Thursday, January 13, 2022

Historia de España (7): La Guerra Civil y la dictadura franquista

Nota del Blog: Hoy continuamos la serie sobre aspectos importantes en la Historia de España, según se reseña en Moncloa.gob.es, Web oficial del Gobierno de España y de la Presidencia del Gobierno español. La serie comprenderá varias entregas y transcribirá los textos como aparecen en los enlaces que se indicarán en cada caso.

El levantamiento militar y el estallido de la Guerra Civil

El trágico asesinato de Calvo Sotelo no hizo sino adelantar los acontecimientos de un golpe militar que llevaba largo tiempo preparándose. El 18 de julio éste se generaliza y al día siguiente Francisco Franco toma el mando del Ejército de Marruecos. A finales de 1936 las tropas nacionales dominan la mayor parte de Andalucía, Extremadura, Toledo, Ávila, Segovia, Valladolid, Burgos, León, Galicia, parte de Asturias, Vitoria, San Sebastián, Navarra y Aragón, junto a Canarias y Baleares, salvo Menorca. Madrid, Castilla La Mancha, Cataluña, Valencia, Murcia y Almería, Gijón y Bilbao quedan como bastiones republicanos.

El Gobierno republicano forma un gabinete de concentración encabezado por Giral, al que sucede otro de Largo Caballero que da entrada a representantes de la CNT y se traslada a Valencia. El 29 de septiembre la Junta de Defensa Nacional nombra a Franco jefe de Gobierno y Generalísimo de los Ejércitos. En contrapartida, el Gobierno republicano crea el Ejército Popular y militariza las milicias. Llegan también a España las ayudas exteriores de ambos bandos: las Brigadas Internacionales de apoyo a la República y las tropas italianas y alemanas que prestan su ayuda a los nacionales.

El año 1937 se caracteriza por el desarrollo de la guerra en el norte. La reacción republicana abre frentes en Guadalajara (marzo), Brunete (julio) y Belchite (agosto). El año se cierra con el inicio de la batalla de Teruel. Ahora la presión de las tropas franquistas se desarrolla en Aragón, reconquistando Teruel y cortando en dos partes la zona repub licana tras la entrada en Castellón (junio de 1938). La respuesta gubernamental es la llamada batalla del Ebro (julio-noviembre de 1938), que finaliza con la derrota republicana y 70.000 bajas.

Allanada la última resistencia, comienza el exilio republicano a través de la frontera francesa y la conquista de Cataluña, que concluye el 10 de febrero de 1939. Sólo Madrid resiste, siendo inútiles las propuestas de paz de su Junta de Defensa (Casado, Besteiro). Las tropas nacionales ocupan la capital el 28 de marzo de 1939 y el 1 de abril el último parte de guerra del general Franco da por concluida la contienda.

La dictadura franquista

El nuevo régimen viene caracterizado por tres factores: la represión contra el bando derrotado; una economía misérrima y una modificación del equilibrio interior de las fuerzas políticas que componen el régimen dependiendo de los cambios que, a nivel mundial, se producen como consecuencia de la II Guerra Mundial. El nuevo Gobierno permanece aislado, aunque se declara primero neutral y luego «no beligerante». Franco se entrevista con Hitler y Mussolini y la política exterior es confiada al germanófilo Serrano Suñer.

La diplomacia franquista juega la carta del anticomunismo, pero no puede evitar la condena de la ONU, la retirada de embajadores y el cierre de la frontera francesa.

En los aspectos económicos, el aislamiento internacional y, en menor medida, razones de tipo ideológico, generan unos planteamientos autárquicos y corporativistas que, en mayor o menor grado, acompañarán al régimen a lo largo de toda su historia. En materia agrícola tiene lugar un retroceso estremecedor con relación a periodos anteriores, lo que determina una falta de abastecimiento básico y su racionamiento.

La Guerra Fría y el desarrollo económico

El comienzo de la Guerra Fría es un balón de oxígeno para el régimen franquista, aunque España queda excluida del proceso de reconstrucción europea. De forma casi simultánea, en 1953, la Santa Sede firma un Concordato y Estados Unidos un Tratado de ayuda recíproca en materia militar.

En el terreno político, en 1950 la Organización de Naciones Unidas acepta el restablecimiento de relaciones diplomáticas y en 1955 España ocupa su escaño en el foro mundial. Un año más tarde concluye la etapa de protectorado de Marruecos, que pasa a ser independiente.

La agitación social había aparecido, de forma tímida, en la huelga de Barcelona de 1951, y, posteriormente, en 1956, acompañada de los primeros desórdenes estudiantiles. La inflación, extraordinariamente fuerte, hace necesario un Plan de Estabilización (1959) que palia la falta de divisas. Esto provoca un estancamiento económico y nuevas agitaciones en Asturias, pero prepara el I Plan de Desarrollo (1963), de carácter indicativo para el sector privado y vinculante para el público. Para fomentar el desarrollo regional y zonal se crean los denominados «polos de desarrollo».

El Plan de Estabilización, elaborado según las directivas del Fondo Monetario Internacional y la Organización Europea de Cooperación Económica, saneó la economía y sentó las bases de despegue del modelo autárquico. Siguiendo dichas directrices tienen lugar en 1967 la devaluación de la peseta y en 1968 la puesta en marcha del II Plan de Desarrollo, similar al primero. En esas fechas, la población alcanza los 33 millones de habitantes, de los cuales 12 millones son población activa (38,3%), repartida prácticamente en tres tercios: agricultura (28%), industria (38%) y servicios (34%). Se producen fuertes migraciones interiores de zonas agrícolas deprimidas a ciudades industriales (Madrid, Bilbao, Barcelona, etcétera), y un gran volumen de mano de obra busca mejores oportunidades en Europa. Sus remesas de divisas contribuirán, de forma decisiva, al equilibrio de la balanza de pagos.

Políticamente el régimen trata de estructurar la denominada «democracia orgánica» mediante el referéndum de aprobación de la Ley Orgánica del Estado (1966). Dos años más tarde se produce la independencia de Guinea. Ese mismo año se decreta el estado de excepción en Guipúzcoa.

La agonía de la dictadura

Los cambios económicos, que culminaban un largo proceso de desarrollo, produjeron cambios sociales. Los políticos surgidos de la Guerra Civil: militares, falangistas, tradicionalistas, nacional-católicos, son sustituidos por nuevos tecnócratas -en general, altos funcionarios del Estado-, que plantean la necesidad del despegue económico y unos planteamientos de futuro.

Esto se traduce en una distensión y restablecimiento de relaciones con los países del Este y la firma en 1970 del tratado preferencia comercial de España con el Mercado Común. Un año antes, el 22 de julio de 1969, las Cortes designan como sucesor en la Jefatura del Estado a Don Juan Carlos de Borbón con el título de Rey.

Desde los inicios de la década de los sesenta, la oposición al régimen de Franco se había intensificado, ya que los cambios económicos que se habían producido en el país habían provocado cambios sociales trascendentales. Además de la actuación en los foros internacionales de los políticos e instituciones en el exilio, se habían ido estructurando movimientos de oposición en el interior: estudiantes, profesorado e intelectuales presentaban un frente ideológico democrático y de izquierdas, junto con una clase obrera que hacía del frente sindical y cívico su plataforma de lucha. Dichos movimientos fueron el origen de las fuerzas políticas que protagonizaron la transición posterior. En el terreno político, la institución monárquica, encarnada en el Conde de Barcelona, Don Juan de Borbón, planteaba la necesidad de una vuelta a la democracia. Un PCE muy activo había lanzado su política de reconciliación nacional y planteaba el derrocamiento del régimen por métodos pacíficos. El socialismo y la democracia cristiana planteaban igualmente la necesidad de una vuelta a la democracia como única posibilidad de integración en Europa.

A principios de los setenta ya nadie dudaba que el fin estaba cerca y que una vez desaparecida la figura política de Franco, un franquismo sin Franco resultaría inviable.

El distanciamiento de la Iglesia fue notable. Sacerdotes de base, sobre todo en Cataluña, Euskadi y Madrid, criticaban abiertamente al régimen. A sus condenas se suman también algunos prelados. Por otra parte, estos planteamientos coinciden en el tiempo con la radicalización de posiciones nacionalistas y el inicio de la actividad terrorista por parte de ETA.

Los juicios políticos se suceden. En 1969 varios sacerdotes vascos son llevados ante un Consejo de guerra y en 1970 tiene lugar el Proceso de Burgos, que dicta nueve penas de muerte, que posteriormente son condonadas.

A finales de 1969 se forma un nuevo Gabinete de mayoría tecnocrática, que dará paso a otro en junio de 1973. Su trayectoria es efímera, pues en el mes de diciembre su Presidente, Carrero Blanco, es asesinado por la banda terrorista ETA. Posteriormente, Arias Navarro asume la presidencia y constituye el que será el último gabinete franquista.

Franco enferma aquejado de tromboflebitis en julio de 1974, el príncipe Juan Carlos asume el 30 de octubre de 1975 la Jefatura del Estado de forma interina y el 20 de noviembre, Franco muere. El día 22 de noviembre, Juan Carlos I es investido Rey de España.

EN: 

https://www.lamoncloa.gob.es/espana/paishistoriaycultura/historia/Paginas/index.aspx

También puede verse:

http://www.cervantesvirtual.com/portales/reyes_y_reinas_espana_contemporanea/

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