Tuesday, March 29, 2022

Temas y personajes (108) en “El espejo enterrado” de Carlos Fuentes: Desde Diego Portales hasta José Manuel Balmaceda, por Javier J. Jaspe

 En pocas palabras. Javier J. Jaspe

Washington D.C.  

La serie que continuamos hoy ha sido inspirada por un importante libro del renombrado autor mexicano, Carlos Fuentes, fallecido en 2012, considerado por muchos como una obra capital para el conocimiento de la historia y cultura latinoamericanas. Me refiero a El espejo enterrado, con el cual Fuentes aporta su luminosa y aleccionadora visión de los primeros 500 años transcurridos desde el  descubrimiento de América por Cristobal Colón en 1492. Esta obra fue publicada en su primera edición en México en 1998 y la que utilizamos corresponde a la décimacuarta reimpresión (Taurus bolsillo), junio 2005, 590 páginas.

El objetivo de la serie no es realizar un análisis de este libro, sino el de aportar breves textos adicionales encontrados en Internet, sobre temas y personajes mencionados en el mismo, en las páginas que se indican entre paréntesis al lado de cada tema o personaje. Otros temas y personajes podrán agregarse, caso en el cual se mencionará al lado: (jjj). Los textos de Internet se transcriben en itálicas, en español o inglés, según sea el caso, con indicación de su fuente. Este centésimo octavo artículo se refiere a temas y personajes que van desde Diego Portales (1793-1837) hasta José Manuel Balmaceda(1840-1891). Veamos:

Diego Portales (422) – “…Diego Portales Palazuela (1793-1837)….Luego del triunfo conservador de 1829, Diego Portales jugó un rol importante como ministro de Estado al configurar el llamado orden portaliano, que instaló un ideario político de orden y obediencia de la sociedad civil frente a la autoridad.

La influencia de Diego Portales en la vida política, social y económica del país se deja sentir desde 1830. Desde entonces se privilegia el orden público por sobre las libertades ciudadanas, a la vez que los ensayos de fundación institucional republicana dan paso a la estabilidad administrativa. Este contexto fue posible pues terminada la guerra de la Independencia e iniciado el proceso de construcción del estado republicano, los sectores conservadores ascendieron al poder tras la batalla de Lircay, que marcó el fin de la guerra civil de 1829 y 1830.

La vida de Diego Portales fue breve pero políticamente intensa. Provenía de una familia de la aristocracia chilena del siglo XVIII y durante la Patria Vieja abandonó sus estudios en el recién fundado Instituto Nacional, para trabajar con su padre en la Casa de Moneda, donde desarrolló su vocación por el comercio y los negocios. En Perú fundó la empresa Portales, Cea y Compañía, la que se trasladó a Chile y firmó con el gobierno, en 1824, un contrato para gestionar el estanco del tabaco. Si bien el negocio terminó en un fracaso en 1826, Portales se ligó a los principales sectores políticos y comenzó a definir una opinión política que es posible reconstruir a partir de su epistolario y reflexiones, cuyo ícono es la carta enviada a su socio José Manuel Cea. A su juicio, según se desprende de este documento, se debía dejar caer "el peso de la noche" para que pudieran desarrollarse los negocios particulares, privilegiando el orden por sobre las libertades. Más tarde, la Constitución de 1833 recogería esos principios, institucionalizando el denominado "orden portaliano".

Con el triunfo pelucón en el campo de batalla, Portales, quien había apoyado el levantamiento en armas, asumió como Ministro del Interior, Relaciones Exteriores, de Guerra y Marina el 6 de abril de 1830 bajo la vicepresidencia de José Tomás Ovalle. Inmediatamente comenzó una purga en el ejército con tal de deshacerse de los elementos que podrían conspirar contra el gobierno y ya, en el mismo mes de abril dio de baja al General Ramón Freire. Por otro lado, impulsó medidas represivas contra el bandidaje en el centro y sur del país, creando en julio de 1830 las Comisiones Ambulantes de Justicia.

Al asumir la presidencia José Joaquín Prieto, Portales quedó a cargo del ministerio de Guerra y Marina hasta agosto de 1832. A fines de ese año asumió como Gobernador de Valparaíso, pero nuevamente, en septiembre de 1835 fue nombrado ministro de Guerra y Marina. Desde esta oficina comenzó a organizar la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, liderada por el Presidente boliviano Andrés de Santa Cruz. Portales impulsó la creación de un ejército expedicionario, generando una gran oposición interna, no sólo de los liberales que estaban siendo sistemáticamente silenciados en la prensa y excluidos de la política, sino también en sectores militares. Por ello, el 3 de junio de 1837, cuando el ministro pasaba revista al regimiento Maipú en Quillota, éste se sublevó al mando del Coronel José Antonio Vidaurre y secuestró a Portales dándole muerte tres días después.

De inmediato comenzó a forjarse una imagen tradicional de su vida y obra, basada en una iconografía pertinente. Aunque en las últimas décadas, la historiografía y la literatura han permitido levantar nuevas interpretaciones críticas de su figura, donde se reevalúa su aporte en el ámbito del derecho y la política y donde el personaje es situado en su contexto y en su perspectiva humana…..”

(http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-3358.html). También puede verse:

(https://www.bcn.cl/historiapolitica/resenas_parlamentarias/wiki/Diego_Portales_Palazuelos);

(https://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/portales.htm, por Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004));

(https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-04622011000100008, por Juan Carlos Arellano G.)

 El acento de nuestra vida económica se puso en el comercio exterior….materia prima a cambio de bienes manufacturados…., consolidación de la pobreza colonial luego de la Independencia, hacienda más ricos a norteamericanos e ingleses….  (416, 417, 418) – “….Durante la primera mitad del siglo XIX, hubo una crisis que produjo la desorganización del orden económico monopólico de España y Portugal.

En el mismo periodo de tiempo, los capitalistas empezaron a demandar la producción de materias primas y alimentos, para lo cual se necesitaba capital, mano de obra y tierra para que la exportación latinoamericana se adecue a los requerimientos metropolitanos. Para impulsar cambios beneficiosos, los nuevos países llevaron a cabo reformas liberales porque la iglesia era propietaria de tierras que no se podían ni comprar ni vender. Con la reforma los gobiernos se apropiaron de las tierras de la iglesia y de las comunidades indígenas.

Los países no industrializados (latinoamericanos) se incorporaron al mercado  internacional como periferias capitalistas.

Los países centrales vendieron tecnologías y colocaron préstamos de capital. Las sociedades centrales compraban a las sociedades periféricas materias primas de origen vegetal, mineral y alimentos

A partir de mediados del siglo XIX, se instalaron vías ferroviarias, proporcionando incontables ventajas, entre las que se pueden nombrar mayor rapidez y fluidez en el intercambio comercial, industrial y cultural de los pueblos. En Latinoamérica, se firmó un trato con Europa, y desde entonces los productos extranjeros exportados fueron transportes, maquinarias, metalurgias, combustibles y repuestos.

En algunas sociedades latinoamericanas, los capitalistas locales poseían recursos políticos y económicos necesarios para poner en marcha las producciones que demandaban los centros capitalistas. Esos recursos de poder eran el control sobre los territorios, el capital y la tecnología necesarios para explotarlos. En otras sociedades no contaban con los mismos. Esto dio origen a la “economía de control nacional” y la “economía de control de enclave”……

(https://sites.google.com/site/webquestenriquejulhes/asignaturas/sociales/la-insercion-de-latinoamerica-en-el-mercado-mundial)....El ensayo analiza las relaciones comerciales y económicas entre Europa y América Latina en el siglo xix; se enmarca en el debate entre los defensores de la teoría de la dependencia y los intérpretes de la teoría de la autonomía. Analiza los intereses perseguidos por los Estados europeos en el momento de la Independencia latinoamericana y las estrategias comerciales aplicadas. A la perspectiva europea se contraponen los conceptos latinoamericanos de desarrollo, analizando el debate entre aquellas fuerzas que pugnaban por una industria propia, orientada al mercado interno, y las que pugnaban por una orientación externa, integrada en el mercado mundial. Sobre todo en la segunda mitad del siglo logró imponerse el concepto liberal de "desarrollo hacia fuera"; el resultado de esta estrategia de modernización es ilustrado en base a varios ejemplos: el comercio entre Europa y Latinoamérica, el problema de la inversión de capitales y la deuda externa. Para finalizar, se analiza el fenómeno de la inmigración europea a Latinoamérica, de la cual se esperaba progreso económico y social. El resultado de las relacionas entre Europa y Latinoamérica fue, prácticamente en todos los sentidos, muy ambivalente…..

(https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=9432, por Walther L. Bernecker)

(https://www.jstor.org/stable/j.ctv5138gx.7?seq=1#metadata_info_tab_contents,  por Walther L. Bernecker). …..Las relaciones entre EE.UU. y América Latina no sólo abarcaron la esfera económica, implicaron, también, la injerencia del primero en los asuntos internos de los países latinoamericanos y la presión permanente para que los gobiernos de la región adoptarán sus puntos de vista. Por lo tanto, el objetivo del estudio que intentamos plasmar en este trabajo, es explicar cómo surgió el interés por las relaciones políticas y económicas de parte de Estado Unidos hacia América Latina. Por lo tanto, y, para delimitar el tema se estará presentando el interés y el inicio de la relación política desde la primera reunión del continente en el Panamericanismo del 1889, hasta llegar al TIAR de 1945 y la evolución de las relaciones mediante la creación de la Organización de los Estados Americanos (OEA) de 1948, junto a sus conflictos y logros…..” (https://medium.com/@bernabesoto/relaciones-pol%C3%ADticas-y-econ%C3%B3micas-entre-am%C3%A9rica-latina-y-estados-unidos-del-panamericanismo-1889-dd72df1e6ec1, por Bernabé Soto).

También puede verse:

(https://journals.openedition.org/trace/1182, por Carlos Riojas);

(https://www.jstor.org/stable/20856835?seq=1, por José Antonio Ocampo);

(https://prezi.com/jfdsz-_7ldh6/sociedades-latinoamericanas-del-siglo-xix/);

(https://es.slideshare.net/lizkiss/amrica-latina-en-el-siglo-xix).

(http://aprende.colombiaaprende.edu.co/sites/default/files/naspublic/plan_choco/soc_8_b3_p4_est_0.pdf)

Fiebre del oro en California y Australia (421) – “….Hace dos años se cumplió el 170 aniversario de uno de los acontecimientos más relevantes en la historia del mundo: el descubrimiento de oro en la mina de Sutter en Coloma, California. El 24 de enero de 1848, mientras inspeccionaba un molino para el que era su patrón, John Sutter, el trabajador James Marshall divisó algo que brillaba dentro de la fría agua invernal. "Chicos", anunció mostrando una pepita a sus compañeros de trabajo, "¡creo que he encontrado una mina de oro!".

Marshall había dado el primer pistoletazo a una fiebre global que daría cuerda al mundo con un impacto repentino y dramático. En 1848, la población de California no indígena rondaba las 14.000 personas, pero para finales de 1849 alcanzó las 100.000 y llegó a crecer hasta 300.000 personas para finales de 1853. Podemos ver la mirada enigmática de algunas de estas personas a través de fotos antiguas como daguerrotipos o ferrotipos.

Desde México y las islas Hawaii; desde América del Sur y América Central; desde Australia y Nueva Zelanda, desde el sureste de China; desde Europa Occidental y Oriental... No hacía más que llegar gente al estado dorado. Reflexionando sobre la situación unos años más tarde, Mark Twain describía celebremente a aquellos que corrieron a por el oro como

una población impulsiva e incansable ... Un conjunto de 200.000 hombres jóvenes que no eran unos simples enclenques, sonrientes y delicados, sino que eran jóvenes valientes, intrépidos, robustos y musculosos...

"La única vez que el mundo ha visto un grupo de hombres de este tipo juntos", Twain reflexionaba, y que "probablemente el mundo nunca volverá a ver algo igual". Cuando llegó a Ballarat, Australia, en 1895, Twain pudo ver de primera mano las increíbles consecuencias económicas, políticas y sociales de la fiebre del oro australiana que había comenzado en 1851 y que había dado el pistoletazo de salida a una segunda carrera mundial en busca del preciado mineral amarillo.

"Los pequeños descubrimientos en la colonia de Nuevo Gales del Sur tres meses atrás", observaba Twain, "ya habían hecho que la gente emigrara a Australia, llegando en oleadas". Pero con el descubrimiento de las grandes reserva de oro del estado de Victoria, similares en tamaño a la cantidad de oro de California, "se convirtió en un aluvión de gente".

Entre la mina de Sutter en enero de 1848 y la de Klondyke (en una parte remota al noroeste de Canadá) a finales de los años 1890s, el siglo XIX se vio sujeto de forma regular a estos aluviones de gente. Entre Australasia, Rusia, América del Norte y África del Sur, los descubrimientos de oro del siglo XIX pusieron en marcha grandes oleadas de personas, material y dinero. Las nuevas minas de oro se inundaban de emigrantes recién llegados de todo el mundo: mineros y mercaderes, banqueros y constructores, ingenieros y emprendedores, granjeros y buscadores de tesoros, curas y prostitutas, santos y pecadores…..”

(https://magnet.xataka.com/en-diez-minutos/asi-configuraron-fiebres-oro-nuestro-mundo-moderno, The Conversation). También puede verse:

(https://www.muyhistoria.es/curiosidades/preguntas-respuestas/que-desato-la-fiebre-del-oro-en-california-371404289316, por Miguel Mañueco);

(http://lanic.utexas.edu/project/etext/colson/38/5.pdf, por Lawrence Douglas Taylor Hansen);

(https://www.dailymotion.com/video/x6wtiuw, por Raúl Espert);

(https://prezi.com/nobwsuuhvyit/fiebre-del-oro-en-california-y-australia/);

(https://www.visitcalifornia.com/mx/region/descubre-regi%C3%B3n-del-oro).

Guerra de Chile contra Perú y Bolivia por los depósitos de salitre del desierto de Atacama (421) – “….Al finalizar la guerra, la anexión de nuevos territorios y la riqueza salitrera, fueron elementos muy provechosos para el Estado Chileno. Sin embargo, esto también impactó en la vida de las personas y en conflictos diplomáticos que se mantienen hasta el día de hoy.

Los orígenes de la guerra se remontan a una larga disputa territorial entre Chile y Bolivia para definir sus fronteras en el Desierto de Atacama. Después de diversas negociaciones diplomáticas entre ambos países, se logró firmar dos tratados de límites en 1866 y 1874 que no pudieron establecer una relación armoniosa entre Chile y Bolivia. En 1878 el conflicto se agravó con la violación del Tratado de Límites de 1874, por parte de Bolivia, y la intervención de Perú en su apoyo, lo que desencadenó un conflicto bélico que los enfrentó con Chile a partir de febrero de 1879. Las operaciones militares se prolongaron por cuatro años y medio, involucrando la movilización de cuantiosos recursos humanos y materiales por parte de los tres países.

Una vez finalizada la guerra, los países involucrados incurrieron en diversas negociaciones diplomáticas para lograr acuerdos de paz con Chile. Tras ellos, nuestro país pudo incorporar nuevos territorios a la nación, comprendidos entre Arica y Antofagasta, los que dieron origen a las provincias de Tarapacá y Antofagasta. La riqueza salitrera de estos territorios permitió reactivar la economía nacional y comenzar un ciclo de expansión que se prolongaría hasta 1930. Dotado de enormes recursos provenientes del impuesto salitrero, el Estado comenzó un proceso de modernización del país, partiendo por la expansión de su infraestructura material y administrativa, lo que fue especialmente notorio en la ampliación de los ministerios y sus respectivos servicios. Junto a ello, se inició una amplia y sostenida política de obras públicas. Se invirtió en ferrocarriles y obras portuarias, y se expandió la educación pública con la construcción de cientos de colegios que elevaron significativamente la matrícula. El sector privado también se vio favorecido, pues se reactivó la agricultura al generarse un nuevo mercado interno, la incipiente industria y las alicaídas economías urbanas.

La guerra también produjo impacto en la vida política, al fortalecer a la Alianza Liberal gobernante. Ésta pudo implementar su agenda de democratización del sistema político y de laicización de las instituciones públicas, valiéndose de la unidad suscitada en torno al sentimiento nacional y patriótico que imperaba en todos los sectores sociales del país.

También tuvo un enorme influjo en el ámbito social, pues generó una sostenida migración de la población chilena a los nuevos territorios incorporados, cuya industria salitrera demandó gran cantidad de mano de obra. Esto facilitó la chilenización del espacio, pero, al mismo tiempo, propició el surgimiento de clases proletarizadas que sentaron las bases de movimientos sociales, políticos y reivindicatorios de derechos sociales y laborales, comúnmente vulnerados. Fue la raíz de la "cuestión social" de las tres primeras décadas del siglo XX…..”

(http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-100610.html). También puede verse:

(https://www.jstor.org/stable/26395145?seq=1, por Sergio González Miranda and Sandra Leiva Gómez);

(http://repositorio.uns.edu.pe/bitstream/handle/UNS/3043/43015.pdf?sequence=1&isAllowed=y, por Julio César Mendoza Luján);

(https://www.redalyc.org/pdf/5350/535055519006.pdf, por Sergio Guerra Villaboy);

 (https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0719-09482014000200007, por José Emilio Ugarte Díaz);

(https://argumentos-historico.iep.org.pe/articulos/los-territorios-que-perdio-chile-en-la-guerra-del-pacifico/, por Rolando Rojas);

Chile la más estructurada sociedad política en AL en el siglo XIX (422) – “….Este periodo histórico abarca desde el 25 de mayo de 1833, fecha de promulgación, publicación y juramento de la Constitución Política de 1833, hasta el 26 de diciembre de 1891, cuando asume la Presidencia de la República Jorge Montt Álvarez, luego de la Guerra Civil de 1891.

Desde la formación de la república, el siglo XIX chileno se caracteriza por establecer las bases del Estado oligárquico, marcado por la hegemonía política, social y económica de los sectores ligados a la propiedad de la tierra, la banca y de las actividades comerciales. Políticamente, el período se caracteriza por considerar dos grandes coyunturas: la correspondiente a los gobiernos conservadores (1831-1861) y a los gobiernos liberales (1861-1891).

En la primera de ellas, se caracteriza por el fuerte presidencialismo consagrado en la carta de 1833, donde la figura del Presidente de la República acumula una importante cuota de poder y de prerrogativas en desmedro del Congreso Nacional.

Políticamente, se despliega un acentuado autoritarismo de la figura presidencial, una débil influencia del Congreso Nacional y el uso más o menos frecuente por parte del primer mandatario de los estados de excepción. En estas circunstancias el Presidente gobierna casi sin contrapesos durante los denominados decenios, esto es, por dos períodos presidenciales consecutivos de cinco años gracias a su inmediata reelección, completando así diez años de gobierno o un decenio. Los Presidentes que ostentan el mando de la nación durante los decenios son José Joaquín Prieto (1831-1841), Manuel Bulnes (1841-1851), Manuel Montt (1851-1861) y José Joaquín Pérez (1861-1871), si bien a éste último se le considera un gobierno de transición.

También se manifiesta la fuerte influencia de Diego Portales, omnipresente Ministro del gobierno del Presidente Prieto y artífice de la institucionalidad política imperante. La autoritaria figura de Portales, impulsor de un gobierno fuerte, centralizado y despersonalizado, mantuvo el consenso general de la clase política en cuanto al respeto del orden republicano y el repudio de los caudillismos militares. Esta característica se mantendría a lo largo de todo el periodo, consolidándose como la clave política fundamental del orden republicano chileno. Además, el país atravesó conflicto externos como la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana (1836-1839), que posicionó a Chile en el concierto del Pacífico.

En el orden interno, y a pesar de las restricciones del autoritarismo portaliano, se desarrollan una serie de iniciativas del más variado orden y que propenden al desarrollo político, económico, social y cultural del país, principalmente en los gobiernos de Manuel Bulnes y Manuel Montt. Destacan, entre estas medidas, la creación de un marco jurídico a través de la promulgación del Código Civil y el Código de Comercio. El fomento de la educación se expresó con la fundación de la Universidad de Chile y la promulgación de la ley de instrucción primaria, instaurando la educación pública gratuita. Se impulsaron las obras públicas gracias a la construcción de ferrocarriles, líneas telegráficas, redes de alcantarillado y agua potable, iluminación pública, navegación, puertos y caminos. Además, se desarrolló el fomento a la inmigración extranjera y a la ocupación del territorio.

Por otra parte, desde mediados de siglo, se comenzó a desarrollar la organización formal de los primeros partidos políticos, lo que consolidó el sistema de partidos. Entre las primeras organizaciones que surgen se destaca el Partido Liberal y el Partido Conservador o “pelucón”, a los que se suma el Partido Nacional o “Montt-Varista”, liderado por Manuel Mont y cercano al conservadurismo, pero menos afín a la iglesia católica.

Desde la elección de José Joaquín Pérez en el año 1861, se manifiesta una segunda coyuntura, que se extiende hasta la Guerra Civil de 1891.

Se producen aquí transformaciones importantes en la forma de ejercer el poder político en Chile, expresadas en una serie de transformaciones sociales e institucionales. Si bien el Estado oligárquico no fue alterado en sus fundamentos esenciales, el surgimiento de nuevos actores sociales provocó cambios importantes que en el siglo XX se hicieron más visibles.

Uno de los elementos políticos fundamentales está dado por el fin de los denominados decenios, formalizado gracias a la reforma constitucional que impide la reelección inmediata de Presidente de la República (1871). Producto de ello, se instauran los gobiernos de cinco años o quinquenios, que fueron liderados por Federico Errázuriz Zañartu (1871-1876), Aníbal Pinto (1876-1881), Domingo Santa María (1881-1886) y José Manuel Balmaceda (1886-1891).

Se realizan además una serie de importantes reformas políticas que propenden a una mayor liberalización y apertura del autoritarismo portaliano. A la mencionada reforma a la reelección presidencial, se suma la nueva ley de prensa, la instauración del voto universal masculino para las elecciones presidenciales, la sanción de rango constitucional de las libertades de reunión, asociación sin permiso previo y la libertad de enseñanza.

Todas estas reformas de carácter liberal impulsan las libertades públicas y ponen límites al poder presidencial, reforzando las atribuciones y el protagonismo político del Parlamento.

Junto con las reformas políticas reseñadas anteriormente, se desarrolla poderosamente la modernización del país, tanto en sus aspectos institucionales como en los ámbitos económicos, culturales y tecnológicos.

A su vez, en esta etapa surgen agrupaciones y partidos políticos que dan cuenta de la emergencia de los nuevos grupos sociales. Tal es el caso del Partido Radical, en 1863, representante de las emergentes clases medias y de las elites de provincia, y el Partido Democrático, en 1887, considerado el primer partido político chileno de raigambre popular. Es notable que este impulso modernizador y liberalizador no se haya visto interrumpido por el desarrollo de dos guerras civiles (1851 y 1859), ya que durante el transcurso del conflicto las instituciones políticas chilenas siguieron funcionando con la más absoluta normalidad.

El conflicto bélico más importante del siglo fue la Guerra del Pacífico (1879-1883), que enfrentó a Chile contra Perú y Bolivia. Si bien las razones del conflicto obedecen a problemas limítrofes, el triunfo de Chile permitió ampliar su territorio al norte (provincias de Tarapacá y Antofagasta) y adquirir la riqueza salitrera…..”

(https://www.bcn.cl/historiapolitica/hitos_periodo/detalle_periodo.html?filtros=1,2,3,4,5,6&per=1833-1891&pagina=4&K=1). También puede verse:

(https://www.youtube.com/watch?v=6iaJQ0qdWCs, Ministerio de Educación Gobierno de Chile);

(https://www.bcn.cl/historiapolitica/hitos_periodo/detalle_periodo.html?filtros=1,2,3,4,5,6&per=1833-1891&pagina=4&K=1);

(http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-3518.html);

(http://www.memoriachilena.gob.cl/archivos2/pdfs/MC0008005.pdf, por Sol Serrano);

(https://epja.mineduc.cl/wp-content/uploads/sites/43/2019/06/Gu%C3%ADas-Ciencias-Sociales-M%C3%B3dulo-N%C2%B0-2-Chile-siglos-XIX-y-XX.pdf);

(https://www.mhn.gob.cl/618/articles-9473_archivo_09.pdf);

(https://www.curriculumnacional.cl/portal/Educacion-General/Historia-geografia-y-ciencias-sociales/Historia-Geografia-y-Ciencias-Sociales-6-basico/21087:Unidad-3-Chile-entre-fines-del-s-XIX-y-s-XX);

(http://www.icarito.cl/2009/12/transformaciones-sociales-a-fines-del-siglo-xix.shtml/);

José María Balmaceda (422, este nombre parece corresponder a un hermano, jjj)) “…José Manuel Balmaceda Fernández….Nació el 19 de julio de 1840 en Bucalemu, Región de O'Higgins. Sus padres fueron el ex parlamentario Manuel José De Balmaceda Ballesteros y María Encarnación Fernández Salas….

En 1849, ingresó como interno al Colegio de los Sagrados Corazones de Santiago y posteriormente, siguiendo una vocación sacerdotal, cursó varios años de Teología en el Seminario Conciliar de Santiago.

Hacia 1864 se desempeñó como secretario particular del ex parlamenatario y Presidente de la República, Manuel Montt Torres, ante el Congreso Americano celebrado en Lima, en misión encomendada por el gobierno de José Joaquín Pérez.

Al regresar se dedicó a trabajar en las empresas agrícolas de su padre.

Como periodista, difundió su pensamiento liberal usando la Revista de Santiago como medio donde publicó sus estudios y puntos de vista relativos a los problemas políticos sobre la libertad electoral, la Iglesia y el Estado. Entre esos trabajos se destacan "La solución política en la libertad electoral" y "La Iglesia y el Estado".

En 1869, se asoció al Club de la Reforma, espacio de reunión de los grupos reformistas y liberales. En 1886, se asoció a los escritores y diputados Justo y Domingo Arteaga Alemparte para fundar y redactar en su compañía el diario "La Libertad"…..

Fue miembro del Partido Liberal cuyo programa apoyaba la libertad religiosa, las garantías individuales, la eliminación de la influencia del Poder Ejecutivo en las elecciones, la reforma de la Constitución de 1833 y la restricción de las atribuciones del presidente de la República. Estos puntos fueron la base de su postulación y posterior reelección como candidato a diputado.

Durante la presidencia de Aníbal Pinto Garmendia, fue nombrado ministro plenipotenciario y como tal, enviado extraordinario a Argentina, con el objeto de lograr una declaración de neutralidad en la Guerra del Pacífico (1879-1884).

Durante la presidencia del también senador y diputado, Domingo Santa María González, fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores y Colonización, entre el 18 de septiembre de 1881 al 19 de abril de 1882. En forma paralela, fue ministro de Guerra y Marina subrogante, entre el 9 de febrero al 8 de marzo de 1882. Posteriormente, fue ministro del Interior, entre el 12 de abril de 1882 al 3 de septiembre de 1885, y simultáneamente, fue ministro de Relaciones Exteriores y Colonización subrogante entre el 6 al 24 de febrero de 1885.

El 17 de enero de 1886, en el teatro Odeón de Valparaíso, fue proclamado candidato a la presidencia con el apoyo de los partidos Nacional, Liberal y una fracción de los Radicales. El 25 de junio del mismo año se efectuaron las elecciones de electores de presidente, triunfando Balmaceda como candidato único….

Fue proclamado presidente electo por el Congreso Pleno en sesión del 30 de agosto de 1886 y asumió el mando el 18 de septiembre de 1886. Su gobierno se vio marcado desde sus inicios por una grave crisis política que se manifestaba en una encarnizada lucha con el Congreso.

Uno de los principales focos de su gobierno fue el mejoramiento de la educación y el desarrollo de la infraestructura pública, mediante la utilización de las riquezas obtenidas por el salitre. Dentro de las obras desarrolladas durante su Gobierno están la canalización del río Mapocho, la construcción de infraestructura pública como viñas férreas, puentes, caminos y hospitales. Además de la construcción de la Escuela de Artes y Oficios, la Escuela Naval de Playa Ancha y el Internado Nacional Barros Arana.

Estos gastos fueron fuertemente criticados por sectores de la sociedad que se opusieron a esos proyectos. Por otra parte, también debió enfrentar la protesta obrera en la huelga general de 1890.

En 1891, se vio ante la necesidad de aprobar el presupuesto del año en curso para el Ejército y la Armada. Ante las dificultades planteadas por los parlamentarios, decidió repetir el del año anterior, sin la autorización del Congreso, vulnerando el texto de la Constitución de 1833. El Congreso respondió con una "Acta de Deposición de Balmaceda".

El 7 de enero de 1891, el capitán de Navío Jorge Montt dio inicio al conflicto armado en su contra. El ejército quedó dividido entre una fracción que lo apoyaba y otra que estaba en su contra. Tras las batallas de Concón y Placilla, las fuerzas que lo apoyaban se debilitaron siendo derrotadas por sus opositores.

La Guerra Civil de 1891 enfrentó la autoridad del Presidente de la República, frente a las atribuciones que defendía el Congreso Nacional. Fue el mayor conflicto interno que tuvo el país en el siglo XIX, que dejó un saldo entre 5.000 y 10.000 muertos. Finalmente, en la Guerra triunfó el bando congresista, instalándose en Chile un régimen parlamentario que predominó hasta 1925.

Esta situación lo impulsó a entregar el mando del país el 29 de agosto de 1891. Luego de eso, buscó asilo en la Legación Argentina en Santiago, donde redactó su testamento político además de diversas cartas para su familia. Tras lo cual, se suicidó el 19 de septiembre de 1891, un día después de haber cumplido su mandato presidencial…..”

(https://www.bcn.cl/historiapolitica/resenas_parlamentarias/wiki/Jos%C3%A9_Manuel_Balmaceda_Fern%C3%A1ndez#:~:text=Jos%C3%A9%20Manuel%20Balmaceda%20(Bucalemu%2C%2019,periodos%2C%20entre%201864%20y%201885). También puede verse:

(http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-662.html);

(https://amp.es.what-this.com/3196122/1/jose-maria-balmaceda-fernandez.html);

(https://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/balmaceda.htm, Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004));

(https://www.britannica.com/biography/Jose-Manuel-Balmaceda);

(https://biography.yourdictionary.com/jose-manuel-balmaceda-fernandez).

 

Apéndice

Liberalismo económico pero no politico (416) –

Liberalismo y poder, Latinoamérica en el siglo XIX, por Iván Jacksic y Eduardo Posada Carbó* (editores), Jorge Gaete Lagos

 

EN: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-65682011000300025

“….Las revoluciones burguesas europeas, producidas entre 1789 y 1848 dieron lugar a un nuevo tipo de Estado que los historiadores denominan «liberal». La ideología que sustentaba estos régimenes es el denominado «liberalismo», que a mediados del siglo XIX presentaba un doble aspecto: político y económico.

El liberalismo económico (sic….más bien politico…jjj) significaba respeto a las libertades ciudadanas e individuales (libertad de expresión, asociación, reunión), existencia de una constitución inviolable que determinase los derechos y deberes de ciudadanos y gobernantes; separación de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) para evitar cualquier tiranía; y el derecho al voto, muchas veces limitado a minorías.

Junto a este liberalismo político, el estado burgués del siglo XIX estaba también asentado en el liberalismo económico: un conjunto de teorías y de prácticas al servicio de la alta burguesía y que, en gran medida eran consecuencia de la revolución industrial. Desde el punto de vista de al práctica, el liberalismo económico significó la no intervención del estado en las cuestiones sociales, financieras y empresariales. A nivel técnico supuso un intento de explicr y justificar el fenómeno de la industrialización y sus más inmediatas consecuencias: el gran capitalismo y las penurias de las clases trabajadoras.

La alta burguesía europea veía con preocupación cómo alrededor de las ciudades industriales iba surgiendo una masa de trabajadores. Necesita por tanto una doctrina que explicase esta hecho como inevitable y, en consecuencia, sirviese para tranquilizar su propia inquietud. Tal doctrina fue desarrollada por dos brillantes pensadores: el escocés Adam Smith (1723-1790) y el británico Thomas Malthus (1766-1834).

Smith pensaba que todo el sistema económica debía basarse en la ley de la oferta y la demanda. Para que un país prosperase, los gobiernos debían abstenerse de intervenir en el funcionamiento de esa ley «natural»: los precios y los salarios se regularían por sí solos, sin intervención alguna del estado y ello, entendía Smith, no podía ser de otra manera, por cuanto si se dejaba una absoluta libertad económica, cada hombre, al actuar buscando su propio beneficio, provocaría el enriquecimiento de la sociedad en su conjunto.

Malthus partía del supuesto de que, mientras el aumento creciente de la población seguía una proporción geométrica, la generación de riquezas y alimentos sólo crecía aritméticamente. Resultaba de ello inevitable que de no encontrarse una solución, el mundo se hundiría en la pobreza. La solución estaría dada en el control de la natalidad en los obreros, y que éstos quedasen abandonados a su suerte para que así disminuyese su número.

Tanto Malthus como Smith piden la inhibición de los gobernantes en cuestiones sociales y económicas. Sus consejos fueron escuchados…..

(https://www.elhistoriador.com.ar/liberalismo-politico-y-liberalismo-economico/, por Felipe Pigna)…. La emancipación de las colonias latinoamericanas fue un proceso que tuvo la influencia directa del liberalismo europeo, cuyo contenido ideológico formó parte primordial de la base que sirvió para organizar los Estados, los regímenes políticos y la construcción civil de estas jóvenes naciones. Sin embargo, este pensamiento se desarrolló de manera diferente y tuvo adaptaciones diversas en cada una de ellas, debido a que poseían necesidades y realidades diferentes.

Pues bien, este tema corresponde al eje central del presente texto, el cual está compuesto de una serie de artículos que analizan al liberalismo político europeo, además de su presencia en España, y su impacto en Venezuela, Perú, México, Chile, Argentina, Colombia y Brasil durante el siglo XIX. En conjunto a esto, los autores que forman parte de este libro abordan las distintas variantes que este pensamiento tuvo en los países señalados, y hacen hincapié en la situación interna de estos, como una manera de comprobar que a pesar de los obstáculos esta ideología logró sobrevivir….

También puede verse:

(https://baripedia.org/wiki/Am%C3%A9rica_Latina_hacia_1850:_sociedades,_econom%C3%ADas,_pol%C3%ADtica);

(https://www.redalyc.org/pdf/4075/407539686015.pdf, por Manuel Chust);

(https://mises.org/es/wire/cual-es-la-diferencia-entre-liberalismo-y-neoliberalismo);

(http://www.sase.com.pe/novedades/economia/cual-es-la-diferencia-entre-un-liberal-y-un-neoliberal/);

(https://economipedia.com/definiciones/liberalismo-economico.html, por Paula Nicole Roldán);

(http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-25962009000100001, Michel de Vroey);

(https://journals.openedition.org/nuevomundo/78222, por Jimena Caravaca);

(https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0185161613726520, por José Alejandro Arcea Contreras);

(http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-35692015000100003, Rodolfo Canto Sáenz);

(https://quod.lib.umich.edu/p/pc/12322227.0010.013?view=text;rgn=main, por César Ruiz Sanjuán).

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