Sunday, June 30, 2019

Temas y personajes (12) en “El espejo enterrado” de Carlos Fuentes: Desde Pelayo hasta Mamónides, por Javier J. Jaspe


En pocas palabras. Javier J. Jaspe
Washington D.C.  

La serie que continuamos hoy ha sido inspirada por un importante libro del renombrado autor mexicano, Carlos Fuentes, fallecido en 2012, considerado por muchos como una obra capital para el conocimiento de la historia y cultura latinoamericanas. Me refiero a El espejo enterrado, con el cual Fuentes aporta su luminosa y aleccionadora visión de los primeros 500 años transcurridos desde el  descubrimiento de América por Cristobal Colón en 1492. Esta obra fue publicada en su primera edición en México en 1998 y la que utilizamos corresponde a la décimocuarta reimpresión (Taurus bolsillo), junio 2005, 590 páginas.

El objetivo de la serie no es realizar un análisis de este libro, sino el de aportar breves textos adicionales encontrados en Intenet, sobre temas y personajes mencionados en el mismo, en las páginas que se indican entre paréntesis al lado de cada tema o personaje.  Estos textos de Internet se transcriben en itálicas, en español o inglés, según sea el caso, con indicación de su fuente. Este décimo segundo  artículo se refiere a temas y personajes que van desde Pelayo (690 - 737) hasta Mamónides (1135 – 1204). Veamos:

Pelayo (74) – Pelayo [690-737]. Balaya ben Fafila en las crónicas árabes. Rey de Asturias (718-737) Hijo del duque visigodo Fáfila o Favila. Posible espatario, guardia real, del rey visigodo Rodrigo, fue capturado por los musulmanes. En el 717 se escapó de Córdoba y huyó, como tantos otros, al norte de la península, en concreto a Asturias. Allí fue elegido por los astures como caudillo (718) y comenzó una rebelión contra los musulmanes que culminó con la batalla de Covadonga (722), donde el militar enviado por el valí de al-Andalus Anbasa, al-Kama, fue derrotado. Munuza, el gobernador musulmán de la zona, huyó y Pelayo organizó un pequeño núcleo de resistencia. Tras una nueva victoria en Olalíes se asentó en Cangas de Onís, la primera capital del reino asturiano.” Pelayo contó con la ayuda del duque visigodo Pedro, gobernador del antiguo ducado visigodo de Cantabria. Parece que Pelayo sufrió al menos otra acometida musulmana en torno al 735 comandada por el valí Uqba. https://www.condadodecastilla.es/personajes/pelayo/......Don Pelayo se convirtió para los españoles en el primer héroe de la Reconquista, y como tal fue celebrado no sólo en crónicas y romances medievales, sino también en extensos poemas como El Pelayo (1605) de Alonso López Pinciano, y en numerosos dramas del Siglo de Oro, los más conocidos de los cuales son El último godo, de Lope de VegaLa restauración de España, de Luis Vélez de Guevara, y El restaurador de Asturias, de Juan Bautista Diamante. Con el Neoclasicismo, la figura volvió a los honores de la escena en la tragedia en verso y en cinco actos Pelayo, de Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811), destacada pieza de la serie de tragedias neoclásicas que los escritores españoles del siglo XVIII escribieron imitando a Corneille, a Racine e incluso a Vittorio Alfieri. El héroe godo apareció asimismo en la tragedia en tres actos Pelayo, de Manuel José Quintana (1772-1857), representada en 1805. Ya en el Romanticismo, José de Espronceda le dedicó también un poema, inacabado, titulado Pelayo.” (https://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/pelayo.htm). También puede verse: (http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=pelayo-rey-de-(asturias);https://www.arteguias.com/biografia/donpelayo.htm); (https://www.abc.es/historia/abci-epica-pelayo-caudillo-astur-prendio-reconquista-300-guerreros-201805160155_noticia.html); (https://art-y-cultura.blogspot.com/2018/04/quien-fue-don-pelayo-un-caudillo-astur.html); (http://www.senderismoenasturias.es/reipelayo.htm).

Batalla de Covadonga (74) – El 28 de Mayo del año 722 fue la fecha en que sucedió.  El número de tropas musulmanas es incierto, se ha dicho que fue una pequeña escaramuza y también que fueron 187,000.  Tanto Sánchez Albornoz (2) como Juan Antonio Cebrián (3) coinciden en que fueron unos cuantos miles, diciendo el segundo, que fueron 20,000. Pelayo contaba con trescientos hombres que distribuyó de la siguiente manera: dos tercios fueron a los cerros de alrededor y unos cien hombres junto con Pelayo se quedaron escondidos en la cueva (3). Cuando las tropas musulmanas estaban al alcance, los Astures colocados en los cerros empezaron a disparar flechas y a arrojar piedras.  Los musulmanes se defendieron con saetas pero sin que surtieran ningún efecto.  Las tropas musulmanas no pudieron organizarse debido a lo estrecho del camino y a lo abrupto del terreno. Ni recibían órdenes ni tenían capacidad de movimiento debido a su gran número.  A la vez que los soldados escondidos salían de la cueva que para los musulmanes había sido invisible  hasta el momento, los “asnos salvajes” saltaron de los cerros sobre los soldados musulmanes dividiéndolos en dos grupos.  El pánico se apoderó de ellos y huyeron como pudieron. Alqama murió en la batalla y Oppos, el cristiano traidor, fue capturado. Todas las fuentes coinciden en la estrategia seguida, aunque Sánchez Albornoz (2) es el que lo explica con más detalle….. Cuando Munuza recibió la noticia de que el rebelde “asno salvaje” había derrotado al ejército enviado por Córdoba se retiró de Gijón y Asturias quedó como un gran foco de resistencia.  Pelayo entonces instaló la capital en Cangas de Onís, y desde allí gobernó el reino rebelde. Las noticias de la victoria de Pelayo pronto llegaron a todos los rincones de los territorios cristianos y pronto Pelayo dispuso de 150 caballos y 8.000 infantes (3).  Con estas tropas se dispuso a la conquista de León, donde estaban fortificados los muchos soldados que habían escapado de Covadonga.  No se sabe qué pasó con el ataque, y tampoco parece que tenga mucho soporte.  La victoria de Pelayo dio moral y esperanza a los cristianos que se habían refugiado en el norte.  Era la primera vez que se venció a los musulmanes y se puede decir que fue la primera batalla de “La Reconquista”, el término aún no se utilizaba. Cuando Pelayo murió por enfermedad en el 737 dejó el trono a su hijo, que murió a los dos años por el ataque de un oso cuando estaba de caza. Pelayo fue enterrado en Santa Eulalia, cerca de Covadonga y más tarde sus restos fueron llevados a la propia cueva. La Cruz que forjó Pelayo según la leyenda en la batalla, ha permanecido hasta nuestros días en el escudo oficial de la bandera de Asturias y en la cruz que mandó forjar Alfonso III el Magno y que hoy se encuentra en la Santa Catedral Basílica…..” (http://www.asmadrid.org/spanish/historia/alumnos/Covadonga.htm). También puede verse: (https://mundoantiguo.net/batalla-de-covadonga/); (http://www.grandesbatallas.es/batalla%20de%20covadonga.html); (http://www.arbil.org/(31)pely.htm, Luciano López y García Jové); (https://www.youtube.com/watch?v=AB6YZwPAQUk); (https://www.youtube.com/watch?v=H7bE4BGNU5E).


Musulmanes y cristianos (75) – ¿Qué fue la Reconquista?  En el año 711 los musulmanes ocupan casi toda España. Sólo la región montañosa del Norte quedó en manos de los españoles. Desde allí los reinos cristianos se lanzaron a reconquistar su territorio. A partir del triunfo de Covadonga, en el año 722, se iniciará un lento pero persistente avance hacia el sur. Surgieron los reinos de Asturias, Leon, Navarra, Portugal, Castilla y Aragón. Finalmente, en 1492, en tiempos de los reyes católicos, la toma de Granada, último bastión musulmán, pondrá fin a la reconquista. ¿Cómo era la sociedad en los reinos cristianos durante la reconquista? 
El reparto de la tierra que se iba reconquistando benefició a la nobleza guerrera, que fue acumulando grandes posesiones que dedicarían sobre todo a la ganadería. Había musulmanes que permanecían en los territorios cristianos. Se los llamaba mudéjares y se dedicaban a la agricultura y a la pequeña industria. También era numerosa en estas zonas la comunidad judía que se dedicaba al comercio, los préstamos y al artesanado. Los musulmanes y los judíos eran tan numerosos en algunas zonas como los cristianos…..”
(
https://www.elhistoriador.com.ar/la-reconquista-espanola/). También puede verse: (http://www.gees.org/articulos/711-2011-1300-anos-de-la-invasion-musulmana-de-espana, Jesús María Ruiz Vidondo); (https://users.drew.edu/ebunn/135/); (http://agonzalez.web.wesleyan.edu/span264/guias/guia_castro.htm).

Experiencia cultural (75) – “•En la Península ibérica, lo que hoy es España, convivieron tres culturas: Cristiana Musulmana Judía tres maneras distintas de entender el mundo y de vivir en él. •Desde luego, hubo conflictos entre ellos, pero esto no empaña la realidad de una convivencia pacífica a lo largo de ocho siglos: desde primeros del siglo VIII hasta finales del siglo XV. •La gente se cambiaba de religión sin que ello supusiera ningún castigo; fue algo común durante siglos. •Hasta que llegó la Santa Inquisición en el siglo XV, defensora de la fe católica y aquellas nuevas conversiones acabaron siendo un drama…. Los musulmanes y los cristianos lucharon entre ellos, pero en otras ocasiones, lucharon como aliados en el mismo bando, según fueran los intereses de cada momento. Por ejemplo la toma de Murcia por el rey Alfonso X el Sabio, en el siglo XIII, se hizo con la ayuda de caudillos musulmanes. •Será una convivencia cambiante, entre períodos de guerra y períodos de paz, entre momentos de intercambio cultural y etapas de hostilidad que dificultarán el contacto. •La convivencia entre estas culturas dio lugar a una población heterogénea y por lo tanto a nuevos tipos sociales: Mudéjar Mozárabe Cristiano nuevo Renegado •Estos tipos muestran como la convivencia es posible sin abandonar una fe, así como también abandonar una fe y adoptar otra. •En territorio musulmán, vivían cristianos sin renunciar a su religión, llamados mozárabes . •Lo mismo ocurría en territorio cristiano, donde se encontraban núcleos de población judía y musulmana; éstos últimos llamados mudéjares . Se daban además dentro de esta convivencia otros hechos cotidianos que, por no tener nombre de batalla, pasan desapercibidos. •Me refiero a los matrimonios que se realizaron entre miembros de distintas comunidades, para unirse y procrear. •Tales uniones matrimoniales llegaron hasta la propia Corte musulmana y cristiana, como el matrimonio habido entre Abd al Azid, (gobernador musulmán), que se casó con Egilona, (viuda del último rey visigodo, Rodrigo, y por lo tanto cristiano). •También el Califa Abd al Rahaman III era nieto de Abd Allah y Oneca, hija de Fortún Garcés, rey cristiano. Se dice que de su abuela heredó el pelo rojo y la valentía de los vascones. •La imagen de la cultura como una barrera no existe y, en la realidad cotidiana, la población no era tan estricta. •Desde luego, existían los prejuicios mutuos: el cristiano frente al musulmán, el musulmán frente al judío; pero de ahí a matarse por tales prejuicios, eso era otra cosa…. Conclusión •La cultura islámica andalusí dejó una profunda huella en la mayor parte del territorio peninsular. •Por debajo del espíritu de reconquista que nos transmiten las crónicas cristianas del siglo X, subyace la convivencia que durante ocho siglos existió entre las distintas comunidades, y que convirtió la Península en una tierra de mezcla cultural que hoy forma parte de nuestra herencia histórica y de nuestro modo de vida. •La presencia de las tres culturas en la Península se ha asimilado a través de una imagen bélica construida a partir de la palabra Reconquista; que es como se conoce la expansión católica por la Península. •Esta victoria militar y religiosa, culminó un proceso que acabaría trayendo graves consecuencias económicas y sociales para España. •El siglo XV fue por tanto el momento de ruptura, en el que desapareció la heterogeneidad de los habitantes del solar hispano. •Finalmente, en esta España política y socialmente plural convivieron estas tres culturas y, cada una de ellas, con mayor o menor acierto, influyeron en la que después será llamada nación española…..” (http://www.cervantes.edu.pl/docx/TEXTO_CONFERENCIA_CONVIVENCIA_DE_LAS_3_CULTURAS.pdf, Maria Isabel Sánchez García). También puede verse: (http://www.magazinedigital.com/historias/reportajes/una-pareja-dos-religiones); http://www.ramonllull.net/sw_studies/studies_original/cristia.html, Fernando Domínguez Reboiras); (https://users.drew.edu/ebunn/135/).

Moriscos Nombre dado a los musulmanes que permanecieron en España una vez finalizada la conquista cristiana de todos los territorios peninsulares.La conquista del reino musulmán de Granada en el año 1492 supuso la incorporación de miles de familias de esta religión a la cultura cristiana, las cuales se sumaron a la ya voluminosa población de origen musulmán que vivía en los reinos cristianos desde lejanos tiempos de la Edad Media. A principios del siglo XVI los moriscos estaban repartidos por cuatro grandes áreas: reino de Valencia, valle del Ebro, tierras de Murcia y reino de Granada. Se mostraron muy tenaces en su resistencia a abandonar su religión y cultura. Supusieron además un peligro potencial al ser vistos como un apoyo firme y favorable a las ofensivas del imperio musulmán en el mediterráneo español. Formaban, por otro lado, comunidades muy cerradas, con un elevado número de población y con una importancia económica notable. Todo ello hizo que las relaciones entre la mayoría cristiana y la minoría musulmana fueran siempre difíciles, hecho puesto en evidencia durante la rebelión de los moriscos en las Alpujarras (1568-1570), que tuvo como consecuencia la dispersión forzosa por tierras de Castilla de los musulmanes granadinos. Las medidas políticas que llevaron a cabo los reyes durante el siglo XVI para superar esta situación, siendo muy variadas, no dieron sin embargo los resultados deseados. En el año 1609, el rey Felipe III acabó por ordenar la expulsión de todos los moriscos de España, alrededor de trescientos mil, lo que supuso una fractura extraordinaria en todos los niveles y la evidencia de un fracaso….” (https://iberhistoria.es/edad-media/musulmanes/entradas/moriscos-mozarabes-mudejares-muladies/)

Mozárabes (75) – Nombre dado a los cristianos que vivían en los territorios dominados por los musulmanes tras la conquista de la Península Ibérica en el año 711...Desde el primer momento los musulmanes mostraron un gran respeto hacia los cristianos, que eran, como ellos mismos y como los judíos, “gentes del Libro”, es decir, habían recibido la revelación divina. Como protegidos del Islam, se les garantizó la conservación de sus bienes y de sus derechos privados, así como la libertad para practicar su religión. A cambio de esta tolerancia, los cristianos tuvieron que aceptar el pago de ciertos impuestos y de la aceptación de una posición social inferior. Estaban obligados a pagar un tributo de carácter personal (yizya), que afectaba a los varones entre 20 y 50 años, y un impuesto territorial (yaray). La comunidad mozárabe conservó su organización política, eclesiástica y jurídica. Tenía sus propios condes, que eran los responsables de la comunidad ante la administración musulmana, sus jueces, que actuaban según las normas del derecho visigodo, sus recaudadores de impuestos y sus obispos. El Estado musulmán se reservó el derecho a intervenir en el nombramiento de las autoridades civiles y eclesiásticas cristianas además de convocar sus concilios. Durante el siglo VIII los musulmanes necesitaron la colaboración de los cristianos en las tareas de gobierno, por lo que no dudaron en utilizarlos como administradores y funcionarios, pero a medida que el dominio musulmán se hizo mayor los mozárabes fueron perdiendo influencia. En el siglo IX disminuyó la tolerancia de los dirigentes omeyas, debido a la participación de los mozárabes en los movimientos separatistas de las Marcas fronterizas y en las revueltas sociales. Esto hizo que el número de conversos a la religión árabe aumentara y que los que siguieron fieles al cristianismo se arabizaran para evitar su discriminación. Contra esa dependencia se levantaron, entre los años 851 y 859, los mozárabes más intransigentes, dirigidos por Eulogio de Córdoba. Buscaban de forma voluntaria el martirio, lo que se conseguía injuriando al Islam en público, algo castigado con la pena de muerte. Este movimiento dañó la convivencia entre cristianos y musulmanes, haciendo que muchos mozárabes emigrasen a los reinos hispanocristianos de norte y otros se hicieran musulmanes, con lo que a finales del siglo X la comunidad mozárabe era algo marginal en Al-Andalus. Más adelante, en los periodos de dominación de los almorávides y de los almohades, la situación de los cristianos incluso continuó deteriorándose.” (https://iberhistoria.es/edad-media/musulmanes/entradas/moriscos-mozarabes-mudejares-muladies/).

Mudéjares (75) – Nombre dado a los musulmanes que permanecieron en los territorios ocupados por los cristianos durante el periodo de la reconquista.El avance hacia el Sur de los reinos cristianos provocó que numerosas poblaciones de credo musulmán se vieran englobadas en un sistema político cristiano: son los mudéjares. Los acuerdos pactados con las poblaciones de Al-Andalus vencidas variaron según la forma en que fueron ocupadas, pero en general se garantizó la permanencia de los musulmanes y se les permitió conservar su religión, costumbres, organización y derecho, aunque las obligaciones tributarias que mantenían con la antigua administración fueron transferidas al nuevo poder. Esta actitud de los monarcas cristianos se producía, principalmente, por la necesidad de no despoblar y mantener la vida económica de los territorios ocupados. Sin embargo, a medida que la dominación se hacía efectiva, iban aumentando en número y su condición se fue deteriorando. La presencia de mudéjares fue grande en los reinos de la Corona de Aragón, particularmente en Valencia. En su mayoría eran campesinos que dependían jurisdiccionalmente de los nobles. En la Corona de Castilla la comunidad mudéjar estuvo formada por pequeños campesinos y, sobre todo, artesanos, que vivían agrupados en barrios propios, llamados aljamas. Sin embargo, el incumplimiento de los compromisos contraídos en las capitulaciones provocó la salida de numerosos musulmanes hacia Granada, expulsados por el rey Alfonso X  después de la sublevación del año 1264. Durante el siglo XV las disposiciones legales se hicieron más restrictivas, pero a diferencia de los judíos, los mudéjares no despertaron el recelo de las masas populares cristianas. A pesar de todo, su situación se complicó después de la conquista del reino nazarí de Granada en el año 1492. Aprovechando la sublevación que protagonizaron los musulmanes granadinos en el año 1498, los Reyes Católicos obligaron a todos los mudéjares a convertirse al cristianismo. Los que tomaron esa opción pudieron quedarse en sus hogares y se les pasó a conocer como moriscos. Aunque finalmente en el año 1609 los moriscos fueron expulsados de España por el rey Felipe III. Emigraron principalmente al norte de África, en donde acabaron integrándose. La frecuente dedicación de los mudéjares a trabajos artesanales y el gusto por la sofisticación de numerosos reyes y nobles explican que podamos hablar de un “arte mudéjar” o “mudejarismo” en la mayoría de los movimientos artísticos hispanos desde el siglo XI al XVIII. Se trata de la implantación directa de elementos, maneras y estéticas del Islam andalusí (sobre todo taifas o nazaríes) en construcciones cristianas, algo que confiere enorme personalidad a estas obras”. (https://iberhistoria.es/edad-media/musulmanes/entradas/moriscos-mozarabes-mudejares-muladies/).

Muladíes (75) – Nombre dado a los cristianos que se convirtieron al Islam después de la conquista musulmana del año 711. Los muladíes constituyeron el grupo mayoritario de la población musulmana de Al-Andalus porque, aunque éstos no persiguieron a los cristianos ni trataron de atraerlos a su fe, la mayor parte de la población adoptó la religión islámica. Ésta conversión masiva se explica por las ventajas económicas y sociales que comportaban el ser musulmán. Para los nobles hispanovisigodos significaba la posibilidad de mantener sus propiedades y su posición de preeminencia; para el resto de la población significaba librarse del pago de los impuestos personal y territorial, que afectaba a los no musulmanes. La arabización de los muladíes fue tan profunda que externamente no era fácil distinguirlos de los árabes de nacimiento. Sin embargo, en la práctica las diferencias entre viejos y nuevos musulmanes se fueron acentuando como consecuencia de la política nacionalista practicada por los dirigentes omeyas. Esta discriminación propició la aparición de sublevaciones y revueltas en las que se mezclaban factores sociales y políticos. Los principales focos de disidencia se localizaron en las Marcas fronterizas, aunque a finales del siglo IX se extendieron por la mayor parte de los territorios de Al-Andalus. En las ciudades de Zaragoza, Toledo y Mérida el descontento de los muladíes se transformó en movimientos independistas dirigidos por las autoridades locales. Las revueltas sociales desembocaron en una sublevación general de los muladíes contra la aristocracia árabe en el año 878. Desde la fortaleza de Bobastro, situada en la serranía de Ronda, Omar Ben Hafsun, se alzó como defensor de los muladíes y aglutinó a todos los rebeldes del sur de Andalucía. El movimiento comenzó a declinar tras la conversión al cristianismo del dirigente muladí en el año 899, pero hasta la época de Abd Al-Rhaman III no se consiguió su represión total.”https://iberhistoria.es/edad-media/musulmanes/entradas/moriscos-mozarabes-mudejares-muladies/

Tornadizos (75, 76) –  “…Pese a ser el islam una religión estigmatizada por la mayoría cristiano-vieja, sin embargo fue abrazada por unos 10.000 o 12.000 españoles (las cifras son aproximadas) entre los siglos XVI y XVIII. Ahora eran «renegados» En un país que había convertido la Reconquista contra los moros en seña de identidad, este fenómeno podría sorprender, pero obedecía a una lógica bien comprensible: la mayoría de estos conversos eran los prisioneros de guerra que los turcos o los berberiscos del Magreb capturaban en sus ataques contra naves cristianas o los pueblos de la costa. Los famosos cautivos que, como Miguel de Cervantes, iban a parar a los «baños» o cárceles de Argel, Túnez y Trípoli comenzaban una experiencia que sacudiría sus vidas para siempre. Reducidos a la esclavitud, sólo los más afortunados llegaban a ser rescatados gracias al dinero de su familia en España o al canje por un fraile mercedario. El único escape para el resto consistía en convertirse al Islam….El nuevo musulmán no dejaba de ser esclavo, pero cuando terminara de pagar su redención podría iniciar un ascenso social y económico que algunos culminaron con éxito en la marina, el ejército o la administración turca, argelina o marroquí. Lo cual tampoco decidía nada: hubo quienes volvieron a España (los «tornadizos»), aun a riesgo de ser castigados por la Inquisición por el delito de. apostasía. Cabe dudar si tras esta condena sólo había celo por la ortodoxia o una admiración resentida ante un ejercicio de libertad….” (https://www.abc.es/hemeroteca/historico-07-01-2007/abc/Domingos/renegados-y-tornadizos_153793247359.html). También puede verse: (https://www.alhama.com/digital/cultura/historia/8788-los-peligrosos-tornadizos-cristianos-y-musulmanes-cogiste-los-tornadizos-de-cordoba-la-nombrada); (https://esefarad.com/?p=24719).

Enaciados (76) – Enaciado, según el E.S.P.A.S.A., era el súbdito de los Reyes cristianos españoles unido estrechamente a los sarracenos por vínculos de amistad o interés. El Diccionario de La Real Academia dice: “Durante la dominación árabe en España cristiano unido por parentesco o amistad con los sarracenos…” (http://www.chdetrujillo.com/enigmas-de-la-puebla-de-naciados-su-nombre/). También puede verse: (https://www.persee.fr/doc/cehm_0396-9045_1983_num_8_1_1030).

3 religiones: judaísmo, islamismo y cristianismo (77, 78) – “….Pensar en el concepto de "religiosidad medieval" resulta tremendamente complicado si hablamos por ejemplo, de España, país donde durante siglos convivieron tres religiones: la cristiana, la musulmana y la judía, no siempre de forma armoniosa ni pacífica, en un mundo que se estaba redefiniendo y reestructurando tras la disolución del Imperio Romano y las invasiones bárbaras en el ambiente general, y la reconquista y las cruzadas en el particular….. No cabe duda que durante siglos, la coexistencia de las tres religiones fue aceptada por unos y por otros, dando lugar a un enriquecimiento social, cultural y lingüístico pleno de matices del que hoy en día podemos gozar sin miedo a decir que somos afortunados. Desgraciadamente, causas políticas en todo el mundo occidental, fueron la razón del empeoramiento de las relaciones e incluso marcaron el fin de la presencia árabe y judía en el continente, dando paso a la preponderancia de una de ellas: la cristiana…..” https://www.arteguias.com/religiosidadmedieval.htm, También puede verse: (http://www.unedtalavera.es/wp-content/uploads/2015/06/Alcalibe11.154-188.LaEspanaDeLasTresCulturas.pdf, Laura Páramo de la Vega); (https://journals.openedition.org/e-spania/21036).

Mamónides (80) – “…..Maimónides nació en Córdoba (España) en 1135 E.C. Su padre, Maimón, que se encargó de su primera educación religiosa, era un famoso erudito de una distinguida familia rabínica. Cuando los almohades conquistaron Córdoba en 1148, los judíos se enfrentaron a la disyuntiva de convertirse al islam o huir. La familia de Maimónides huyó y vivió errante varios años. En 1160 se estableció en Fez (Marruecos), donde Maimónides estudió medicina. En 1165 la familia tuvo que huir a Palestina. La situación en Palestina también era inestable. La pequeña comunidad judía se enfrentaba por una parte al peligro de las cruzadas de la cristiandad y, por otra, al de las fuerzas musulmanas. Al cabo de menos de seis meses de estancia en “Tierra Santa”, Maimónides y su familia hallaron refugio en Fustat, hoy El Cairo (Egipto). En esa ciudad se reconoció plenamente el talento de Maimónides. En 1177 se convirtió en el líder de la comunidad judía, y en 1185 fue nombrado médico de la corte del famoso sultán árabe Saladino. Maimónides retuvo ambos cargos hasta su muerte en 1204. Sus conocimientos médicos tuvieron tanta fama que se dice que incluso el rey Ricardo Corazón de León intentó desde la lejana Inglaterra conseguir sus servicios como médico personal…. Maimónides fue un escritor prolífico. Durante el tiempo en que vivió errante, huyendo de la persecución musulmana, compiló buena parte de su primera gran obra, el Comentario de la Misná.* Esta obra escrita en árabe esclarece muchos de los conceptos y términos de la Misná, y Maimónides se permite también en ella ciertas digresiones para explicar su filosofía del judaísmo. En la sección sobre el tratado Sanedrín formuló trece principios fundamentales de la fe judía. El judaísmo nunca había definido un credo o declaración de creencias oficial. De modo que los Trece Principios de Fe de Maimónides se convirtieron en el prototipo de una sucesión de formulaciones del credo judío.….” (https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/1995170#h=5). También puede verse: (https://historiaespana.es/biografia/maimonides); (https://es.chabad.org/library/article_cdo/aid/426526/jewish/El-Rambam.htm); (http://www.judiosyjudaismo.com/2012/11/moises-maimonides-y-su-filosofia-parte-1/);(http://www.galenusrevista.com/?Maimonides-Medico-de-principes-y); http://www.xn--(espaaescultura-tnb.es/es/artistas_creadores/maimonides.html); (http://catedrapermanente.maimonides.edu/biografia-de-maimonides/).

Apéndice

 El Juramento Médico de Maimónides


"El Juramento Médico de Maimónides es reconocido por muchos como lo más cercano al ideal de la profesión médica. En varias universidades del mundo y en todo Israel, los médicos hacen su juramento profesional con este, en reemplazo del tradicional Juramento de Hipócrates:
“Ahora me dispongo a cumplir la tarea de mi profesión. Asísteme, Todopoderoso, para que tenga éxito en esta gran empresa.
Que siempre me inspire el amor a la ciencia y a sus criaturas.
Que en mi afán no se mezcle la ansiedad de dinero y el anhelo de gloria o fama, pues estos son enemigos de la verdad y del amor al hombre, y me podrían también llevar a errar en mi tarea de hacer el bien a mis semejantes.
Conserva las fuerzas de mi cuerpo y de mi alma para que siempre y sin desmayo este dispuesto a auxiliar y asistir al rico y al pobre, al bueno y al malo, al enemigo y al amigo. En el que sufre, hazme ver solamente al hombre.
Alumbra mi inteligencia para que perciba lo existente y palpe lo escondido e invisible.
Que yo no descienda y entienda mal lo visible y que tampoco me envanezca, porque entonces podría ver lo que en verdad no existe. Haz que mi espíritu esté siempre alerta, que junto a la cama del enfermo ninguna cosa extraña turbe mi atención, que nada me altere durante los trabajos silenciosos.
Que mis pacientes confíen en mí y en mi arte; que obedezcan mis prescripciones e indicaciones. Arroja de su lecho a todos los curanderos y la multitud de parientes aconsejadores y sabios enfermos, porque se trata de personas crueles que con su palabrerío anulan los mejores propósitos de la ciencia y a menudo traen la muerte a tus criaturas.
Cuando médicos más inteligentes y sabios quieran aconsejarme, perfeccionarme y enseñarme, haz que mi espíritu les agradezca y obedezca, pero cuando tontos pretenciosos me acusen, haz que el amor fortifique plenamente mi espíritu para que con obstinación sirva a la verdad sin atender a los años, a la gloria y la fama, porque el hacer concesiones traería perjuicio a tus criaturas.
Que mi espíritu sea benigno y suave cuando camaradas más viejos, haciendo mérito a su mayor edad, me desplacen y befen, ofendiéndome, me hagan mejor. Haz que también esto se convierta en mi beneficio, para que conozca algo que no sé, pero que no me hiera su engreimiento: son viejos y la vejez no es un freno para las pasiones.
Hazme humilde en todo, pero no en el gran arte. No dejes despertar en mí el pensamiento de que ya sé lo suficiente, sino dame fuerza, tiempo y voluntad para ensanchar siempre mis conocimientos y adquirir otros nuevos. La ciencia es grande y la inteligencia del hombre cada vez cava más hondo”.

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Historia de España para hispanoamericanos (Parte V) – La civilización romana Por César Pérez Guevara

 EN:  https://www.elnacional.com/opinion/historia-de-espana-para-hispanoamericanos-parte-v-la-civilizacion-romana/