En pocas palabras. Javier J. Jaspe
Washington D.C.
La serie que continuamos hoy ha sido inspirada por
un importante libro del renombrado autor mexicano, Carlos Fuentes, fallecido en
2012, considerado por muchos como una obra capital para el conocimiento de la
historia y cultura latinoamericanas. Me refiero a El espejo enterrado, con el cual Fuentes aporta su luminosa y
aleccionadora visión de los primeros 500 años transcurridos desde el descubrimiento de América por Cristobal Colón
en 1492. Esta obra fue publicada en su primera edición en México en 1998 y la
que utilizamos corresponde a la décimacuarta reimpresión (Taurus bolsillo), junio
2005, 590 páginas.
El objetivo de la serie no es realizar un análisis
de este libro, sino el de aportar breves textos adicionales encontrados en
Intenet, sobre temas y personajes mencionados en el mismo, en las páginas que se
indican entre paréntesis al lado de cada tema o personaje. Otros temas y
personajes podrán agregarse, caso en el cual se mencionará al lado: (jjj). Los
textos de Internet se transcriben en itálicas, en español o inglés, según sea
el caso, con indicación de su fuente. Este trigésimo noveno artículo se refiere
a temas y personajes que van desde José
Clemente Orozco (1883-1949) hasta Charles Gibson (1920-1985). Veamos:
José Clemente Orozco (192, 465, 466,
481, 521) –
“…El muralista José Clemente Orozco es uno de los tres artistas mexicanos
que han tenido una retrospectiva de su obra en el Museo de Arte Moderno de
Nueva York, Museum of Modern Art (MoMA), y no es para menos pues el simbolismo
y la filosofía de su obra demostró que una pintura no debe ser un comentario
sino el hecho mismo; no un reflejo, sino la luz misma; no una interpretación,
sino la misma cosa por interpretar, así lo expresó el mismo Clemente Orozco en
vida…. José Clemente Orozco es un muralista y
pintor originario del estado de Colima, nació el 23 de noviembre de 1883 en
Zapotlán el Grande, hoy Ciudad Guzmán, un poblado ubicado a las faldas del
volcán de Fuego de Colima. Después de cumplir 2 años de edad, Clemente Orozco
junto con sus padres y sus cuatro hermanos se mudaron a Guadalajara, la familia
vivió allí por cinco años hasta que se mudaron a la Ciudad de México en 1890.
De 1911 a 1916, inició como caricaturista en algunas publicaciones de
periódicos y comenzó a trabajar en la pintura mural, cuya técnica logró
desarrollar rápidamente. En 1916, José Clemente Orozco realizó su primera exposición
individual en la librería Biblos de la Ciudad de México. Se casó con Margarita
Valladares y tuvieron tres hijos…..José Clemente Orozco vivió y trabajó en
Estados Unidos de 1927 a 1934. El muralista pintó en Nueva York una serie de
murales que muestran el carácter deshumanizado y mecanicista de la gran
metrópoli, además, realizó otras obras con temas mexicanos de la Revolución. En
el Frary Hall del Pomona College, en Claremont, California, pintó el mural
“Prometeo” en 1930. Ese mismo año, pintó varios murales sobre la
fraternidad de y la revolución universales, la esclavitud y el trabajo, las
artes y las ciencias, realizados conforme a las teorías de la simetría
dinámica, en la New School for Social Research de Nueva York. Entre 1932 y 1934
realizó otra serie con temas mexicanos en la Biblioteca Baker-Berry del
Dartmouth College en Hanover, New Hampshire…..
osé Clemente Orozco murió de causas naturales el 7 de septiembre de 1949, a la
edad de 66 años, en la Ciudad de México mientras trabajaba en los primeros
trazos de un mural. El muralista mexicano falleció a una edad temprana
considerada en ésta época, sin embargo, en aquella época la esperanza de vida
era de 52.9 años. De acuerdo con la información disponible, José Clemente
Orozco no padeció de ninguna enfermedad crónica durante su vida, no obstante,
el pintor perdió su mano izquierda en un accidente con pólvora en 1904…..”
(https://culturacolectiva.com/arte/jose-clemente-orozco-biografia-corta). También puede
verse: (https://www.aboutespanol.com/jose-clemente-orozco-resumen-de-su-biografia-y-obras-179980); (https://www.biography.com/artist/jose-clemente-orozco); (https://historia-biografia.com/jose-clemente-orozco/); (https://elpais.com/cultura/2017/11/23/actualidad/1511421197_754865.html, por Alberto
López);
Biblioteca Baker, Darmouth College en
Nueva Inglaterra (Hanover, New Hampshire) y la obra de José Clemente Orozco
(192)–
“…La épica de la civilización americana
de José Clemente Orozco, es uno de los grandes tesoros que Dartmouth College
tiene la fortuna de poseer. Las temáticas provocadoras y el impactante mundo
visual de este mural, realizado entre 1932 y 1934, siguen cautivando a quienes
lo contemplan, hasta el día de hoy. El comienzo de la década de los 30 fue una
época auspiciosa para el arte en Dartmouth. En su ensayo, la historiadora del
arte Jacquelynn Baas recuerda las ambiciones de Artemas S. Packard y Churchill
P. Lathrop, ambos profesores de historia del arte y gestores del encargo a
Orozco con la ayuda del entonces presidente de la universidad, Ernest Hopkins.
Este encargo histórico sería el primero en una serie de compromisos con “los
artistas más competentes disponibles”, pero ni los profesores, ni el presidente
de Dartmouth, ni Orozco mismo se habría imaginado cómo aquel apoyo inicial al
arte transformativo se iría manifestando a lo largo del tiempo. Setenta y cinco
años después, La épica de la civilización americana sigue siendo una de las
pocas obras artísticas encargadas expresamente para Dartmouth, pero su
influencia —en varias generaciones de artistas, académicos, estudiantes,
profesores y personas de todo el mundo que han pasado por el campus— es
incalculable…. ….https://hoodmuseum.dartmouth.edu/sites/hoodmuseum.prod/files/hoodmuseum/publications/2019_orozco_brochure_spanish_final.pdf….The monumental
mural cycle The Epic of American Civilization was painted by
Mexican artist José Clemente Orozco between 1932 and 1934 in Baker-Berry
Library at Dartmouth College. This national historic landmark is considered one
of the finest examples of mural painting in this country by one of the greatest
twentieth-century practitioners of public art. In addition to the mural,
Dartmouth owns more than two hundred preparatory drawings and historical
photographs, which due to their fragility, are not on public view except when
they are shown in special exhibitions at the college's Hood Museum of Art. Dartmouth Digital Orozco invites you
to explore this wealth of material in conjunction with Orozco's finished mural.
This interactive journey reveals Orozco’s creative process, methods, and the
evolution of this great work. To learn more about how to explore this
site, visit the help
page.
Dartmouth Digital Orozco was produced by the Hood Museum of Art in collaboration with the Neukom
Institute for Computational Science. Funding was generously provided by the
Class of 1960, the Andrew W. Mellon Foundation, and the Neukom Institute for
Computational Science.”
(http://www.dartmouth.edu/digitalorozco/).
Tarascos (188) – “….Al entrar los
españoles a territorios dominados por los tarascos, en 1521, Tzintzuntzan era
el centro político y religioso que controlaba una amplia región que abarcaba
casi todo el actual estado de Michoacán y partes importantes de Guanajuato y
Guerrero, así como fracciones en los estados de Jalisco. Querétaro y
México.
Poco se sabe del origen de los tarascos, a quienes los mexicas
llamaron michoaque ("los de la tierra del
pescado"), y los antropólogos ahora tienden a llamar
"purépecha". Muchos piensan que es un grupo tardío en el amplio
panorama mesoamericano, ya que su predominio se hace patente a partir del siglo
XII I d.C.; Sin embargo, no tenemos evidencias que prueben su migración
reciente -como localidades con toponímicos que indicaran su ruta- , o hallazgos
arqueológicos que demuestren su estadía en los sitios de esta hipotética
migración. Por otra parte, la Relación de Michoacán, la
fuente que más luz arroja sobre los tarascos -en especial sobre los que
lograron el poder, llamados uacúsecha-, indica que al llegar
éstos a Michoacán, encontraron gente que hablaba su propia lengua, así como
hablantes de náhuatl. Estudios lingüísticos y el hecho de que los tarascos
hicieran suyos muchos de los elementos de la antigua tradición del México
occidental, hacen pensar que el grupo tarasco. o algunos de sus componentes,
fueron habitantes antiguos que se enquistaron desde tiempos remotos en el área
lacustre michoacana.... La Relación de Michoacán muestra
a los uacúsecha ya en la meseta tarasca, cerca a Naranxan y
Zacapu; no dice de dónde provenían y los presenta como chichimecas bárbaros y
cazadores, ajenos al mundo agrícola mesoamericano. Iban dirigidos por un
personaje de nombre Ticátame. El grupo tarasco, al igual que los mexicas, se
sintió un pueblo escogido, ya que los dioses del cielo habían dicho a su dios
tribal Curicaueri: “...que había de ser rey y que había de conquistar toda la
tierra”. En la primera etapa, Ticátame y sus sucesores no tienen un asiento
fijo y se mudan de un lugar a otro. Es una época de relación con los lugareños,
en la que hubo tanto alianzas como conflictos armados. en busca del control
regional. Éste no se logra sino hasta una segunda etapa, mediante la presencia
de Tariácuri, quien ubica su capital en Pátzcuaro, desde donde se domina la
región lacustre Tariácuri es el personaje central de la Relación de
Michoacán y por ende de la historia tarasca; es el héroe legendario
que aún vive en la mente de todo michoacano que se precie de serlo. A su
muerte, el señorío se divide en tres y las conquistas externas, que apenas se
habían iniciado, se intensifican bajo el mando de un triunvirato cuyas
capitales eran Pátzcuaro, Ihuatzio y Tzintzuntzan. El gobierno tarasco no era
propiamente hereditario; a la muerte del señor, llamado genéricamente cazonci, su
sucesor era elegido entre sus parientes próximos. En la genealogía tarasca no
son extrañas las intrigas cortesanas, ni los asesinato de los miembros de la
familia real considerados indignos o posibles rivales del pretendiente más
fuerte. La tercera etapa da inicio al acaparar Tzintzuntzan el poder, alrededor
de 1450 d.C. Destacan aquí como señores: Tzitzipandácuare, al que se le puede
atribuir la etapa de mayor expansión por conquistas militares; Zuangua, quien
gobernaba a la llegada de los españoles, y por último Tangaxoan II bajo el cual
los tarascos se rinden sin presentar resistencia a los iberos. Tangaxoan,
bautizado con el nombre de don Francisco, murió arteramente por órdenes de
Nuño
de Guzmán en febrero de
1530; algunos dan esta fecha para el fin del
“imperio”
tarasco, pero de hecho ya había terminado con la entrada de Cristóbal
de Olid (un capitán de Cortés) a Tzintzuntzan, el 25 de julio de 1522.” (https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/los-tarascos, por Otto
Schöndube B.). También puede verse: (https://www.youtube.com/watch?v=xZ4-uaGxrhg); (http://campusdigital.uag.mx/academia/material/Tarascos/Tarascos.htm, por Luis
Zatarain Ayala y Julietta Becerra Juárez);( https://www.lacrisisdelahistoria.com/quienes-son-los-purepechas/, Jose Palanca);
(https://www.laguia2000.com/mexico/los-tarascos-i).
La Hacienda (189, 190, 444) – “….Durante el
siglo XVII, la hacienda se fue consolidando como unidad económica de múltiples
facetas, mientras la encomienda cedía como sistema de trabajo e institución
social. La hacienda se fue conformando en una segunda etapa económica del
período colonial, ya que fue sustituyendo a la explotación minera del comienzo.
La tierra empezó a adquirir un alto valor, lo que llevó a una gran presión por
ocupar los terrenos que quedaran disponibles…..El siglo XVIII se convirtió en
el siglo del trigo, debido a la creciente importancia que adquirió la
agricultura y la cantidad de exportaciones de este cereal al Perú. Las
haciendas coloniales dejaron de ser simples unidades autosuficientes, que se
preocupaban de satisfacer las necesidades básicas de sus inquilinos, convirtiéndose
ahora en exportadoras. Las que se encontraban más cerca de las rutas de acceso
a los puertos, se encargaron de ampliar su superficie de cultivos, con lo que
pudieron llevar sus productos a Valparaíso y Concepción en carretas tiradas por
bueyes. Esta consolidación de la hacienda hizo necesario contar con mayor
cantidad de mano de obra, para lo que se contrataron peones libres -en su
mayoría mestizos-, que trabajaban a cambio de alimentos y algo de
dinero…..Además de bienes agrícolas, la hacienda encerraba faenas artesanales,
para satisfacer las necesidades de quienes tenían menos recursos, como los
aborígenes, los campesinos y los mestizos. Las mujeres se dedicaban a la
elaboración de ponchos y frazadas; se fabricaban objetos de cerámica con greda y
se trabajaba la madera, el hierro y el cuero. Durante este siglo se estableció
una nueva estructura social agraria, donde la cabeza, en orden jerárquico, era
el hacendado o patrón de la hacienda; bajo él se encontraba el resto, entre
capataces, peones, inquilinos y vaqueros. En esta nueva estructura, cada cual
se distinguía del otro por su vestimenta. Dentro de la misma hacienda, existía
también un sistema de préstamo, donde el patrón entregaba a crédito productos
como azúcar, yerba mate, tabaco y aguardiente. Los peones recibían esto a
cambio de su trabajo futuro, manteniéndose constantemente endeudados con su
patrón, lo que los llevó a estar siempre por debajo del hacendado, ejerciendo
este un fuerte poder a nivel social…..”
http://www.icarito.cl/2009/12/405-6-9-la-hacienda-colonial-2.shtml/.
También puede verse:
(http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/formacion_hacienda/epoca_colonial.html); http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/nahuatl/pdf/ecn24/445.pdf, por José
González Rodrigo); https://www.slideshare.net/kazzburbuja/haciendas-coloniales, por Karla
Mónica Valencia Sánchez); (https://prezi.com/jw4-xtkespqn/la-hacienda-colonial/, por Juana
Polanco); (http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-695.html); (https://sites.google.com/site/260americacolonial/la-economia-colonial/actividades-economicas/las-haciendas-y-las-estancias-coloniales);
Corregidor…(192, 216) – “….A medida que la
colonización española se consolidaba, en cada gobernación se designaba una serie de funcionarios subalternos. Los más
numerosos e importantes fueron los funcionarios locales, y entre ellos el
corregidor, originariamente titular del gobierno de una ciudad y su término.
Este cargo coincidió, en líneas generales, con el de alcalde mayor aparecido en
algunas regiones indianas. Para el gobierno de los pueblos de indios se
instituyó un cargo de menor categoría: el corregidor de indios. Este fue creado
para intensificar la "acción civilizadora" entre los indígenas,
favorecer su evangelización y evitar los abusos que sobre ellos ejercían a
menudo los encomenderos..... (http://www7.uc.cl/sw_educ/historia/america/html/1_2_5.html). …..El
corregidor y justicia mayor fue la autoridad política, administrativa y
judicial con mayor presencia en el virreinato del Perú. Fue el "brazo del
gobierno" en cada una de las provincias en la que se estableció y el
encargado de hacer cumplir la ley en los más recónditos lugares del reino.
El corregidor era nombrado directamente por el rey y el periodo en el cargo iba de los tres años, si el nombrado se encontraba en el Perú, o cinco años si procedía de España. Una vez concluido este periodo era posible la prórroga en el cargo, pero sólo hasta el nombramiento del sucesor por la Real Audiencia. El cargo no podía ser otorgado a los indígenas, encomenderos, deudos de los oidores, mestizos, judíos o vecinos que residieran dentro de la jurisdicción del corregimiento. Su sueldo variaba de acuerdo a los repartimientos mercantiles u otros beneficios que obtenía por su cargo. Entre sus ayudantes se encontraban el teniente corregidor, el alcalde de indios, escribanos, escribanos alguaciles de indios, e intérpretes. Entre sus múltiples obligaciones se encontraba el recorrido por las provincias de su corregimiento, pero sin detenerse en cada una de ellas más de 15 días; la vigilancia de la recaudación de tributos, la conservación y reparación de caminos y tambos ubicados a lo largo de los principales caminos dentro de su corregimiento, etc. El corregidor administraba justicia tanto entre españoles e indígenas, pero siempre como primera instancia. De igual manera organizaba el registro personal de indios y velaba por que vivan en las reducciones. Del corregidor dependía el enviar a los indios a las minas a cambio de un salario, su instrucción, así como su evangelización. En el papel debía proteger a los indios frente a los abusos de los españoles, sobretodo en los temas agrícolas. Sin embargo, fueron los mismos corregidores los primeros en violar los precarios derechos de los indios. Muchas veces cobraban doble tributo o les imponían el reparto de mercancías, por lo que los indígenas debían pagar cuantiosas sumas de dinero. El cargo de corregidor desapareció para siempre tras la revuelta que organizara Tupac Amaru II en 1780, ya que se puso en evidencia la gran concentración de poder que éstos podían llegar a tener y el abuso que cometían con la población indígena. Los corregimientos fueron reemplazados por las Intendecias (1784). ….” (http://educared.fundaciontelefonica.com.pe/sites/virreinato-peru/corregidor.htm). También puede verse: (https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0716-54552014000100008, por Diego Barriera); (https://www.monografias.com/docs/los-corregidores-del-Virreinato-del-Per%C3%BA-FKX4KXGPC8UNZ, por Juan Candela); (https://journals.openedition.org/nuevomundo/1307, por Francisco José Falcón Gómez- Sánchez); (http://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/handle/20.500.12404/1293, por Polo y La Borda Ramos, Adolfo); (https://www.degruyter.com/downloadpdf/j/jbla.1972.9.issue-1/jbla-1972-0104/jbla-1972-0104.pdf, por Alberto Yalí Román).
El corregidor era nombrado directamente por el rey y el periodo en el cargo iba de los tres años, si el nombrado se encontraba en el Perú, o cinco años si procedía de España. Una vez concluido este periodo era posible la prórroga en el cargo, pero sólo hasta el nombramiento del sucesor por la Real Audiencia. El cargo no podía ser otorgado a los indígenas, encomenderos, deudos de los oidores, mestizos, judíos o vecinos que residieran dentro de la jurisdicción del corregimiento. Su sueldo variaba de acuerdo a los repartimientos mercantiles u otros beneficios que obtenía por su cargo. Entre sus ayudantes se encontraban el teniente corregidor, el alcalde de indios, escribanos, escribanos alguaciles de indios, e intérpretes. Entre sus múltiples obligaciones se encontraba el recorrido por las provincias de su corregimiento, pero sin detenerse en cada una de ellas más de 15 días; la vigilancia de la recaudación de tributos, la conservación y reparación de caminos y tambos ubicados a lo largo de los principales caminos dentro de su corregimiento, etc. El corregidor administraba justicia tanto entre españoles e indígenas, pero siempre como primera instancia. De igual manera organizaba el registro personal de indios y velaba por que vivan en las reducciones. Del corregidor dependía el enviar a los indios a las minas a cambio de un salario, su instrucción, así como su evangelización. En el papel debía proteger a los indios frente a los abusos de los españoles, sobretodo en los temas agrícolas. Sin embargo, fueron los mismos corregidores los primeros en violar los precarios derechos de los indios. Muchas veces cobraban doble tributo o les imponían el reparto de mercancías, por lo que los indígenas debían pagar cuantiosas sumas de dinero. El cargo de corregidor desapareció para siempre tras la revuelta que organizara Tupac Amaru II en 1780, ya que se puso en evidencia la gran concentración de poder que éstos podían llegar a tener y el abuso que cometían con la población indígena. Los corregimientos fueron reemplazados por las Intendecias (1784). ….” (http://educared.fundaciontelefonica.com.pe/sites/virreinato-peru/corregidor.htm). También puede verse: (https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0716-54552014000100008, por Diego Barriera); (https://www.monografias.com/docs/los-corregidores-del-Virreinato-del-Per%C3%BA-FKX4KXGPC8UNZ, por Juan Candela); (https://journals.openedition.org/nuevomundo/1307, por Francisco José Falcón Gómez- Sánchez); (http://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/handle/20.500.12404/1293, por Polo y La Borda Ramos, Adolfo); (https://www.degruyter.com/downloadpdf/j/jbla.1972.9.issue-1/jbla-1972-0104/jbla-1972-0104.pdf, por Alberto Yalí Román).
La ley se acata pero no se cumple (192,
336) –
“….la ley se acata, pero no se cumple,
con su variante (la ley) se obedece, pero no se cumple, le da expresión
fraseológica a una de las constantes más funestas de nuestra historia desde
hace más de quinientos años, a saber, el desajuste entre el ordenamiento
jurídico y la realidad social y política. Desde la creación de las colonias
hispanoamericanas, este adagio viene siendo un análisis conciso y certero de
ese desajuste. Bastaba y basta, con no poca frecuencia, simular el respeto a la
ley, para quedar impune frente a su manipulación o su violación. En el período
colonial las distantes Leyes de Indias que pretendían amparar un poco al indio
derrotado y subyugado fueron, en general, inoperantes ante la brutalidad y la
codicia de conquistadores, encomenderos, curas y colonos. De ello dan
testimonio no sólo los discursos y escritos de frailes, como Montesinos y Las
Casas, sino prácticamente de todos los cronistas de Indias. (Véase, al
respecto, por ej., Todorov 1982). Hace apenas un año Peter Waldmann, jurista y
científico social alemán, refiriéndose al problema de la cotidianización de la
violencia en Colombia y de la debilidad crónica del Estado en ese país, decía
que probablemente la mayoría de los colombianos establece una clara diferencia
entre promulgación de la ley y su realización (7). No vacilo en afirmar que si
Waldmann hubiera conocido este refrán, la ley se acata, pero no se cumple, y su
valor como expresión de conciencia colectiva, no hubiera necesitado formular su
observación como mera conjetura. De hecho, no es raro encontrar este refrán
citado en ensayos periodísticos para referirse a la conciencia y a la realidad
jurídica nuestra (8). El fenómeno no es exclusivo de Colombia: "En una
encuesta realizada por la Fundación Mima Mack en 1997 se establece que un 88,8%
de los guatemaltecos no confía en la aplicación de la justicia, frente al 7,8%
que opinó lo contrario. Entre las causas que motivan esa falta de confianza se
citan la corrupción (14,7%), el exceso de burocracia (11,2%), la ineficiencia
de quienes imparten justicia (15,5%) o el alto coste de un proceso (9,5%)"
(V. El País, 15 de marzo de 2001, pág. 6)…..” (https://www.euskaltzaindia.eus/dok/euskera/15020.pdf, por Alberto
Zuluaga)…. Pero ya sabemos que las leyes dicen una cosa y siempre hay
alguien que las incumple o mediante trampas y engaños trata de aprovecharse y
obtener beneficios de forma oscura. Eso ocurrió también con las tierras
americanas. Los indios poseían tierras que por su situación o por los recursos
naturales que contenían eran apetitosas para los más ambiciosos. Encomenderos
cuyos indios eran poseedores de tierras trataban de hacerse con ellas con la
excusa de que no las estaban usando u ocupaban tierras de forma ilegal que
pertenecían a nativos. Para defenderse los nativos podían recurrir al Protector
de Indios y al Juzgado General de Indios, instituciones que
velaban por defender sus derechos ante los que intentaban abusar de ellos. Los
archivos históricos están repletos de multitud de pleitos y denuncias de este
tipo en las que normalmente el vencedor era el nativo y de esa manera recuperaba
sus derechos sobre su propiedad….” (https://www.historiadelnuevomundo.com/index.php/2018/07/leyenda-negra-los-espanoles-robaron-las-tierras-a-los-indios/). También puede
verse: (http://www.redicces.org.sv/jspui/bitstream/10972/808/1/leyes_de_indias.pdf, por Héctor
Grenni);
(https://amazonwatch.org/images/posicion.pdf); (https://bibliotecanacional.gov.co/es-co/proyectos-digitales/historia-de-colombia/libro/capitulo3.htm);
l
Consejo de Indias (193) – “….Consejo de Indias. Organismo
regulador de todas las actividades políticas, administrativas y jurídicas del
Nuevo Mundo creada durante le reinado de Carlos
I.
Institución de carácter consultivo. Ratificado como organismo independiente
en 1524….. El Real y Supremo Consejo de Indias, fue una institución
de carácter consultivo creada durante el reinado de Carlos
I con
el objetivo de controlar las posesiones de la corona en América. Establecido
en 1519 como una sección del Consejo de Castilla y ratificado
como organismo independiente en 1524, el Consejo de
Indias no tuvo sitio fijo en sus comienzos, acompañaba al rey junto con la
corte. Recién en 1561 cuando el
monarca se instaló definitivamente en Madrid, en el Escorial, el consejo se
emplazó en el Alcázar Viejo y más tarde, tras la construcción del Palacio Real,
en el Palacio de los Consejos. La primera mención de ese organismo figura en un
documento firmado por el monarca Carlos
I el 14 de septiembre de 1519, establecido a
imitación del de Castilla…… Sus competencias
comprendían la intervención en todos los negocios de las Indias, el
nombramiento de sus autoridades, la administración de la hacienda, la
organización de las colonias, la legislación, las visitas y las residencias. En
el orden judicial, era la máxima instancia en los asuntos civiles, aunque más
tarde se le encomendó también la jurisdicción criminal….. En los comienzos
estuvo constituído por un Presidente, un Canciller y un número de Consejeros
que se fue ampliando con el correr del tiempo y la complejidad que supuso la
administración de América. La primera
autoridad nombrada por los Reyes Católicos Juan Rodríguez de Fonseca. A éste
siguieron el Cardenal Cisneros, y cuando la institución tomó un carácter más
formal, el primer Presidente fue Juan García Loaysa y Mendoza, clérigo español
que más tarde pasó a ser el Arzobispo de Sevilla. Otra de las figuras
importantes fue Luis de Velasco, Marques de Salinas, político español, dos
veces nombrado Virrey de la Nueva España y Virrey
de Perú, nombrado Presidente del Consejo en 1611. Integraban el
Consejo cinco miembros entre civiles y eclesiásticos, pero luego su número fue
aumentando a medida que las circunstancias lo requerían. Los consejeros no eran
unos simples burócratas sedentarios, sino que se les utilizaba como
visitadores, presidentes de audiencias y delegados en visitas a la Casa de
Contratación de Sevilla. Junto con ellos existían distintos cargos y oficios.
La Secretaría se dividía en dos: una de Gobierno y Gracia, y otra de Justicia.
Varios relatores se encargaban de redactar las consultas. Existía también un
relator de penas -encargado de las multas y embargos-, un cronista y un
cosmógrafo mayor de Indias…… Las funciones del Consejo variaron con el tiempo.
Primero se separaron de él todos los asuntos correspondientes a hacienda y
después los de las armadas, que eran conocidos por el Consejo de Guerra.
En 1567, por orden del monarca, el licenciado Juan de Ovando
intervino en las tareas privativas del Consejo, al que acusó de desconocer las
leyes y ordenanzas por las que se regía. Por ello, se le encomendó recopilar
toda la legislación indiana. Uno de los hombres que más lo ayudaron en esa
tarea fue López de Velasco. Fruto de ese trabajo fue la Gobernación espiritual
y temporal de las Indias. De la misma manera, las ordenanzas de 1571 fueron obra de
Ovando. En ellas se estableció que la principal función del Consejo era la
gobernación y justicia de las Indias, velar porque dispusiera de descripciones
geográficas exactas de los nuevos territorios, la evangelización y buen trato
de los indígenas, someter a maduras reflexiones todos los problemas antes de
legislar sobre ellos, y llevar rápida y puntualmente los negocios….. A partir
del siglo XVII, el Consejo de Indias entró en un proceso de decadencia por
efecto del favoritismo y los vicios de la corrompida corte de los privados. Una
de las consecuencias de esa situación fue la pérdida de su unidad. Hasta
entonces, todos los consejeros intervenían en aquellos asuntos que eran de su
competencia, pero desde 1600 se designaron a
unos cuantos en juntas parciales. En ese año se crearon tres nuevos organismos:
el Consejo de Cámara de Indias, la Junta de Hacienda y la Junta de Guerra. Los
tres redujeron aún más las labores del Consejo, que solo se ocupó de examinar
las visitas, residencias y otros aspectos relacionados con la justicia. De
acuerdo con su carácter cortesano, el Consejo de Indias abandonó Madrid cuando el
monarca se instaló en Valladolid. En esa ciudad permaneció hasta 1606, cuando volvió
a Madrid. En cuanto a la legislación que había recopilado Ovando, se
prosiguió con ella con Diego de Encinas, oficial de la Escribanía de Justicia.
Su primer tomo apareció en 1596. Fuente: Encaribe, Enciclopedia
de Historia y Cultura del Caribe….” (https://www.ecured.cu/Consejo_de_Indias). También puede
verse: (http://www.icarito.cl/2009/12/que-es-el-consejo-de-indias-la-casa-de-contratacion-y-el-cabildo-cuales-son-sus-funciones.shtml/); (http://www7.uc.cl/sw_educ/historia/america/html/1_1_3.html); (http://pares.mcu.es/Bicentenarios/portal/consejoDeIndias.html); (https://www.laguia2000.com/el-mundo/consejo-de-indias); (http://www.members.tripod.com/~Panamahistoria/gobierno.htm).
Charles Gibson (190) – “….Charles Gibson nació en Buffalo, New
York, el día 12 de agosto de 1920. Inició sus estudios en la Academia de Albany
y en 1937 ingresó a la Universidad de Yale, donde obtuvo su título de
licenciado en Historia en 1941. Después de servir cuatro anos en el ejército y
de participar en la II guerra, se inscribió en la Universidad de Texas dentro
del programa de estudios latinoamericanos que ofrecía. Obtuvo su título de maestría
en el año de 1947 y regresó inmediatamente después a la Universidad de Yale
para realizar sus estudios doctorales, título que consiguió el año de 1950.
Como en la Universidad de Yale no se impartían muchos cursos relacionados con
la historia y la civilización latinoamericana, realizó en el transcurso de su
doctorado trabajos relacionados con ésta. Esto demuestra el campo de interés
científico de Gibson y sus obras siguientes así lo comprobaron. En esta nota se
destacan varios aspectos importantes de la labor de Gibson: su libro sobre Los
aztecas bajo el dominio español, 1519-1810; su preocupación por la docencia, lo
que lo llevó a elaborar tres libros de profundo sentido histórico como lo son
España en América, La Tradición española en América y la Leyenda negra.
Actitudes antiespañolas en el Viejo y el Nuevo Mundo y, finalmente, su interés
por la enseñanza de la metodología de la investigación histórica….. Para muchos
de sus colegas y estudiantes, el carácter de Charles Gibson tenía los elementos
que un historiador debe conjugar para llegar a ser un maestro de la disciplina.
Fue un maestro dedicado y exigente, aunque su exigencia buscaba siempre extraer
,1o mejor de sus alumnos. Frecuentemente les enseñaba que el trabajo histórico
es una combinación de muchas lecturas, de la consulta y análisis de fuentes
documentales y de un esfuerzo de síntesis paciente y dedicado. Este trato
fuerte y disciplinado lo sintieron quizá más sus alumnos de licenciatura ya
que, en opinión de Gibson, en este nivel debe ponerse a prueba la capacidad
real del alumno para ver si puede convertirse en un buen historiador. En
cambio, su trato con los alumnos de nivel superior fue siempre más abierto y
espontáneo. Pero lo fundamental en él fue el compromiso con la enseñanza. Pugnó
siempre porque sus alumnos aprendieran la lectura de los códices, realizaran
revisiones permanentes de ficheros y elaboraran reseñas de libros y artículos
que trataran un tema de interés dentro del campo de investigación en que se
encontraran aquellos. Incluso, si escribió los tres libros mencionados en el
apartado anterior fue porque llegó a la conclusión de que no existían obras que
explicaran con coherencia y profundidad histórica fenómenos tan complejos y mal
entendidos como la Leyenda Negra. Para Gibson, todos los escritos sobre este
hecho debían verse más como resultado de las enemistades habidas entre las
potencias internacionales de ese momento que como fuentes confiables para la
reconstrucción del pasado. El 22 de agosto de 1985, en Plattsburgh, New York,
falleció la persona a quien va dirigida esta nota: Charles Gibson. A través de
ella se le rinde un homenaje de reconocimiento a su dedicación y
profesionalismo y no puede dejar de señalarse que el mejor monumento a su tarea
lo constituyen sus propios trabajos e investigaciones. Por eso en lo que sigue
desglosamos su trayectoria profesional y sus escritos más importantes….” (https://www.colmich.edu.mx/relaciones25/files/revistas/027/IvanFranco.pdf, por Iván
Franco);
(http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0186-03482005000300006&lng=es&nrm=iso, Por Pedro L.
San Miguel);
(https://www.academia.edu/12688396/James_Lockhart_Charles_Gibson_y_la_etnohistoria_del_centro_de_M%C3%A9xico_Traducci%C3%B3n_de_Rodrigo_Mart%C3%ADnez, por James
Lockhart).
Apéndice
José
Clemente Orozco, el muralista del cambio social de México, por Alberto López 23
NOV 2017
“….Documentar el cambio
político y social de la época, con un estilo propio y crítico, ha convertido
a José Clemente Orozco en
un artista universal, reconocido por sus pinturas, dibujos y acuarelas, pero
sobre todo por sus murales, emblemáticas clases de historia en los edificios
más representativos de México….. El movimiento muralista mexicano llenó de
monumentales obras el país con una tendencia nacionalista, didáctica y popular
que perseguía poner en práctica el “arte de la calle” que defendían y
poniéndolo al servicio de una ideología de izquierdas. Con el paso del
tiempo, José Clemente Orozco retrató
la condición humana de forma apolítica; interesándose más por los valores
universales y sin insistir tanto en los valores nacionales. A lo largo de su
carrera no abandonó el aspecto indígena y precolombino pero sus intereses se
extendieron a la condición humana, su relación con la tierra, la religión o la
guerra, así como la libertad, las ideologías y el papel que deben jugar los
estados. Su primera gran obra fue la de los
murales en San Ildelfonso, que finalizó en 1926, y que dejó sin acabar para
encargarse de otros trabajos como ‘Omniescencia’, en la Casa de los Azulejos
(1925) o ‘Reconstrucción’, en la Escuela Industrial de Orizaba.De 1927 a 1934
viajó a Estados Unidos y eligió como temas de sus obras la deshumanización de
las grandes ciudades, el trabajo, la fraternidad, el arte, la ciencia y la
esclavitud. De esta etapa destaca uno de sus trabajos más conocidos, ‘Prometeo’
(1930), en el Fray Hall del Pomona College, en Claremont. También pintó en
Nueva York, Hannover y New Hampshire, y años más tarde de esta primera
experiencia regresó a Nueva York para pintar un encargo para el Museo de Arte
Moderno. De vuelta a México,
Orozco, ya con gran nombre y fama, pinta un mural significativo en el Palacio
de Bellas Artes (1934): ‘Katharsis’, situado frente al de Rivera titulado ‘El
hombre en la encrucijada’, una de sus obras más conocidas. En la Suprema Corte
de Justicia (1941) en la Ciudad de México pintó la obra ‘Las riquezas
nacionales’, que consta de cuatro tableros y engloba tres temas principales; en
dos tableros se refiere a la justicia y critica y satiriza su práctica, llena
de errores e injusticias. Otro tema se refiere a las riquezas nacionales; los
productos de la tierra, y donde metales preciosos y petróleo están bajo la
protección de la bandera mexicana y del jaguar, símbolos nacionales. El último
tema se refiere a los movimientos sociales obreros. En el año 1946 se le
concede el Premio Nacional de Bellas Artes, y en esos años prolíficos realiza
en Guadalajara los muros del Paraninfo de la Universidad, la escalera del
Palacio de Gobierno y el Hospicio Cabañas. Su primer trabajo exterior lo
realiza en 1947, en la Escuela Nacional de Maestros, titulada ‘El pueblo se
acerca a las puertas de la escuela’. En la
producción de sus últimos años Orozco tiene un afán innovador y de experimentar
con nuevas técnicas, algo que se atisba en el mural ‘La alegoría nacional’, en
el que utilizó fragmentos metálicos incrustados en hormigón. Si bien sus tonos
nunca fueron tan coloristas como los de sus compañeros, con los que recibió el
apodo de ‘Los Tres Grandes’, sus grises y negros siempre tuvieron el rojo como
color impactante, eligiendo un personaje central que divide la acción, al igual
que las líneas diagonales que marcan el movimiento en algunas de sus obras. En
el lapso que va de 1941 a 1944 Orozco se dedicó a la pintura de caballete y a
otra gran obra mural en la bóveda y los muros del coro de la antigua iglesia de
Jesús Nazareno y en donde las ideas que plasma se relacionan con el
‘Apocalipsis’. Murió el 7 de septiembre de 1949 en la Ciudad de México, mientras trabajaba en los primeros trazos de un mural.
Su aportación a la pintura nacional mexicana y la importancia de su figura
artística llevaron al presidente Miguel Alemán a ordenar que sus restos
recibieran sepultura en el Panteón de los Hombres Ilustres…..”
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