Industrial y la progresiva desaparición de las estructuras del
antiguo régimen…. Esto no quiere decir que la sociedad cambiara repentinamente,
más bien fue una transformación que tomó varias décadas….
En aquel momento se entendió como clase obrera a los trabajadores que empezaron
a ocupar sus puestos en las fábricas. Estas empezaron a sustituir a las labores
agrícolas como principal fuente de trabajo.
Por su parte, la
clase media urbana era aquella que comenzaba a acceder a una educación
superior, teniendo muchos de ellos profesiones liberales…. El concepto “clase social” empieza a utilizarse
durante el siglo XIX, ya que lo que había hasta entonces eran divisiones más
marcadas por el nacimiento (excepto en el caso del clero) que por el tipo de
trabajo y estudios que se tuviera…… Aunque existen varias definiciones,
el término “clase social” hace alusión a la división en la sociedad dependiendo
del trabajo y de otros factores, como el nivel económico.
Así, los
trabajadores de las fábricas fueron llamados “clase obrera”; y los
comerciantes, artesanos y la pequeña burguesía industrial, entre otros, fueron
llamados “clase media”….
Junto a la clase
obrera, otra de las grandes novedades de este siglo es la paulatina aparición
de una clase media urbana. Anteriormente, con la clara división del
antiguo régimen, solo había podido crearse una alta burguesía compuesta por
grandes propietarios con gran poder adquisitivo.
La nueva clase
media urbana es el resultado de la creciente importancia de las ciudades en la
estructura de los países, sustituyendo a la vida en el campo. Así, los
propietarios de tierras empiezan a pasar a un segundo plano.
Igualmente, el
acceso a la educación de ciertos sectores sociales en la ciudad contribuye a la
aparición de esta clase media.
Se trata de gente
que tiene estudios, muchos de ellos avanzados y centrados en profesiones
liberales, como abogados, periodistas o médicos. Su nivel de renta, aunque
no llegue al de la alta burguesía, es importante, lo que les permite ser
influyentes.
De hecho, los
movimientos revolucionarios son frecuentemente liderados por ellos, como pasa
en parte de Europa o en México….”
(https://www.lifeder.com/surgimiento-clase-obrera-nueva-clase-media-urbana-siglo-xix/,por Joaquín Montaño).
También puede verse:
(http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-16162010000200006, por Marcos Cueva Perus);
(https://nuso.org/articulo/conceptos-e-ideas-sobre-las-clases-medias-peruanas/, por Víctor Arambide Cruz);
http://documents1.worldbank.org/curated/en/566861468300696144/pdf/Economic-mobility-and-the-rise-of-the-Latin-American-middle-class.pdf, por Francisco H. G. Ferreira, Julian Messina, Jamele
Rigolini, Luis-Felipe López-Calva, Maria Ana Lugo, y Renos Vakis);
(https://www.jstor.org/stable/20855842?seq=1, por Antonio García);
(http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-76532015000200002, por Jaime Fierro);
(https://www.jstor.org/stable/41408183?seq=1, por Roy Hora y Leandro Losada);(https://www.jstor.org/stable/41408183?seq=1, por Leandro Losada).
El retrato como signo de identidad de la
clase media….(420) – “….El retrato pictórico es un género dentro de la pintura, en el que se pretende representar la
apariencia visual del sujeto, en particular cuando lo que se retrata es un ser
humano, aunque también pueden representarse otros animales. Los retratistas
trabajan por encargo, tanto de personas públicas como de particulares, o
inspirados por la admiración y el afecto hacia el protagonista. A menudo son
documentos de familia o de Estado, así como recuerdos de la persona retratada.
Cuando el artista se retrata a sí mismo se trata de un autorretrato.
Históricamente,
se ha representado a los ricos y poderosos. Pero con el tiempo, se difundió
entre la clase media el encargo de retratos de sus familias y colegas. Aún hoy,
persiste la pintura de retrato como encargo de gobiernos, corporaciones,
asociaciones o individuos.
Dentro de
la jerarquía de los géneros, el retrato
tiene una postura ambigua e intermedia; por un lado, representa a una persona
hecha a semejanza de Dios, pero por otro lado, al fin y al cabo se trata de
glorificar la vanidad de una
persona.1
(https://es.wikipedia.org/wiki/Retrato_pict%C3%B3rico).....Durante el siglo XIX, los artistas
franceses como Jean Auguste Dominique Ingres y Jacques-Louis David, demostraron ser maestros en
este género. También se introdujo el elemento del espejo en los retratos, con
el fin de retratar la vista trasera de la persona.
Tras
la primera mitad de siglo, los artistas románticos buscaron
su inspiración en mujeres hermosas e influyentes. Mientras que pintores como Eugène Delacroix, elaboraban piezas únicas,
con una iluminación dramática. Otros como el español Francisco Goya, llegaron a pintar las obras más
provocativas y buscadas de aquella época. Entre ellas se encuentra la
pintura «La maja desnuda»
Obra
donde el pintor español, retrata el cuerpo entero de una mujer muy hermosa. Que
se encuentra recostada en un lecho, mirando directamente al espectador.
Lo
que provoca la mayor sensualidad de la pintura es que se trataba de una mujer
real, que era contemporánea del pintor. No se trataba de un desnudo
mitológico. Por esta razón, se convirtió en un cuadro muy
solicitado.
Los
pintores realistas de este siglo, comenzaron a elaborar retratos que representaban a personas de clase media o baja.
Estos realistas dieron paso a los impresionistas en
los años 1870. Pintores como Claude Monet (pintor
francés, uno de los creadores del impresionismo) y Pierre-Auguste Renoir (pintor francés
impresionista), utilizaron de modelos para retratos a sus amistades y hasta
familiares.
Sin
embargo, en consecuencia al desarrollo de la fotografía, muchos modernistas
comenzaron a frecuentar estudios de fotografía para hacer sus retratos.
Al
ser una opción más económica y rápida, la fotografía suplantó en gran medida la
pintura de retrato. Y, aunque algunos artistas la consideraran como una
herramienta enemiga. Artistas realistas como Eakins y Degas, la
consideraban como una herramienta útil para realizar sus composiciones…..
(https://evangogh.org/generos-de-pintura/retrato/, por Elizabeth Banegas)….
También puede verse:
(https://arteyalgomas.com/2020/10/02/un-fascinante-viaje-por-el-retrato-pictorico-en-la-historia/);
(https://www.slideshare.net/CHRISTHIAN9/el-retrato-pictorico);
(https://elpais.com/noticias/retrato-pictorico/);
https://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/tesis/human/Mondo%C3%B1edo_M_P/capitulo_II.pdf, por (Patricia Carolina Murillo);
(https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/85894/El%20retrato%20pict%C3%B3rico%2C%20Temas%20de%20est%C3%A9tica%20y%20arte%2C%20n.%2024%2C%202010%2C%20p%C3%A1gs.205-254.pdf?sequence=1&isAllowed=y, por Juan Cordero Ruiz)
(https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000074684_spa);
(https://www.hoyesarte.com/literatura/arte/fortuny-o-el-arte-como-distincion-de-clase_246276/);
(https://www.scielo.br/scielo.php?pid=S0104-87752006000100003&script=sci_abstract&tlng=es, por Cuarterolo Andrea);
(https://artsandculture.google.com/exhibit/sQKCZ27GyArdIQ?hl=es);
(http://atlaslatinoamericano.unla.edu.ar/assets/pdf/tomo1/fuentes/51-el-arte-en-america-latina-sxx.pdf, por Fernando Buen Abad)
(https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/3614/CONICET_Digital_Nro.4833_A.pdf?sequence=2&isAllowed=y, por María Issabel Baldasarre);
(https://www.redalyc.org/pdf/384/38402307.pdf, por Alejandra Osorio Olave);
(https://jpgenrgb.files.wordpress.com/2017/01/kossoy-la-fotografia-en-latinoamerica-en-el-siglo-xix-1998.pdf, por Boris Kossoy)
Prilidiano
Pueyrredon (Argentina) (420) – “….Nació un 28 de enero de
1823, cuando los agitados tiempos de revolución aún hacían sonar su eco. Y vaya
si su padre tuvo que ver con aquel fervor político: el General Juan Martín de
Pueyrredón fue, acaso, el primer Director Supremo de la Provincias Unidas del
Río de La Plata. El mismo que, junto a María Calixta Telechea, diera vida a
quien habría de cambiar la empuñadura de un arma por el grácil trazo de un
pincel. Su nombre fue Prilidiano; y su obra, puro talento nacional.
Dibujando
un destino
Priliadiano
Pueyrredón, hijo único del General, repartió su infancia entre la céntrica
vivienda de la calle Piedad y los pagos de “Bosque Alegre”, chacra familiar
situada en San Isidro (actual sede del Museo Pueyrredón). Aunque pasados los 10
años de edad, sería el turno de cruzar el Atlántico: los viajes a Europa colmaron su vida y su pensamiento.
Fue en suelo parisino donde realizó sus estudios de arquitectura; aunque, entre
plano y plano, la pintura comenzaba a ganar terreno. Amante del dibujo,
Prilidiano andaba como perro con dos colas en el viejo continente, allí
donde se topaba con los grandes del Renacimiento y
sus alabadas obras. Y tal fue el frenesí, que aquella excursión Europea duró nada menos que 14 años.
El año 1849 marcaría un regreso por demás breve: su estadía nacional duró
apenas dos años. Aunque, como dice el refrán, lo bueno
si breve, dos veces bueno. Y así lo fue para el gran Prilidiano.
El
trampolín
Fue
en un pequeño cuarto situado por encimas de las caballerizas, allí en “Bosque
Alegre”, donde nuestro protagonista consumó sus anhelos de pintor. En ese
rincón dio vida a la mayoría de sus obras, aquellas que concibió antes de
radicarse nuevamente en Europa; más precisamente, en la española ciudad de
Cádiz. Aunque Prilidiano no iría a marcharse sin dejar su mojón en la escena
artística nacional. Amigo de Manuela de Rosas (hija
del Gobernador Juan Manuel) desde que eran gurrumines, ¿qué otro iría a ser capaz de retratarla mejor que él mismo? Luciendo
un vestido color rojo, el del gobierno federal, Manuelita poso ante el artista
para que sus manos la retrataran en una escena con musa europea: Prilidiano se inspiró en el retrato que el pintor español José
Madrazo le había realizado a la Reina de su país natal. Y ese
sería sólo el comienzo, aquel con el que Pueyrredón forjaría su camino de
retratista con mayúsculas.
De la
ciudad al campo
¿Qué
si fue el más grande retratista en la historia del
arte argentino? Junto con Carlos Enrique Pellegrini, sin dudas
que ha sabido ganarse dicho mote. La expresión manifiesta en los
protagonistas de sus retratos, así como el aspecto de la piel,
es aquello que ha marcado la diferencia y distinguido su calidad. Así fue como,
ya de regreso en nuestro país, Prilidiano se dedicó a pintar a
los más destacados personajes de la aristocracia porteña -por
cierto, aquella a la que él mismo pertenecía-. ¿Quiénes desfilaron ante su
atril? Don Miguel de Azcuénaga, Julia Sagasta de Quirno y hasta doña Isadora
Peralta Ramos junto a su hijo Jorge, entre otros. ¡Eso sí que era nivel! Y en
menuda fortuna habrían de valuarse tales obras con el correr de los años. Sin
embargo, el talento de Prilidiano no se reduciría a inmortalizar la impronta de
la “gente bien”; sino que atravesaría los umbrales de la urbe y sus suntuosas
residencias. La verde pampa comenzaba entonces a ocupar su lente y precalentar
su muñeca. Fue el turno de los caminos agrestes, los campos de ombúes, los
atardeceres campestres, las carretas y los animales. Así es, los paisajes rurales fueron su nueva conquista; y su acervo de
obras, aquel que reflejara las costumbres y tradiciones campestres,
el mejor legado iconográfico del ya lejano siglo XIX.
¿Dónde
radicaba la grandiosidad de aquellos retratados instantes? Una vez, más en el
pincel fino. Aquel que no sólo reproducía detalles de
tal o cual vestimenta; sino que reflejaba conductas y ambientes que
trascendían toda superficie de lienzo o madera. Pueyrredón buscaba transmitir
el realismo de una escena común y corriente,
cotidiana. Y sí que lo consiguió. Sin ir más lejos, gauchos y bueyes pasaron
por el trazo de este gran artista durante su parada en medio del camino.
Aquella que ofrecía descanso y buena bebida antes de seguir la marcha. ¿Dónde?
Durante Un alto en la pulpería. ¿En qué otra obra sino?....”
(https://pulperiaquilapan.com/prilidiano-pueyrredon-el-caballero-del-retrato/, Pregonera, Rocío Areal).
También puede verse:
(http://www.cvaa.com.ar/03biografias/pueyrredon.php);
(http://www.cvaa.com.ar/00sigloxix/03_01_goulou.php);
(http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=pueyrredon-prilidiano, por Beatriz Alegre);
(https://picturingtheamericas.org/painting/el-rodeo/?lang=es);
(https://www.bellasartes.gob.ar/coleccion/obra/3188/);
(https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/7370/Prilidiano);
(https://www.todo-argentina.net/biografias/Personajes/prilidiano_pueyrredon.htm).
Hermenegildo
Bustos (Guanajuato) (420) – “….José Hermenegildo de la Luz Bustos nació el 13 de abril de 1832 en
Purísima del Rincón, Guanajuato, México. Fue un pintor autodenominado
aficionado que se especializó en el género del retrato. Su calidad técnica fue
tal, que en su ensayo “Descubrimiento de un pintor americano”, Walter Pach
comparó la intensidad expresiva de los retratos de Hermenegildo Bustos con los
producidos en Egipto durante el dominio del Imperio Romano, conocidos como los
retratos funerarios de El Fayum, pintados a la encáustica sobre tabla entre los
siglos I y V después de Cristo.
Se afirma que en sus primeros años estudió con un
pintor de apellido Herrera, aunque no hay pruebas que lo testifiquen, por lo
tanto se considera que fue un artista de formación autodidacta que no estuvo
exento de una determinada cultura visual. A los dieciocho años, con una marcada
influencia del retrato colonial, pintó al presbítero Vicente Arriaga y también
en esta época se definió técnicamente las características físicas de su obra al
elegir soportes de tela o madera con un formato rectangular. En 1852 pintó el
retrato de su padre José María Bustos y dos años más tarde realizó los retratos
de dos sacerdotes en los cuales, se comenzaron a perfilar las características
peculiares de su estilo realista.
En 1858, en el traslado del gobierno mexicano
errante de Guanajuato a Guadalajara, el presidente Benito Juárez se detuvo en
Purísima del Rincón y se dice que durante su estancia, Bustos le realizó un
retrato a lápiz al presidente, el cual, a la muerte del artista fue destruido.
Ése mismo año, inició la ejecución de ex-votos donde, el énfasis recae en la
caracterización de personajes al presentar con precisión los rasgos
individuales de sus rostros. También fue en este año cuando comenzó a
interesarse en los cometas, fenómenos naturales a los que les dedicó varias
representaciones y años de estudios, así lo evidencian los apuntes que hizo en
las mismas pinturas.
Para 1860, el sentido tradicional de su producción
retratística practicado en la década anterior, evolucionó hacia un modo de
expresión más realista y comenzó a escribir en el reverso de las obras su firma
y los datos que identifican a los modelos. En 1861 realizó el espléndido
retrato titulado Señora con mantón y en 1862, ejecutó el
retrato de Juan Nepomuceno Gutiérrez Valdivia, hecho de importancia ya que
existen tres copias más.
Una vez que dominó el retrato individual, en 1863,
Bustos emprendió la representación de grupos familiares, así pintó el retrato
de Isidoro González Valdivia y Romualda González de Valdivia y al año siguiente
el de la familia Lozano, a los cuales les siguieron varios más. En ésa época,
en la cual también siguió pintando ex-votos, realizó además decoraciones en
biombos-retablos y ya en 1870, siguió la pauta de la iconografía religiosa
tradicional y pintó un cuadro dedicado a San José y el Niño, obra
que dedicó a su esposa Joaquina Ríos.
Al pasar los años, Bustos fue atraído hacia otro
género de la pintura, el de la naturaleza muerta, ejecutó su primer Bodegón
con frutas en 1874 y tres años más tarde, pintó el segundo, este par
de extraordinarios cuadros fueron conservados por Bustos hasta el día de su
muerte. Indudablemente, estas obras tuvieron para él un significado especial,
pues aunque entre su clientela debieron abundar las peticiones para
adquirirlas, el pintor nunca quiso desprenderse de ellas.
Durante 1877, Bustos se ganó la vida ejerciendo
diversos oficios como el de nevero, carpintero, sacristán y jornalero, a la par
de su actividad como pintor. En 1879 realizó el retrato Niña María
Morillo, considerado como el primero de cuerpo entero. Los retratos
realizados en esta década y la siguiente, destacaron por la plenitud de una
representación más apegada al realismo. El rostro del modelo se circunscribe en
un óvalo, formato común empleado en los camafeos y daguerrotipos.
Se interesó nuevamente por los sucesos físicos y en
1886 pintó de manera descriptiva un fenómeno solar. Durante todo este tiempo,
siguió pintando retratos y en 1891 realizó un autorretrato vestido de militar.
Mediante la tradición oral, se supo que el artista gustaba de confeccionar sus
propios trajes, así como de crear las máscaras y atuendos empleados en las
ceremonias religiosas en su pueblo. Como es evidente, al largo de su vida
Hermenegildo Bustos tuvo interés en diversos temas y es así como en 1894, en el
borde de las hojas de su obra Calendario de Galván, anotó los
hechos cotidianos y sobresalientes de su localidad. También realizó un conteo
de los montes de la recolección de la escarcha que luego utilizó para la
fabricación en su oficio de nevero.
Desde 1892 hasta
1905, Hermenegildo Bustos retrató a innumerables personas de su localidad, de
diferentes edades, oficios y círculos sociales, a la vez que realizó trabajos y
restauraciones para la parroquia de la Purísima, su lugar de nacimiento y
muerte, ocurrida el día 28 de junio de 1907…..”
(https://museoblaisten.com/Artista/76/Hermenegildo-Bustos). También puede verse:
(https://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/bustos_hermenegildo.htm, por
Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004));
Xxxx
(https://ar.pinterest.com/pin/492018328024216974/);
(https://www.pinterest.com/pin/492018328024216947/);
(https://www.pinterest.com.mx/delpozo_alejand/hermenegildo-bustos/);
(https://www.jornada.com.mx/2005/01/23/sem-tibol.html, por Raquel Tibol)
(https://www.latimes.com/archives/la-xpm-1991-12-15-ca-939-story.html, by Christopher Knight);
(http://www.elem.mx/obra/datos/227231).
Apéndice
El nuevo Estado Nacional (420) –
Estado y Educación en América Latina a partir de su
independencia (siglos XIX y XX), por Gabriela Ossenbach Sauter
EN: https://rieoei.org/historico/oeivirt/rie01a04.htm
“…..El modelo de Estado
que surge en Iberoamérica tras el acceso a la independencia, asume pronto las
competencias educativas, en detrimento de la Iglesia. Desde esta plataforma, la
sociedad se seculariza, se afirma el concepto de nación y aparece una clase
media que encuentra en la educación un factor de ascenso social. Al mismo
tiempo, aunque indirectamente, también contribuye al progreso económico, a
medida que se inician los procesos de industrialización y diversificación
productiva. Sin embargo, según la autora, en el momento presente la educación
pública sufre un progresivo deterioro como consecuencia de la crisis económica.
Esta circunstancia genera problemas de integración política y social, retroceso
de las clases medias y falta de cualificación de la fuerza de trabajo, que
lastra las posibilidades de desarrollo económico…..
A
partir de 1850 aproximadamente empieza a percibirse en Hispanoamérica una
paulatina reabsorción de
las contradicciones desencadenadas a partir de la Independencia. Es, como
señala M. Carmagnani, "la fase inicial de la hegemonía oligárquica, es
decir, de una clase cuyos orígenes son coloniales, que basa su poder en el
control de los factores productivos y que utiliza directamente el poder
político para aumentar su dominación sobre las restantes capas sociales".
Ya hacia 1880 estos grupos dominantes han consolidado su posición apoyados por
los beneficios del comercio exterior y por la fuerza que han adquirido las
inversiones extranjeras, inglesas sobre todo.
Después de la Independencia
en la mayoría de los países iberoamericanos el nuevo poder político nació casi
exclusivamente del poder militar. La primera mitad del siglo XIX fue un período
de gran inestabilidad y de desintegración social, geográfica y política. La lucha
por la estabilidad fue por todas partes una lucha entre intereses locales,
muchos de ellos viejos intereses coloniales que lograron imponerse a través del
mismo movimiento de Independencia. Para la consolidación de los Estados
nacionales la mayoría de los países latinoamericanos debió esperar a que en su
seno se desarrollaran y fortalecieran grupos de intereses lo suficientemente
amplios, complejos y emprendedores como para que se convirtieran en factores de
unificación nacional e impusieran esos intereses a los demás grupos sociales;
en otros términos, era indispensable que en cada ámbito nacional el desarrollo
económico procurara las condiciones para la formación de los sistemas
nacionales de clases, por lo menos lo bastante como para dar sustento real a un
verdadero sistema político nacional. Este proceso se llevó a cabo mediante
luchas que fueron delineando los mercados nacionales, así como los límites
territoriales donde se afirmó la legitimidad del nuevo orden político. En este
sentido, la organización de una administración y de un ejército nacional, no
local o caudillesco, fue decisiva para estructurar el aparato estatal y
permitir la transformación de un poder de facto en una dominación de jure. El fundamento económico de tal proceso, ya que el componente
idealista y nacionalista de la Independencia se había mostrado insuficiente
para el logro de la estabilidad, fue constituido por las oportunidades
ofrecidas por el mercado internacional, que dio pie a alianzas de intereses en
torno a la producción y circulación de mercancias para la exportación. Estas
oportunidades, sin embargo, no coincidieron temporalmente en todos los países,
debido a que el interés por los diversos recursos naturales americanos no fue
simultáneo en los países importadores europeos.
América Latina permaneció
anclada en la exportación de sus productos agrarios y mineros y en la
importación de productos industriales europeos, con balanza comercial
favorable, pero con unas constantes necesidades de capital para mejorar la
explotación, transporte y comercialización de sus productos (bancos,
ferrocarriles, puertos, innovaciones técnicas, etc.). Todas estas innovaciones
no se introdujeron por medio de una autofinanciación de los grupos económicos
nacionales, sino prioritariamente por la inversión directa de capitales
extranjeros o mediante empréstitos contratados por el Estado. Los capitales
nacionales se dirigieron más a la adquisición de tierra y propiedades urbanas,
mientras que la importación de objetos de consumo europeos no favoreció la
creación de industrias autóctonas. Por el contrario, las élites nacionales
adoptaron hábitos de consumo y formas de vida urbana europeas, que pudieron ser
financiadas por la bonanza de las exportaciones. La coyuntura económica es
excepcionalmente favorable para los grupos hegemónicos vinculados a la
exportación durante el último cuarto del pasado siglo.
Hacia mediados del siglo XIX
el Estado nacional fue considerado por los sectores dominantes como la única
institución capaz de movilizar recursos y crear condiciones para superar el
desorden y el retraso imperantes. Esta prioridad atribuida a la creación del
Estado obligaba, por una parte, a la mencionada constitución de ejércitos
nacionales frente a la influencia de los caudillos locales, así como a la consolidación
de los límites territoriales y, por otra parte, a la exclusión de las masas
populares de las decisiones políticas. El instrumento jurídico encargado de dar
una configuración a esta organización que se perseguía fue la Constitución. La
lucha de intereses y la indefinición en la formación de los grupos hegemónicos
produjo una verdadera avalancha de Constituciones que debían conseguir el
ansiado equilibrio. Además, se llevó a cabo un gran esfuerzo de codificación en
todos los países latinoamericanos, que se tradujo en nuevos códigos civiles,
penales, comerciales, mineros, etcétera, que representan una innovación
substancial, ya que tras la independencia había continuado estando en vigor el
sistema jurídico de las potencia colonizadoras.
El modelo de Estado que se
organiza en América Latina, por los fenómenos que hemos señalado y a diferencia
del Estado liberal-nacional europeo, se define como "Estado
oligárquico", es decir, como una forma de organización en la cual la
sociedad política en este período no transcurrió por los cauces auténticos de
la democracia y se caracterizó más bien por una muy limitada representatividad
política y una reducida base social de apoyo. El Estado oligárquico fue posible
gracias a la interdependencia entre los propietarios de la tierra y la acción
de la burguesía urbana, que mantenía contactos con el mundo exterior y buscó
las posibilidades para la expansión del comercio internacional. El grupo urbano
se fue consolidando y fue creando, mediante la integración con los grupos
rurales (muchas veces absentistas de sus posesiones), las condiciones para la
estructuración de un efectivo sistema de poder. Las fuentes de este poder
económico de la oligarquía, sin embargo, se basaron en la producción y
exportación de productos primarios, es decir, se trataba de fuentes rurales de
poder. No obstante, el campesinado fue el elemento social que se mantuvo más al
margen de la idea nacional y fue la ciudad la que se erigió en centro y base
del Estado nacional.
Este tipo de Estado pudo
fortalecerse porque consiguió un poder de arbitraje frente a las distintas
facciones de la oligarquía, mediante un régimen marcadamente presidencialista.
La competencia política tenía más bien la característica de reflejar la lucha
fraccional de los diversos grupos oligárquicos. Al acuerdo entre estos grupos
contribuiría la neutralización de los conflictos que habían surgido entre la
Iglesia y el Estado en las primeras décadas del período independiente. No
obstante, este Estado se erigía sobre hondos desajustes en la estructura
interna de los países latinoamericanos, por el escaso desarrollo de los
mercados nacionales y por la pervivencia y extensión del latifundio como base
de la producción. La ausencia de un proceso de formación de mercados nacionales
contribuyó a que el latifundio ocupara el centro de la vida económica, y
facilitó, por consiguiente, la concentración de los beneficios originados por
la expansión productiva en las manos de las clase propietaria de las grandes
unidades productivas. El Estado oligárquico era más fácilmente compatible con
el modelo económico dependiente que un modelo de mercados nacionales y
desarrollo interno, que hubiese exigido una democratización más profunda.
Después del largo período de
inestabilidad que siguió a la Independencia, a finales del siglo el Estado
oligárquico, que así se consolidaba centró su atención y sus recursos en el
objetivo de "orden", siendo el objetivo del "progreso" su
natural corolario. Por ello, y a pesar de la reducida base social de
participación y apoyo político, los grupos oligárquicos emprendieron medidas
sociales modernizadoras, entre las que se cuenta el desarrollo y fomento de los
sistemas de instrucción pública nacionales…..”
No comments:
Post a Comment